La regularización del cannabis aumentaría los ingresos del Estado, según sus defensores.
M. R. A CORUÑA. Las sanciones al consumo de cannabis encuentran su contrapunto en los colectivos a favor de su legalización. En A Coruña, los defensores de la despenalización de esta planta optaron en su día por organizarse en el “club social de la marihuana” Galicanna, al tiempo que se crearon negocios que, dentro de la legalidad, comercializan semillas de cannabis y productos orientados a su consumo. Un ejemplo es el local Diosa Planta, ubicado en el polígono de A Grela. Este growshop, como se hacen llamar este tipo de locales, nació como una de las tiendas pioneras del cannabis en Galicia allá por el año 2001, en la que incluso se comercializa la primera variedad de semilla propiamente gallega: el Blue-Tooth #08.
Uno de los responsables del negocio, que prefirió permanecer en el anonimato, alude a través del teléfono a la “responsabilidad del individuo” para defender la regularización de este tipo de droga. A su modo de ver, un nuevo marco legal que permitiese la comercialización del cannabis traería consigo una mejora de su calidad en el mercado y evitaría que el dinero de sus consumidores se dirigiese a los entramados mafiosos que hoy en día lo comercializan.
Su legalización también traería, a su juicio, efectos positivos sobre la economía y los ingresos del Estado. Permitir su venta supondría la emergencia de un nuevo tipo de industria legal a través de la cual se crearían puestos de trabajo y el Estado podría recaudar más impuestos para incrementar su recaudación.
A los defensores de la prohibición de esta droga, que se amparan en los posibles efectos negativos que su consumo pudiera tener en la salud, responde con las misma moneda. “Desde los 60 hay muchos estudios que demuestran que puede tener beneficios positivos para la salud y que puede ser de gran ayuda para gente enferma”, reconoce.
La tesis defendida por la policía de que el incremento de las sanciones no ha supuesto un incremento del consumo de estas sustancias es también corroborada por el responsable de esta tienda, que, detrás del mostrador, asegura que en los últimos años el nivel de consumo “está más o menos estabilizado”. Lo mismo ocurre con el perfil de consumidor. Son los jóvenes quienes más lo frecuentan pero por el establecimiento pueden verse a clientes de todas las edades. “Esto es como una farmacia, a la que suele ir la gente mayor pero también van los jóvenes. Aquí pasa lo mismo solo que al revés”, sentencia.
Fuente LaopinionACoruña