El ex primer ministro británico, Nick Clegg, dijo la semana pasada que la legalización del cannabis en el Reino Unido mejoraría la salud pública y advirtió de los “riesgos de comercialización sin restricciones”.
La legalización del cannabis podría aumentar realmente £ 1.000 millones de ingresos fiscales en las islas británicas según los demócratas liberales.
Los cálculos se basan en gran medida en el número de consumidores de cannabis que hay en el Reino Unido, y la cantidad que se fuma.
Según una Encuesta 2015/16 existen cerca de 2,1 millones de usuarios de cannabis en el Reino Unido, aunque se creen que existen más ya que a nadie le gusta decir en las encuestas si hace algo ilegal.
También el cannabis es ilegal para el gobierno federal de los EE.UU. , por lo que cualquier cifra a nivel nacional es sólo una proyección. Aunque, ajustando la población y tamaño del Reino Unido a los datos ofrecidos en Colorado donde si es legal, sería un equivalente a 2,3 mil millones de £ para la economía del los británicos.
Un informe de 2016 de un grupo de expertos independientes aprobado posteriormente por los demócratas liberales del Reino Unido , dijo que, al igual que con el alcohol, una minoría de consumidores de cannabis consumen la mayor parte de todos los producidos cannabis.
Steve Rolles, que presidió ese panel y es analista de políticas en Transform, un grupo de reflexión que hace campaña para la regulación legal de las drogas en todo el mundo, dijo al periódico británico The Independent que el Reino Unido tiene una oportunidad única para empezar de cero en un modelo que proteja a los más vulnerables de la sociedad. En particular, recomienda un modelo similar al tabaco que impone una prohibición total de su publicidad y su marca. La legalización demandaría puestos de trabajo en áreas como producción, comercial, distribución, reguladores, científicos, médicos y muchos más.
El enfoque norteamericano es típicamente de mercado libre, en Uruguay funciona con un modelo más cercano a un monopolio estatal. Las empresas comerciales compiten por licitación gubernamental para producir los productos del cannabis legales, pero la naturaleza de estos productos la controla el gobierno.
Aunque el manifiesto del Partido Liberal Demócrata no entra en detalles sobre estos puntos, el panel de expertos recomienda un modelo inicialmente restrictivo que podría ser relajado en el futuro. Esto sería más estrechamente alineado con el modelo existente en el país sudamericano.
George McBride, Director de Crime & Justice Policy en VolteFace aboga por un enfoque más de libre mercado, comenzando con una baja tasa de impuesto vinculado a la potencia del cannabis. Esto alentaría a los usuarios hacia productos más seguros, manteniendo precios bajos evitando así el mercado negro. Una vez que éste desapareciese podrían ir subiéndose los impuestos.
