La marihuana es una planta utilizada de diversas maneras por muchas personas en todo el mundo. Todos esos ciudadanos y usuarios de cannabis, se enfrentan a las acciones de la autoridad competente en las distintas naciones. La planta que en algunos casos te puede salvar la vida por su uso medicinal, en otros directamente te puede arruinar ésta por la acción de la justicia o la autoridad competente
Por todos es conocido el poder de esta planta que desde hace miles de años esta considerada como medicina natural por algunas civilizaciones antiguas y por algunas modernas, pero también es cierto que alguna nación actual de este planeta, el solo porte de ella aunque en cantidades irrisoriamente menudas, te pueden enviar directamente al otro mundo, el de los muertos.
No han pasados muchas semanas desde que leíamos la noticia de que en países del sudeste asiático se habían condenado a personas por posesión de cantidades muy pequeñas de cannabis a penas muy desmesuradas en comparación con lo aprendido.
De hecho, a un menor de edad australiano que compró para su consumo en Indonesia, se le quería meter en la cárcel para doce años y por una irrisoria cantidad de marihuana para consumo personal. En la vieja Europa existen comercios que te la venden y clubs de cannabis para que puedas adquirirla y consumirla con libertad.
En la India y Nepal tienen a una especie de “santos” o “monjes” (los sadhus) que tiene el cannabis como su hierba sagrada y se consagran a ella durante toda su vida.
En países como Israel, el gobierno investiga y proporciona a enfermos la sustancia para sanar o hacer mas llevadera las enfermedades a estos conciudadanos. En la nación más poderosa del mundo, se puede comprar en sus dispensarios médicos de cannabis y ahora en dos estados se pueden adquirir simplemente para el uso recreativo si eres mayor de edad.
En países latinoamericanos con Argentina ningún juez actualmente te enviara a la cárcel por tener unas plantas en tu casa si son para tu uso personal.
En Uruguay se esta estudiando la formula para que el mismo estado sea el vendedor de la sustancia a sus conciudadanos y en Cuba será mejor que no te pillen ni con un misero cogollo.
En Japón, el mero hecho de estar en alguna lista por la que has sido sorprendido con porte de esta sustancia es suficiente para que las autoridades del país nipon te denieguen la entrada.
Los australianos y neozelandeses están abogando por la legalización y control del cannabis, en Swazilandia (Africa), mujeres ancianas se dedican a cultivarla para poder sacar a delante a sus nietos y en otros países africanos te puedes encontrar con la pena de muerte solo por estar muy cerca de ella
Toda esta pequeña recopilación de posibles acciones por portar marihuana, los comento porque llegó a mis ojos una carta de uno de mis héroes musicales y que escribiría después de un gran enfado sucedido por la detención de su compañera y esposa Lucille, a ésta se le detuvo por portar una pequeña cantidad de marihuana, hablo del gran Louis Armstrong.
El más famoso trompetista de todos los tiempos, amante de las trompetas para soplar e aspirar , fue testigo de la opresión por posesión de yerba a su mujer el día de año nuevo de 1954, en el hotel Waikiki Beach de Hawaii. Se le detuvo por posesión al encontrarle un porro y unos catorce gramos de cannabis en la funda de las gafas y claro, detenida y a juicio. Este acontecimiento en la vida conyugal del famoso músico fue el definitivo detonante para que el bueno de Louis escribiera sobre su conocido amor por la marihuana. “El Sr. Glaser, debe velar por que tengo un permiso especial para fumar todos los porros que quiera y cuando quiera o me tendrá que poner este cuerno hacia abajo, eso es todo”, dice la carta, dirigiéndose al gerente de Armstrong. ”Con mucho gusto puedo opinar sobre un palo gordo que relaja los nervios, si tengo … no puedo darme el lujo de estar … tenso, temiendo que en cualquier momento voy a ser arrestado y llevado a la cárcel por un pequeña cosita sin importancia como es la marihuana “. escribió Armstrong.
Armstrong fue pillado varias veces con marihuana a los largo de su vida y siempre creyó que era una tontería enjuiciar o encarcelar a los hombres por consumo de marihuana, mientras el alcohol muchísimo mas dañino, se servía libremente en locales y bares, una incongruencia de la sociedad.
En mi opinión, Armstrong ya decía verdades como puños en las primeras décadas del siglo XX (leer su biografía), ahora estamos en las primeras décadas del XXI, ¿es que no hemos aprendido aún de las palabras de los grandes hombres de la historia? ¿Como se puede tratar al consumidor de cannabis hoy en día como un delincuente? A lo mejor al que hay que tratar como a un delincuente es al que arruina la vida de un usuario de cannabis, solo por consumirlo.