El candidato del Partido Libertario es Gary Johnson, un líder que aboga por la legalización de la marihuana para uso recreativo.
Johnson es candidato a la Casa Blanca por el Partido Libertario y sus oponentes en las elecciones presidenciales de Estados Unidos serán Hillary Clinton y Donald Trump.
El Partido Libertario es el tercer mayor partido del país por número de afiliados con cerca de 420.000.
El mayor logro en unas elecciones fue en las de 1980 donde llegaron a alcanzar el 1% de los votos. Este año o en estas elecciones del mes de Noviembre, esperan sacar sus mejores resultados hasta la fecha.
El Partido Libertario y sus partidarios abogan por permitir a los personas ser lo más libres e independientes que se pueda, de hecho su lema dice así: “Mínimo gobierno, máxima libertad”.
Consideran que cada individuo tiene el derecho a controlar su propio cuerpo, sus acciones, su discurso y su propiedad; y que el papel del gobierno debe ser ayudarles a defenderse por sí mismos del uso de la fuerza y del fraude. Son partidarios de una reducción del tamaño del Estado y Gobierno, y una enorme reducción de los impuestos.
El partido fue creado en la década de los setenta (1971) y parecen estar muy optimistas de cara a las elecciones presidenciales ya que sus rivales, Hillary Clinton y Donald Trump, acumulan mucho rechazo entre los votantes. Según una encuesta de ABC News y The Washington Post, el 44% de los ciudadanos consultados dijeron que les gusta la opción de un tercer partido
“Hay votantes republicanos que se sentirán engañados porque su candidatura presidencial fue tomada por una estrella de los programas de telerrealidad”, dijo Nicholas Sarwark, líder nacional del Partido Libertario, durante la Convención nacional en Florida hace unos días.
“Habrá electores demócratas que sentirán lo mismo cuando la socia del sector empresarial (Clinton) deje fuera de juego al senador Bernie Sanders en un proceso amañado”, dijo
Johnson fue Gobernador de Nuevo México por el Partido Republicano en 1995 y 2003, durante su mandato logró detener el crecimiento del gasto fiscal del estado no solo por motivaciones fiscales sino por evitar que el Gobierno se metiese en cuestiones en las que el Gobernador pensaba que no tenía espacio.
Ya en 1999 Gary Jhonson fue el primer político de muy alto rango que abogaba por la legalización de la marihuana en Estados Unidos y para que la drogadicción fuese tratada como una enfermedad y no como cuestión criminal. En 2014 fue uno directivo de una empresa de Cannabis Sativa Inc., que se dedica a producir aceites de cannabis para uso medicinal y terapéutico. También dijo que ya no utilizaba los productos de esa empresa y que si llegaba a ser presidente no consumiría cannabis.
A Jhonson le gustaría alcanzar ese 15% mágico de intención de voto que le aseguraría la oportunidad de estar en los debates electorales por la presidencia y que le proporcionaría proyección a su candidatura que difícilmente conseguiría de su campaña.
Los descontentos más jóvenes que preferían a Bernie Sanders y los republicanos que quieren un Gobierno más pequeño y que desconfían de Trump son los dos espectros del electorado que Jhonson ansía.
“Dejen a la gente honesta y pacífica decidir por sí mismos qué comer, beber, leer o fumar y cómo vestirse, medicarse o hacer el amor sin temor a ser sancionados penalmente”, dice su credo publicado en su página web.
Como muestra de humor y quizá también como una reivindicación de esta defensa de la libertad personal, James Weeks, uno de los candidatos que aspiraba llegar a la dirección del partido durante la convención de Orlando, subió al estrado con traje y corbata y en lugar de dar un discurso hizo un striptease.
A los que no les gusta ni Trump ni Clinton ya saben que tienen otra opción.
3 Responses