Alemania acaba de aprobar uno de los planes de marihuana médica más progresistas del mundo. La nueva ley pondrá la marihuana en las farmacias y el seguro público cubrirá los costos de los productos del cannabis como ya lo hacen con otras recetas farmacéuticas, y cuando el cannabis se prescriba para “condiciones severas”.
Alemania también comenzará a cultivar su propia hierba. Esto reemplazará la ley de marihuana medicinal que concedía permisos a las personas para cultivar sus propia medicina.
“Obviamente no va a ser tan bueno para los negocios, pero es lo que hay que hacer si se puede es ayudar a la gente”, dijo un distribuidor de la calle en Berlin.
Mientras que Alemania normaliza su cadena de suministro de la marihuana medicinal, las autoridades de la capital hacen la vista gorda sobre los distribuidores ilícitos que venden bolsas de cannabis en los espacios públicos.
“También nos vienen personas que nos compran cannabis para tratarse el dolor,” dice Menis, de 27, otro distribuidor ilegal que procede de Gambia. “Algunos no vienen más, pero muchos de ellos todavía lo hacen”.
Actualmente los precios de farmacia para la marihuana medicinal fluctúan entre los 12 y 20 euros por gramo, en comparación con el precio de la calle que está más o menos en 10 euros.
“Alemania tiene normas mucho más estrictas que las de California para la prescripción de la marihuana”, dijo Goerg Wurth, jefe de la asociación alemana de cáñamo. “Casi cualquier persona que quiera una receta puede conseguirla. En Alemania, las cosas están más reguladas y son más burocráticas que en EEUU. Los médicos comprueban para asegurarse de que la marihuana medicinal no se utiliza con fines recreativos “.
Hay aproximadamente 30 enfermedades para las que el gobierno alemán recomienda el cannabis, que van desde el dolor crónico hasta el trastorno por déficit de atención y la epilepsia. Pero incluso después de obtener el visto bueno de un médico para usar la marihuana, el sistema alemán está mucho más controlado que el modelo dispensario norteamericano.
En vez de crearse nuevas empresas que se ocupen exclusivamente del cannabis, los alemanes deben ir a las farmacias. Los médicos pueden prescribir el cannabis para una amplia gama de dolencias, pero sólo para aquellos que hayan demostrado estar “graves”, posteriormente reciben el reembolso de las aseguradoras públicas. Los médicos también tienen más influencia sobre qué tipo de cannabis pueden obtener.
“A pesar de que se puede obtener para fumar o en opciones comestibles, es más probable que los médicos sugieran vaporizadores o gotas de THC, que es menos dañino y más fácil de dosificar,” dijo Wurth.
Alemania en comparación con sus vecinos
Alemania está en el medio cuando se trata de la legislación europea sobre el cannabis. Mientras que algunos de sus vecinos todavía tienen que abordar el tema de la marihuana medicinal en el parlamento, en naciones como Holanda y España existen en ciertas ciudades el consumo recreativo legal en clubs o coffee shops
Aunque muchos estados europeos tienen regulado la marihuana médicinal, Alemania se unirá a los Países Bajos, Italia y la República Checa como uno de los pocos países donde se produce cannabis.
“Hay más movimiento para la legalización de la marihuana que nunca antes en el mundo, y no pasará mucho tiempo hasta que el primer país europeo la legalice completamente,” dijo Wurth.
Los que fomentan la legalización del cannabis ven la nueva ley en Alemania como un posible paso hacia ella, y mirando a países como los Estados Unidos y Canadá, que progresaron a la legalización después de introducir la marihuana medicinal.
“Creo que la marihuana medicinal relajará la actitud de los alemanes respecto al cannabis, especialmente la generación más vieja, más conservadora,” dijo Wurth. “La decisión de legalizarlo con fines médicos fue más o menos unánime, mientras que la mayoría de los alemanes todavía no cree que debería ser legal su uso recreativo.”
El último Informe Europeo de Drogas encontró que casi una cuarta parte de los alemanes ha probado la marihuana.
El Gobierno alemán puede carecer de voluntad política para la legalización recreativa, pero hay muchas iniciativas y gobiernos locales dispuestos a darle una oportunidad. Grupos en Berlín, por ejemplo, han expresado su interés para la ciudad, siendo un sitio de prueba para su posible legalización y así ver si un cambio en la ley podría conducir a una disminución de la delincuencia.
“Con el tiempo, se convertirá en legal en Alemania”, dijo Wurth. “Pero para ello es bueno que cuidemos de los pacientes.”
