El debate por la legalización del cultivo de cannabis en México muchas veces pasa por alto el enfoque más importante: el de los Derechos Humanos.
En ese contexto, es importante el papel que juegan los campesinos en el sistema productivo del México agrario.
El presidente de la Comisión de Justicia, Julio Menchaca Salazar, determinó que la propuesta de Ley para regular el cannabis establece las condiciones para el beneficiario del campo mexicano, sin asedio del crimen organizado, según la información del portal El Demócrata.
El Senador instó a que la actividad se realice con el control del Estado para pacificar al país, generar ingresos y respetar los derechos de quienes tienen la planta.
Menchaca Salazar participó junto con la presidenta de la Comisión de Seguridad Pública, Lucía Trasviña Waldenrath y el senador Arturo Bours Griffith, del partido gobernante Morena, en los “Diálogos agrarios por el territorio”, encuentro organizado a distancia por la Procuraduría Agraria.
Allí destacó que durante casi 100 años que ha estado prohibido la marihuana, los campesinos han sido el sector más débil, más castigado, porque siembran la planta por necesidad y la delincuencia organizada los obligan a cultivarla.
Con las condiciones que se establecen en la Ley para el cannabis regular, insisten, se da prioridad al campo mexicano.
“De manera mal intencionada se ha señalado que le da preferencia a la importación extranjera, que no se va a respetar la producción nacional, pero eso es totalmente falso”, acotó.
“Lo que se necesita es saber de dónde viene una planta para que el Estado mexicano tenga el control del producto”, apuntó Menchaca Salazar.
Beneficio para los campesinos
Hizo hincapié en que “los campesinos, sobre todo, donde han sido perseguidos, van a tener una enorme fuente de ingreso legal, que generan impuestos en un mercado de millas de millones de dólares. Con el control, supervisión y fiscalización del Estado se podrán beneficiar los productores ”, podrían.
Julio Menchaca reconoció que “
Se tienen dos opciones: eliminar los artículos de la Ley General de Salud que el máximo tribunal declarado inconstitucionales o expedir una nueva Ley que respete el derecho humano de las personas a tomar sus decisiones, dijo.
La intención de la propuesta de Ley, acotó, es poner las reglas del juego para el uso lúdico, medicinal, industrial e de investigación, a fin de que todo esté en orden.
Grabar que se
El procurador Agrario, Luis Hernández Palacios, señaló que los espacios productivos del campo para el cultivo de la marihuana en el país, han sido ocupados por bandas del crimen organizado y hoy son quienes organizan y dirigen su producción, distribución y registro.
Desplazamiento forzado
Los daños negativos sobre los campesinos y en los núcleos agrarios de este contexto, aviso, ha sido el despojo, desplazamiento forzado y la subordinación por la fuerza a aceptar el desarrollo de cultivos u obligarlos a rentar sus tierras.
Todo ello, aseguró, contribuyó a destruir el tejido social, limitar la gobernanza, generar pobreza y abandonar el campo.
También ha significado el sufrimiento penas privativas de la libertad para los campesinos que, forzados por la situación, han sido descubiertos y consignados por ese motivo.
Desde esta perspectiva, aseguró, las oportunidades que genera la legalización abrirán un cauce para la recuperación del control territorial.
La senadora Jesús Lucía Trasviña Waldenrath advirtió que si no existe regulación de la marihuana su producción controlada operando de manera ilegal y generando un gran número de problemas en el país.
“Necesitamos regularizar el cannabis para lograr la paz, porque ya no queremos esa ‘guerra’ que marcó nuestras vidas y dejó a millas de familias en el desamparo”, dijeron.
El senador Arturo Bours Griffith especifica que la rastreabilidad (o trazabilidad) es la capacidad de rastrear todos los procesos, desde la adquisición de materias primas hasta su producción, que sirve para identificar productos que representan la inseguridad para el uso de los consumidores.
Dijo que esta herramienta puede llevar a cabo un mejor control de la inocuidad de la producción, así como el tipo de producto que se puede utilizar, que no dañe la salud de las personas que tienen cannabis para uso clínico, cosmético e, incluso, para quienes la utilicen de manera lúdica.