Es habitual que durante un cultivo se presenten uno o varios problemas. Cuando se cuenta con un poco de experiencia, es sencillo encontrar el fallo y solucionarlo. Cuando se está comenzando en ésto del autocultivo, tiende a cundir el pánico al más mínimo problema. La solución puede que sea mucho más sencilla de lo que uno podría esperar, pero suele ser normal buscar en Internet cual puede ser la causa del problema y las posibles soluciones, sin pararse a pensar si podría ser la mejor solución o no.
Algo muy común es leer “hazle un lavado de raíces”, sin ni siquiera saber si el problema pudiera deberse a un exceso de nutrientes, al ataque de una plaga o incluso a las condiciones climáticas. En este post de hoy trataremos de daros unas pistas para localizar los problemas más comunes que se pueden encontrar los cultivadores de cannabis. Lo más sencillo siempre, es jugar al descarte. Recopila cuantos datos del cultivo recuerdes, y ya verás como darás con el fallo y la solución.
Empezamos hablando de las raíces, que son la parte más importante de las plantas. Además de soporte, asimilan y proporcionan los nutrientes necesarios para el desarrollo de toda la planta. Por estar ocultas, normalmente no se le presta la atención que merecen. La mayoría de los problemas comienzan en el sustrato y en la zona radicular. Si los problemas son de nutrientes, puede ser que escaseen o que se concentren en exceso.
Pero cuando se concentran en exceso puede ser por tres motivos y los tres son muy comunes. Uno es porque añadimos más nutrientes de los que la planta es capaz de asimilar. En estos casos se producen las típicas quemaduras en hojas o reblandecimiento de tallos debido a una toxicidad de nutrientes. Es lo que comúnmente llamamos sobrefertilización.
El otro motivo, se debería a un desajuste del pH del agua de riego que es algo que no suelen tener en cuenta muchos cultivadores, pese que causa la mayor parte de los problemas. Para que una planta asimile los nutrientes del sustratos, éstos han de estar dentro de un rango de entre 6 y 6.5. Por encima y por debajo de estos valores, la planta tiene dificultades para asimilar determinados nutrientes, lo que que también causará carencias. Y la planta al no asimilar estos nutrientes, se irán concentran en el sustrato.
El tercer motivo, es debido a la dureza del agua. Las plantas consumen gran cantidad de calcio y magnesio, dos nutrientes presentes en el agua de riego. Mientras las aguas blandas tienen niveles muy bajos de estos dos nutrientes y suelen ser comunes las carencias de calcio y magnesio, las aguas duras tienen niveles muy elevados. Especialmente en calcio en niveles muy altos es perjudial, son muy comunes los bloqueos de nutrientes, es decir que la planta directamente no asimila los nutrientes.
Sea como sea, los problemas de nutrientes afectarán al desarrollo de la planta. Como decimos, mientras algunos son mínimamente necesarios y la planta apenas notará su ausencia, otros son vitales y muy pronto la planta lo hará saber. Las hojas se vuelven más oscuras de lo normal, se queman en los bordes y puntas, amarillean en los nervios, amarillean completamente, aparecen zonas con necrosis… Cualquier desequilibrio de un determinado nutriente tarde o temprano causará daños en las hojas.
Determinar qué nutriente es el que falta o sobra, no es fácil en ocasiones, ya que algunos síntomas se parecen, y si se presentan varias carencias o excesos al mismo tiempo, la identificación del problema se complica. Como decimos, seguiremos descartando para averiguar la causa. Los nutrientes además de clasificarlos como macronutrientes primarios, macronutrientes secundarios y micronutrientes, podemos clasificarlos como nutrientes móviles y nutrientes inmóviles. Los nutrientes móviles son aquellos que tienen la capacidad de desplazarse por la planta. Cuando se presenta una carencia, ese determinado nutriente es capaz de redistribuirse para suplir esa falta allá donde haga falta.
Los nutrientes inmóviles, se puede deducir que no se pueden redistribuir. Además, se diferencian en las zonas donde principalmente causan las carencias. Cuando falta un nutriente móvil, la planta sacrifica las hojas más viejas para que las zonas de crecimiento continúen desarrollándose. Cuando falta un nutriente inmóvil, son principalmente las hojas más jóvenes las afectadas.
- NUTRIENTES MÓVILES: nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio y zinc.
- NUTRIENTES INMÓVILES: calcio, azufre, boro, cloro, cobalto, cobre, hierro, manganeso, molibdeno, selenio y silicio.
RESUMEN
- ¿Regulas el pH del agua de riego? Si no lo haces, comienza a hacerlo antes de tomar otras medidas.
- ¿El agua de riego es dura o blanda? Si es blanda, convendría usar algún suplemento de calcio y magnesio como epsonita o sales epson. Si es dura, convendría rebajar las altas dosis de calcio y magnesio con agua blanda (destilada, de osmosis, de mineralización débil…)
- ¿Dónde se localiza el problema? Si las hojas afectadas son las más grandes y viejas, es muy posible que se trate de un problema de los 3 nutrientes primarios (nitrógeno, fósforo y potasio). Si es en las puntas de crecimientos y hojas jóvenes, es muy posible que se trate de un problema de micronutrientes.
- ¿Exceso o carencia? Los abonos, asegúrate de que sean específicos para cannabis, ya que es una especie con unas necesidades muy específicas y diferentes a muchas otras plantas. También asegúrate de seguir las indicaciones del fabricante tanto en dosis como en frecuencia. Hojas más oscuras de lo normal y bordes quemados, suelen ser síntomas de exceso. Hojas amarillentas suele ser síntomas de carencia.