El cannabis es una sustancia segura, aunque como todas, puede llegar a ser tóxico si se consume en exceso, pero nunca letal. Porque toda sustancia es letal y para ello se emplea la conocida como dosis letal o LD (de las siglas en inglés “lethal dose”), una forma de expresar el grado de toxicidad de una sustancia o radiación. Como norma general se utiliza la dosis semiletal o DL50, que indica los miligramos de una sustancia necesarios por kilogramo de peso de un animal para matar al 50% de la población.
Por ejemplo para una persona de 75 kilos, la dosis letal media de la cafeína sería de aproximadamente 10-11 gramos (90-170 cafés, dependiendo de lo cargados). Del azúcar serían 2 kg. De la sal unos 60 gramos. Del agua 6,7 litros. Del alcohol unos 500ml. Pero la del THC sería de aproximadamente 1,2 gr/kg, es decir que una persona de 75 kilos tendría que consumir 90 gramos para que resultase letal. Y 90 gramos de THC sería imposible consumirlos en un momento ya que estaríamos hablando de muchos de kilos de hierba.
No hay constancia de algún fallecido por sobredosis de cannabis, aunque éso no signifique que un exceso tenga efectos negativos. Como decimos no serán letales, ni se prolongarán mucho en el tiempo. Éstos son los cinco más comunes.
PÁLIDA
Una pálida es lo más común que le puede suceder a alguien que se excede consumiendo cannabis. Se trata una bajada del azúcar en sangre y su nombre hace referencia al color de la piel del rostro, que adquiere rápidamente una palidez extrema. Otros efectos secundarios relacionados pueden ser náuseas, vómitos, pérdida de fuerza e incluso pérdida de la consciencia momentáneamente. Es algo muy desagradable, aunque su duración es bastante corta, normalmente se va tras unos minutos sentado o acostado, además de beber o comer algo con un gran contenido en azúcar.
TEMBLORES
El cannabis se ha demostrado eficaz en el tratamiento de enfermedades como la esclerosis múltiple o el Parkinson, reduciendo los temblores que producen. Pero por el contrario y aunque no existe ningún estudio formal sobre este tema, son muchos los consumidores que afirman que un exceso les produce temblores. Son por lo general episodios que van desde los pocos segundos, hasta los 30 minutos. Se especula en que es debido a los efectos estimulantes del THC en el sistema nervioso central, o incluso una interacción con el sistema de señalización dopaminérgico.
SEQUEDAD BUCAL
La sequedad bucal es algo frecuente tras el consumo de cannabis y no necesariamente tras un consumo excesivo. Aunque no cabe duda de que la sensación se vuelve más desagradable cuanto más se consume, además de poder llegar al punto de no irse ni aún abusando de cualquier bebida. Ésto se debe a la presencia de los receptores cannabinoides de tipo 1 y 2 en las glándulas submandibulares. Los cannabinoides se unen a estos receptores, bloquean la acción de los compuestos que inducen la producción de saliva, lo que causa una disminución de su secreción.
PARANOIA
El consumo excesivo de cannabis puede conducir a la paranoia social. Ésto es menos común en consumidores habituales que en consumidores con poca o ninguna experiencia, ya que se crea tolerancia al THC. Algunas investigaciones sobre este tema llegaron a la conclusión que una persona es más propensa a sufrir un episodio de paranoia tras consumir cannabis, si previamente su estado anímico no era el mejor (estrés, depresión, autoestima baja…).
PSICOSIS
Tres de cada cien personas sufrirán episodios de psicosis alguna vez en su vida. En los consumidores de cannabis, el riesgo de desarrollar algún trastornos psicótico es el doble, según algunos estudios bastante discutidos en la actualidad. La psicosis es un término genérico utilizado para referirse a un estado mental en el que la persona sufre una pérdida de contacto con la realidad, puede presentar alucinaciones o delirios, así como cambios en su personalidad, pensamiento desorganizado, comportamiento inusual, dificultad para interactuar socialmente, e incapacidad para llevar a cabo actividades diarias.
