El Supercropping es una de las técnicas de cultivo más fáciles de realizar y que bien hecha, ofrece al cultivador unos rendimientos hasta un 20% mayores. También se conoce como HST o High Stress Training (entrenamiento de alto estrés), y sin profundizar mucho más todavía, os adelantamos que consiste en aumentar el número de brotes y ramas, lo que permite que en floración haya más cantidad de cogollos.
EL SUPERCROPPING
La apical de una planta posee unas auxinas que actúan como un inhibidor de crecimiento. Ésto significa que ninguna rama secundaria la sobrepasará en altura. Pero si eliminamos esta apical, todas las ramas secundarias crecerán más uniformemente y luchando por se la apical dominante. Cualquiera habrá podido comprobar que al hacer una poda apical a una planta, ésta ramifica más rápido.
Ésto mismo también se consigue fácilmente doblando la planta y situando la apical a la misma altura que los notes inferiores. Es lo que se conocería como una técnica de bajo estrés o LST (Low Stres Training). La diferencia con una técnica de alto estrés, es que la planta en este caso no sufrirá ningún tipo de daño físico. Porque en el Supercropping a fin de cuentas, causaremos un daño a la planta.
Cuando un cultivador dobla por primera vez una planta, siempre lo hace con miedo a que se pueda romper ese tallo o rama. Y en el caso del Supercropping, este daño será voluntario y debemos ir partiendo rama a rama. El truco está en que estas roturas es que afectaren sólo a la estructura interna de la planta formada por el xilema, el floema y el cambium, que se encargan del transporte de líquidos y nutrientes.
Con ellos se ve interrumpido el flujo de hormonas hacia la punta apical y se ven obligadas a redireccionarse hacia zonas más bajas. Estas roturas regeneran rápidamente y se podrá comprobar como se va formando una callo en el tejido vascular de la zona. Con el tiempo estas zonas permiten un mayor flujo de agua, nutrientes y hormonas que poco a poco irán creando un mayor soporte en floración.
CÓMO SE HACE
Comenzaremos a cultivar nuestra semilla o esqueje, realizando una poda sobre el tercer nudo para potenciar el desarrollo de dos ramas iniciales. Cada una de ellas la doblaremos e iremos guiando hacia lados opuestos, buscando desde el primer momento cubrir la superficie de cultivo uniformemente.
Para doblar las ramas y conseguir el efecto deseado, lo idea es que la planta no esté completamente hidratada, ya que sería más fácil que en lugar de doblarse, se parta. Con mucho cuidado, sujeta con los dedos de ambas manos la sección del tallo y comienza a doblar hasta que escuches o notes un chasquido. 
Si lo hacemos bien, la corteza del tallo no debería sufrir ningún daño, tan sólo su estructura interna. Y cada rama que ya no se podrá sostener en pie, la guiamos hacia diferentes direcciones, siempre hacia el exterior para que la luz alcance los nuevos brotes que en pocos días comenzarán a nacer.
En pocos días, estas ramas que se encontraban literalmente hacia abajo a causa de la rotura de sus fibras internas, comenzará desarrollar multitud de ramas. La zona donde hemos doblado, comenzará a desarrollar un callo que al permitir un mayor tránsito de agua y nutrientes, permitirá un desarrollo más rápido.
Durante toda la fase de crecimiento y bien entrada la floración debemos ir repitiendo la misma operación en cada rama, buscando ensanchar más y más el espacio de cultivo horizontal. Si es necesario, también realizaremos alguna poda para ir liberando la zona central de demasiada ramificación.
En floración tendremos una planta con multitud de cogollos al más puro estilo SCROG, de tamaño medio pero muy numerosos. Y además conseguiremos plantas que no llamarán la atención por su escasa altura. Es una técnica ideal tanto para interior, como para exterior.
