La reciente legalización del cannabis en Nueva York no hubiera sido posible sin Colorado y sus leyes.
El estado de Nueva York, quizás la referencia más directa para quienes piensen en Estados Unidos, ha conquistado un nuevo derecho hace pocos días.
Las leyes que se votaron para legalizar el cannabis pusieron fin a años de discusiones y abrieron la puerta a un equilibrio de la industria en Estados Unidos, con el florecimiento de la costa este.
Pero, claro, siempre que se hable de cannabis en Estados Unidos hay que recordar cuál es la primera y más moderna referencia: el estado de Colorado, en la zona central del extenso país.
Así, tal como publica el Chicago Tribune, las nuevas leyes sobre el cannabis de Nueva York se parecen mucho a las de Colorado.
Son muchos los que piensan que la industria de la marihuana en Nueva York será similar a la de Colorado.
En ese estado, nueve años después de su legalización hay casi 1.000 tiendas minoristas y pequeños dispensarios de marihuana medicinal repartidos por todo el cuadrado.
Para muchas personas que sufren de afecciones como insomnio, depresión, trastorno de estrés postraumático o dolor crónico, la legislación también allanará el camino para un acceso más fácil.
También acercará precios más bajos a terapias con marihuana que pueden ayudarles a tratar sus síntomas y evitar la necesidad de drogas sintéticas.
Y con ello, claro, los efectos secundarios debilitantes o las interacciones potencialmente peligrosas con otras sustancias.
Nueva York sancionó la Ley de Regulación e Impuestos sobre la Marihuana, que fue aprobada por la Legislatura y promulgada por el gobernador Andrew M. Cuomo.
La letra se refleja en gran medida en el sistema de Colorado que ha permitido a los propietarios de pequeñas empresas establecer una red de boutiques y dispensarios que venden de todo.
Desde pequeñas cantidades de cannabis hasta cremas analgésicas y comestibles.
Las leyes de Colorado inspiran a las de Nueva York
El plan de Nueva York es un marco estatal de tiendas minoristas relativamente pequeñas, similar al de Colorado.
Incluso, la norma tiene un enfoque en la concesión de licencias en muchas de las comunidades donde las condenas por los delitos relacionados a la marihuana han sido los más elevados.
Esto es diferente a algunos estados donde algunos dispensarios grandes están distribuidos geográficamente y los clientes conducen a veces largas distancias para hacer compras.
Con las nuevas leyes en Nueva York, se conoció que las compañías tabacaleras, alcohólicas y farmacéuticas hicieron lobby durante años tratando de influir en el marco de la legislación.
Sin embargo, los legisladores dijeron que rechazaron ese esfuerzo de desviar sus leyes y sus intentos de tomar el control de la industria en Nueva York.
“Lo modelamos originalmente en la SLA (autoridad estatal de bebidas alcohólicas) y en cómo operamos las licorerías y bares, y luego seguimos mirando a Colorado y dijimos ‘OK’, vemos dónde están cometiendo los errores y ellos y lo estamos arreglando”, dijo la senadora estatal Liz Krueger.
La mujer, una demócrata de Manhattan, defendió la legislación con la líder de la mayoría de la Asamblea Crystal D. Peoples-Stokes, una demócrata de Buffalo.
La legislación firmada por Cuomo despenalizó al instante en Nueva York la posesión de menos de tres onzas (85,05 gramos) de marihuana, o menos de 24 gramos de cannabis concentrado.
El beneficio de estas leyes es para cualquier persona mayor de 21 años.
La posesión de cantidades superiores sigue siendo una infracción y se convierte en un cargo de delito grave cuando alguien posee más de 10 libras (4,54 kilos) de marihuana o más de cuatro libras (1,81 kilos) de cannabis concentrado.
Se espera que en el próximo año se despliegue la plataforma reguladora de estas leyes, incluida una Oficina de Gestión de Cannabis que otorgue licencias para el cultivo, distribución, procesamiento y venta.
Quien venda cannabis por fuera de las leyes en Nueva York seguirá siendo un delincuente.
Y pasará de una infracción por vender pequeñas cantidades a un delito de nivel medio por vender más de 100 libras (45,36 kilos).
Nueva York y Colorado, mismas leyes, ¿mismo destino?
Aunque persisten los estigmas, la industria de la marihuana ha evolucionado mucho en el último medio siglo y y hoy es algo más que un vehículo para que alguien se “drogue”.
Existe una ciencia y experiencia en el desarrollo de la genética y diferentes cepas de todo el mundo.
Las mismas usan técnicas avanzadas de cruzamiento que se han utilizado para cultivar plantas que tienen atributos particulares para tratar el dolor, reducir la ansiedad y medicar a quienes padecen enfermedades que van desde el cáncer al Parkinson.
Algunas cepas aliviarán la ansiedad, por ejemplo, pero no dejarán a la persona “colocada” o letárgica por el uso.
En Israel se permite la investigación médica sobre la marihuana medicinal, y según Krueger, los científicos han logrado avances en el uso de extractos de marihuana para tratar a niños con autismo severo.
“Hay un montón de problemas médicos. No se nos permite hacer investigaciones en este país, a diferencia de las compañías farmacéuticas”, dijo.
“Es difícil encontrar un producto nuevo, investigarlo y comercializarlo. Es más el boca a boca en cuyo caso la gente dirá: ‘Iré por marihuana’”.
La ley también duplica la cantidad de licencias de cannabis medicinal disponibles y permite que esas empresas tengan hasta ocho dispensarios, en vez de cuatro, y dos de ellos son puntos de venta minorista.
Para el Dr. Mark Oldendorf, que estudió la industria de la marihuana y sus aplicaciones médicas durante años, la disposición que permite a los practicantes de Nueva York certificar el uso de marihuana medicinal para pacientes con cualquier condición es un gran paso.
“Creo que eso es fantástico porque realmente será un tiro en el brazo para la industria de la marihuana medicinal aquí en el estado de Nueva York”.
“Porque ahora los médicos pueden decir que puedes consumir marihuana medicinal para lo que sea: para el insomnio, para la depresión, para lo que sea”, dijo.
En Colorado, donde muchos propietarios de dispensarios obtuvieron sus primeras semillas del extranjero, los propietarios de las tiendas minoristas también pueden cultivar y fabricar sus propios productos.
La ley de Nueva York también permite “licencias de vivero” que permitirán a alguien cultivar plantas inmaduras y venderlas a otros licenciatarios de cannabis.
Y “licencias de entrega” que permiten a una empresa realizar entregas a domicilio desde establecimientos minoristas.
Además, habrá “licencias de microempresas” que permitirán al titular cultivar, producir y vender al por menor sus propios productos de cannabis, pero con importantes limitaciones de tamaño.
También habrá “licencias de consumo en el sitio” para las tiendas minoristas que permitirán a las personas usar productos de cannabis en la ubicación.
Como en Colorado, la regulación será extremadamente estricta. Pero finalmente exitosa.
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