¡Me cago en la leche! Grite cuando vi la noticia por televisión al medio día. A la policía de Colombia, un loro les frustró el arresto de una importante banda de narcos. El loro Lorenzo fue capaz el solito de amargarles el operativo, sin saberlo o sabiéndolo, se había convertido en un héroe para los narcos y, en una estrella mediática para muchas televisiones del mundo.
Narcos y Loros contra policías en Colombia. No dejan de sorprendernos todos los días los narcos de ese precioso país, pero lo de contar con la ayuda del Loro Lorenzo con ésa lengua, eso si que es echarle creatividad. Bueno, un breve resumen de la historia sería; La policía estaba acercándose a un edificio, donde los narcos posiblemente estarían haciendo de las suyas, y Lorenzo el loro cuando los vio, en un acto de bravura y en la puerta del edificio empezó a avisar a sus compinches: “corre, corre, corre que te tiran bombas. Corre, corre que te come un gato. Miau, Miau, Miau…”. La policía, no se imaginó que sería un loro campero, éste advertía a sus dueños de la presencia de policías, tal y como se le entrenó por los jíbaros de la droga, que gracias a su socio verde y con pico de oro pudieron zafarse de las garras de la uniformada colombiana. “La pena” entiéndaseme bien, fue que el pobre Loro no tubo escapatoria, en el reportaje de la televisión solo pudimos verlo encarcelado en una jaula y con cara de tener pocos amigos. Lo gracioso, lo digo así, es porque al policía que se le entrevistaba además contó, que evidentemente el loro también fue interrogado y a las preguntas de la autoridad como “¿Quiénes son tus dueños? ¿Quiere cacao? ¿Dónde hay droga?”, el loro se burlaba, los insultaba con feas palabras y les pedía chocolate. Pobre loro, siguió encarcelado o enjaulado, triste y afligido en Barranquilla (Colombia), además tuvo que aguantar los persuasivos interrogatorios, hasta que mandos superiores dieron orden de dejarlo en paz, actualmente y hasta donde sé, el loro campero Lorenzo no abierto el pico. La autoridades competentes confirmaron que en muchos operativos se habían encontrado muchos animales exóticos que los narcos habían utilizado para sus fines, pero la historia del loro les había sorprendido mucho.
Que bien nos lo pasaríamos más de uno si tuviésemos un loro como Lorenzo, un amigo fiel, un amigo que solo dice lo justo y necesario y que es capaz de perder su libertad por un amigo.