Legalizar el cannabis es una muy buena forma de recaudar impuestos, de crear empleo, de crear empresas, de fomentar la investigación y restar este poder económico al mercado ilegal.
En todas estas décadas de prohibición total del cannabis no se ha logrado combatir el consumo y lo único que se ha hecho es potenciar económicamente al mercado negro o ilegal. Esta prohibición fallida, ha supuesto una gran fuente de financiación para estos grupos ilegales. Mientras este producto de gran consumo y similar a otros legales sea ilegal, la sociedad en su conjunto no se beneficiará, el beneficiado seguirá siendo ese mercado ilegal.
La forma de que ese flujo económico cambie de dirección o de manos, es sencillamente cambiar a lo opuesto establecido en la actualidad. Hay un “principio o norma” que dice que si algo falla y se sigue haciendo lo mismo, seguirá fallando.
Legalizar el cannabis o regularlo, porque es la planta del futuro
El cannabis es una planta que por muchas razones es plantada y consumida desde hace miles de años y eso no va a cambiar. Es más, diríamos que se va a potenciar su producción por varios motivos.
Primero, su miles de usos como una gran materia prima generosa con la naturaleza esta siendo redescubierta por el conjunto de la industria y sociedad. Además, su característica en su cultivo o producción como un gran sumidero de CO2 y de limpiador de metales pesados en los suelos, es otro de sus grandes beneficios necesarios hoy.
Por otro lado, la planta para la producción de alimentos, gracias a la gran riqueza de sus semillas (proteínas vegetales o fuente de aceites grasos beneficiosos para nuestra salud), es otra de las gran aliadas para su floreciente futuro.
También, el redescubrimiento por parte de la ciencia e industria farmacéutica como aliada de nuestro organismo y por el sin fin de posibilidades, es otro argumento de peso a favor de ella.
Además, su consumo lúdico y de la misma forma que muchas personas consumen alcohol, tabaco, cafeína u otras sustancias aceptadas por la sociedad, sería una gran fuente de riqueza en forma impuestos que revertirían en esa misma sociedad.
Los beneficios económicos por legalizar el cannabis son un buen argumento
En mi opinión, la cuestión económica que produciría una posible legalización o regulación de la producción y comercio del cannabis también es una argumento de mucho peso. Y ese argumento económico, también podría ser un duro golpe para el mercado ilegal, al restarle tanto dinero.
El consumo de esta sustancia esta muy arraigado en la población y puede ser una gran fuente de recaudación y que ya varios países se benefician de ello.
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Como claro ejemplo y después de tres años de legalización en Canadá, un informe que ha visto la luz hace unos días realizado por el Ministerio de Salud del Quebec, informaba que el mercado recreativo legal ya suponía el 70% de las ventas. Antes del 2018 ese mercado canadiense y sus ventas era 100% ilegal. En 2020 y en un informe similar, se anunciaba que eran el 50% del total de las ventas las que se hacían de forma legal, un año después sube otro 20%.
Esos beneficios en formas de tasas o impuestos recaudados en Canadá, en una mayoría son reinvertidos en sanidad, rehabilitación, asuntos sociales y educación. Cuando el mercado negro era del 100%, los beneficios por las ventas eran gestionados por el mercado ilegal, la diferencia es muy clara.
Cuando hablamos de beneficios económicos, no solo se habla de los impuestos o tasas recaudadas, también de la creación de una industria en la que no solo los grandes actores tendrían cabida. Es decir, los emprendedores o el mundo rural por el establecimiento de este tipo de empresas productoras también se beneficiarían, serían una gran fuente de recursos humanos, es decir, puestos de trabajo más que necesarios.
A su vez, la creación de establecimientos para el comercio regulado de estos productos también generaría una gran creación de puestos de trabajo. Desde profesionales que atenderían estos comercios, hasta trabajadores para la manufactura de los productos, pasando por empleos en instalaciones de producción, transporte o todo lo relacionado con la implantación de ese mercado de distribución, sería otro gran argumento económico de peso.
Tengamos en cuenta que esos sueldos que generaría la implantación de una legalización o regulación de esta industria, sería otra forma de redistribuir la riqueza económica generada por esa nueva situación legal del cannabis.
Después de tantos años de ilegalidad ¿Alguien piensa que se revertirá la situación?
El cannabis durante años se ha perseguido y castigado fuertemente y los resultados han sido malos no, muy malos. Los que no quieren que se cambie su estatus ilegal ¿Qué esperan o buscan? ¿Qué el consumo no exista? ¿Qué el mercado ilegal desaparezca o que se venda gratis para que ese mercado negro no recaude? qué se espera.
A lo mejor, la táctica o pregunta con estos prohibicionistas (ciudadanos y políticos) sería preguntarles, bien seguimos con esa ilegalización ¿Qué buscáis conseguir? Si después de décadas de prohibición fallida, se sigue pensando que es ese es el buen camino, ¿Cuántas décadas mas harán falta para cambiar esa forma de pensar?
En mi opinión, 80 años de prohibición son más que suficientes para darnos cuenta de que se intentó con el prohibicionismo y falló. Con el alcohol fueron menos años, solo dos. Ya es hora de poner en marcha otras políticas con el cannabis.
Los millones y millones gastados en su consumo durante años podrían a ver sido aprovechados y repercutidos en la misma sociedad, pero claro, para ello habría que legalizar el cannabis y estar regulada su producción y comercio, claro, en mi opinión. Mac