Siempre tuve la certeza de que un buen porro, algo para beber y buenos conversadores, podrían ser la mezcla perfecta para una idea creativa y funcional, de alguna forma, entre la bobada y el comentario inteligente, entre el chiste y el comentario insípido, la risa y el silencio, no importaba, siempre creí en que algo interesante y productivo podía salir de todo eso.
Entre tantas conversaciones olvidadas, malgenio o depresiones asesinadas por el humo del cannabis, tenía que haber algo, pero hasta ese momento no encontraba nada, o si, pero no lograba conceptualizar la idea.
Vinieron muchas conversaciones con mi grupo de amigos y familia, las cuales se basaban en lograr cosas que para la mente del hombre común eran imposibles, y para el hombre no común, también. Se platicaba durante horas sobre el tema, tratando de armar la estrategia perfecta, para por ejemplo, adueñarse de un banco, ganarse la lotería, o un cultivo gigante para mí solo. Todo quedaba en risas y “cintas”, pero yo quería sacar algo de esa chispa graciosa e intelectual del fumador.
Entre tantas conversaciones olvidadas, malgenio o depresiones asesinadas por el humo del cannabis, tenía que haber algo, pero hasta ese momento no encontraba nada, o si, pero no lograba conceptualizar la idea.
Vinieron muchas conversaciones con mi grupo de amigos y familia, las cuales se basaban en lograr cosas que para la mente del hombre común eran imposibles, y para el hombre no común, también. Se platicaba durante horas sobre el tema, tratando de armar la estrategia perfecta, para por ejemplo, adueñarse de un banco, ganarse la lotería, o un cultivo gigante para mí solo. Todo quedaba en risas y “cintas”, pero yo quería sacar algo de esa chispa graciosa e intelectual del fumador.
Por allá, un 14 de marzo, sentado en la banca de mi antejardín con un amigo, un man de 25 años más o menos, llega a mi casa, el cual conocía ya hace mucho, pero ahora vivía en la calle por diferentes razones, (No gracias a el cannabis). Dediqué más de 25 minutos a hablar con él, a tratar de darle un consejo que lo hiciera reaccionar, me cansé de hablar y me despedí, seguido el responde:
“Gracias por los consejos, espero haberlos escuchado”
Ahí me di cuenta que jamás me prestó atención, y me reí. Esa noche me senté en la computadora, y algo nació. Los MAD (Los Marihuaneros Andan Diciendo), Conversaciones cortas, frases sueltas, y célebres, casi siempre fuera de contexto, pero con esa característica exclusiva de nuestra comunidad cannábica.
Enfocados en la idea de los argentinos “La gente anda diciendo” quise dirigirme solamente a cierto grupo objetivo, como lo son los consumidores de tan controversial planta. Después de esto, cada frase me aturdía el oído y la mente, y quería ya postearla con todos, hasta el día de hoy le pongo mi más grande empeño a éste proyecto. Aspiro a lograr que “Los MAD” sea la página número uno del país en éste tema, no sólo en divertir, sino en educar culturalmente y promover campañas y eventos que cambien las perspectiva de la gente sobre el cannabis.
Educar es la gran base en que deseo se convierta éste proyecto, tanto a los consumidores como a los NO consumidores, ya que la forma actual de represión – y no lo digo yo, lo dicen las estadísticas – no ha funcionado para nada. ¿Por qué más bien en lugar de castigar, no se educa? Si encerramos y maltratamos a alguien que consume marihuana, ¿de verdad podemos llegar a creer que “el muchacho” ya no la volverá a utilizar? ¿Enserio? Ésta y mil cosas más por el estilo quiero estallar con éste proyecto, no promover el consumo, sino educar y dar conciencia de lo que se hace.
“Los Marihuaneros Andan Diciendo” crece cada día más y más, y es muy chévere ver cómo dichos que surgieron con un grupo de amigos, también sean mencionados por otros; el intercambiar ideas y risas, opiniones y sugerencias, todo va de la mano con una pequeña ilusión que ha ido creciendo poco a poco, desde nuestros primeros 100 seguidores que eran los que viven cerca de mi barrio en Cali- Colombia, hasta llegar a colegas en Manizales, Medellín, Bogotá, Barranquilla, Cartagena, Pasto, Ibagué, Neiva, Santa Marta, Tunja, Villavicencio, Cúcuta, y no solo acá, sino internacionalmente, como en Chile, Perú, Puerto Rico, Argentina, México, España; es increíble, y sabemos que la responsabilidad de promover nuestra cultura cannábica como una cultura con valores y respeto por el prójimo es grande, por eso tenemos en mente muchos proyectos a realizar, que con el apoyo de todos queremos lograrlos.
Quería contarte un poquito sobre nosotros, y principalmente, en este artículo, agradecerte de verdad por tu apoyo, y por compartir día a día con nosotros, siempre, estaremos infinitamente agradecidos.
LOS MAD (Marihuaneros Andan Diciendo)