Las bebidas de cannabis y los recipientes de aluminio en su formato más conocido, parece que no se llevarían muy bien, rebajaría la potencia. Esta relación podría traer problemas a los productores autorizados y que utilizan las famosas “latas”.
Las bebidas con infusión de cannabis han crecido en popularidad en los últimos años. Varias marcas, han optado por el envase de aluminio para envasar su producto infundido de CBD y THC como podría ser la cerveza Lagunitas.
Ahora, un estudio realizado por investigadores especializados dice que estos envases pueden hacer que estas bebidas infundidas pierdan potencia. Después de envasarse, el producto pasa a los almacenes y posteriormente a las estanterías. Este espacio de tiempo, desde su envasado hasta su consumo, podría hacer disminuir su efecto.
¿Por qué?
Por lo general, estos latas de aluminio tienen el el interior un revestimiento de plástico que evita que las bebidas tengan un sabor metálico. También sirve para reducir la corrosión de la lata y alargar su vida útil. Pero cuando las bebidas de están bajo presión, el recubrimiento puede atraer pequeñas gotas emulsionadas de cannabinoides y reducir su efecto.
“Nuestra teoría es que las partículas de cannabis, las gotas, se adherirán y se adherirán al revestimiento. Cuando abre su lata para tomar una bebida, perderá su potencia “, dijo Harold Han, fundador y director científico de Vertosa (compañía de cannabinoides) a Yahoo Finance Canada.
El cannabis para una bebida de CBD o THC requiere el uso de un principio de nanoemulsión. Éste descompone los microscópicos compuestos oleosos para que permanezcan en suspensión en la bebida y tener efectos más rápidos. También tienen una alta biodisponibilidad, con el cuerpo absorbiendo más rápido y con una mayor cantidad de THC o CBD.
Vertosa notó el problema por primera vez cuando Lagunitas migró sus bebidas Hi-Fi Hops de latas a botellas de vidrio a principios de 2019. “Entonces pensamos probar algunos revestimientos de latas. Probemos nuestras emulsiones”. Después de realizar estas pruebas, Harold Han y su equipo descubrieron que la pérdida de cannabinoides “fue horrible”.