Cheryl Shuman y sus compañeras del Club del Cannabis de Beverly Hills, en Los Ángeles, California, han llamado la atención de los medios en Estados Unidos con un mensaje controvertido: aseguran que fumar marihuana las hace ser mejores madres.
Shuman, de 53 años y madre de dos hijos, es la presidenta y fundadora del club y desde hace más de un lustro trabaja para lograr la legalización a nivel nacional de esta droga, tanto para usos medicinales como recreativos.
En 2006 le fue diagnosticado un cáncer. Aconsejada por un amigo, decidió empezar a consumir marihuana para combatir los fuertes dolores que padecía. Según asegura, eso le salvó la vida.
Su historia es similar a la de otros miembros del club, muchos de ellos mujeres, que se reúnen al menos una vez al mes en veladas en que comparten consejos y experiencias y preparan platos con ingredientes provenientes de la planta del cannabis.
Algunas sufren enfermedades crónicas debilitantes. Otras padecen ansiedad o estrés postraumático. Todas sostienen que el consumo de marihuana medicinal las ayuda a controlar los síntomas de sus dolencias y les permite tener una vida familiar normal.
La hija de Cheryl, Aimee, lo corrobora: “Cuando mi madre seguía su tratamiento contra el cáncer, era como tener a un zombi en casa. Cuando empezó la terapia con cannabis volvió a sonreír, estaba feliz. Recuperamos a nuestra madre”.
Asunto polémico
Pese a que el consumo de marihuana medicinal es legal en una veintena de estados de EE.UU., incluyendo California (también es legal para uso recreativo en Colorado y Washington), el debate en torno a esta planta sigue siendo acalorado.
Según le explicó a BBC Mundo Igor Grant, profesor del departamento de Psiquiatría de la Universidad de California San Diego (UCSD, por sus siglas en inglés), hay estudios clínicos que señalan que ciertos componentes del cannabis pueden ser efectivos como antinflamatorios y para tratar, entre otros, el dolor, la ansiedad, las náuseas y la epilepsia.
Pese a ello, Grant considera que deberían llevarse a cabo investigaciones más exhaustivas y recuerda que el consumo de marihuana medicinal debe realizarse siempre bajo estricta supervisión médica.
En California, grupos como la organización Ciudadanos en Contra de la Legalización de la Marihuana (CALM, por sus siglas en inglés), defienden que los efectos negativos que esta planta tiene sobre la salud mental de los consumidores debido a su acción psicotrópica justifican que se prohíba totalmente su uso.
Además, según señala Scott Chipman, uno de los fundadores de CALM, con el cultivo selectivo de la marihuana, en los últimos años los niveles de THC (el principal compuesto psicoactivo de la planta) se han incrementado, lo que todavía la hace más peligrosa.
Cheryl Shuman no está de acuerdo y recuerda que el cannabis también contiene sustancias que no son psicoactivas, como el cannabidiol (CBD), que se considera tiene un amplio alcance para aplicaciones médicas.
“Conversación franca”
Además de presidir el Club del Cannabis de Beverly Hills, Shuman es miembro de la Organización Nacional para la Reforma de las Leyes de la Marihuana y de la Asociación Nacional de la Industria del Cannabis de EE.UU.
El hecho de que no sea el prototipo de consumidora de marihuana ha llamado la atención de los medios, que la han invitando a participar en numerosos debates televisivos.
Sus críticos aseguran que con su cruzada en favor del cannabis, Shuman está aprovechando sus más de dos décadas de experiencia en mundo del marketing y la publicidad para sacar un beneficio económico.
Lo cierto es que le han llegado varias ofertas para protagonizar su propio reality show junto a su hija Aimee y que tiene planeado sacar al mercado una línea de productos relacionados con el consumo de marihuana.
“Con mi trabajo quiero contribuir a que haya una conversación franca sobre la legalización de la marihuana”, asegura.
“Como mujeres de la alta sociedad queremos dar un nuevo rostro al consumo de cannabis. Las mujeres son el secreto para la legalización”.
“Igual que Pauline Sabin luchó en los años 30 del siglo pasado para acabar con la prohibición del alcohol en EE.UU., puedo decir orgullosa que nosotras ahora estamos liderando la lucha para acabar con la prohibición del cannabis”, señala convencida.
Usos recreativos
Pese a que buena parte de su trabajo como activista se centra en la marihuana medicinal, también cree que el consumo de esta planta debería ser legalizado para usos recreativos, desafiando la idea extendida de que, además de tener efectos negativos en la salud, el cannabis puede llevar a consumir otro tipo de drogas.
“Queremos que la marihuana medicinal sea legal en todo el mundo y que, de alguna manera, también se legalice el consumo responsable para los adultos, ya que creo que el cannabis es menos dañino que el alcohol y el tabaco, por ejemplo”.
Quizás pecando de optimista, Shuman se muestra convencida de que en el año 2016 la marihuana será legal en todo EE.UU., algo que, en su opinión, ayudará a crear miles de puestos de trabajo y a sanear las cuentas públicas.
“Estimamos que en unos años será una industria valorada en miles de millones de dólares. No hay que olvidar que el dinero que las administraciones recaudan con la venta de cannabis medicinal va a programas importantes, con los que, por ejemplo, se ayuda a las familias necesitadas y a los veteranos”.
Preguntada sobre hasta dónde piensa llegar con su batalla para acabar con el estigma que rodea el consumo de marihuana, no lo duda.
“Están viendo cómo se está escribiendo la historia. Tengo una misión y estoy aquí para dejar un legado. Voy a gritarlo a los cuatro vientos hasta que me muera”.
Fuente BBC
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