La osteoporosis es una enfermedad esquelética degenerativa caracterizada por un deterioro del tejido óseo. Los pacientes con osteoporosis están en riesgo de sufrir fracturas múltiples y otras discapacidades graves. Solo en los Estados Unidos aproximadamente hay 10 millones de estadounidenses mayores de 50 años que sufren de osteoporosis y otros 34 millones están en riesgo de desarrollar la enfermedad, según la oficina del Cirujano General de los Estados Unidos
Referencias iniciales con respecto al uso potencial de los cannabinoides para proteger contra la aparición de la osteoporosis aparecen en la literatura científica a partir de la década de 1990.[1]
Hasta la fecha, sin embargo, no hay trabajo clínico que haya tenido lugar investigando el uso de cannabis para esta indicación.
En la edición de enero de 2006 de las Actas de la Academia Nacional de Ciencias , los investigadores en el Laboratorio de hueso de la Universidad Hebrea de Jerusalén informaron que la administración del agonista cannabinoide sintético HU-308 desaceleró el desarrollo de la osteoporosis, estimulando la formación de huesos y reduciendo la pérdida ósea en animales.[2]
Una investigación de seguimiento publicada en los Anales de la Academia de Ciencias de Nueva York en el 2007 informó que la activación del receptor de cannabinoides CB2 redujo la pérdida ósea inducida experimentalmente y estimuló la formación de hueso.[3]
Los investigadores informaron anteriormente de que ratones deficientes en el receptor CB2 de cannabinoides tenían pérdida ósea acelerada experimentado una reminiscencia de la osteoporosis humana.[4]
Más recientemente, los investigadores israelíes en el Laboratorio de la Universidad Hebrea de hueso evaluaron la capacidad de la administración de CBD para promover la curación en ratas con fracturas de femoral mediadas. Los investigadores informaron, “Que el CBD aumenta notablemente las propiedades biomecánicas en la curación de los fémures después de 8 semanas.”[5]
Ahora, los científicos especulan que la principal implicación fisiológica de los receptores endocannabinoides específicos (receptores CB2) es mantener “la remodelación ósea en equilibrio, protegiendo así el esqueleto contra la pérdida ósea relacionada con la edad,”[6] y que lleva a algunos expertos a creer que los cannabinoides pueden ser “una nueva y prometedora diana para el desarrollo de fármacos anti-osteoporótico.”[7]
Referencias:
[1] Vratislav Schrieber. 1995. Endocrinology 1994-1995. Casopis Lekaru Ceskych (Czech Republic) 134: 535-536.
[2] Ofek et al. 2006. Peripheral cannabinoid receptor, CB2, regulates bone mass. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America 103: 696-701.
[3] Itia Bab. 2007. Regulation of Skeletal Remodeling by the Endocannabinoid System. Annals of the New York Academy of Sciences 1116: 414-422.
[4] Ofek et al. 2006. op. cit.
[5] Kogan et al. 2015. Cannabidiol, a major non-psychotropic cannabis constituent enhances fracture healing and stimulates lysyl hydroxylase activity in osteoblasts. Journal of Bone and Mineral Research. In Print.
[6] Bab et al. 2009. Cannabinoids and the skeleton: from marijuana to reversal of bone loss. Annals of Medicine 41: 560-567.
[7] Itia Bab. 2007. op. cit.
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