Desde el 1 de julio de 2015, ha entrado oficialmente en vigor la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, conocida por todos como la Ley Mordaza, así como la nueva y temida reforma del Código Penal, que incluye puntos tales como la prisión permanente revisable. Un eufemismo para referirse a la cadena perpetua. Adiós 2015. Hola 1965.
Como ambas leyes requieren de un análisis profundo, hoy nos centraremos únicamente en la Ley Mordaza. Se trata de un texto legal, por llamarlo de algún modo, que multará conductas hasta ahora consideradas como derechos de cualquier ciudadano español. Léase, por ejemplo, manifestarse pacíficamente.
La nueva norma, pone la guinda a nada más y nada menos que a 16 meses de negociación, cambios y numerosos trámites respecto al borrador original. Dicho borrador fue presentado por el Ministerio de Interior en 2013 y, de un tiempo a esta parte, se ha re-redactado para ser aprobado definitivamente por las Cortes.
¿Quién estaba totalmente a favor de la ley? Por supuesto, absolutamente todo el Partido Popular. ¿Quién estaba en contra? Pues toda la oposición. Todo ello, apunta más a un régimen dictatorial que a otra cosa. Eso sí. Si cambia el Gobierno, el pueblo hará que esta absurda regulación se marche por donde ha venido. Esperaremos.
Modificación insuficiente
En efecto, se han modificado algunos puntos. A modo de ejemplo, manifestarse frente al Congreso, algo que los ciudadanos hacen simplemente por el constante descontento y decepción que reina en el país, ya no supondrá una multa de 600.000 euros (válgame Dios), sino de “solo” 30.000 eu. Obviamente, a los que se manifiestan frente al Congreso por la lucha de sus derechos, no les sobran 30.000eu en la cuenta así que, si lo que el PP quería era que el ciudadano en cuestión se lo pensara dos veces antes de sujetar una pancarta, lo ha conseguido. Vaya si lo ha hecho.
Las modificaciones hechas a la ley son, si más no, tan absurdas como el texto en cuestión. Digo esto porque ya me parecía absurdo incluirlas en un borrador. Ya me parecía absurdo presentar un texto de semejantes características y ya me parecía absurdo afirmar que todo el conjunto está dirigido a “velar por la seguridad ciudadana”.
Entre los puntos eliminados está también el de sancionar los “ultrajes a España” (ay Tejero, si levantases cabeza…) . En sí, la palabra ultraje es retrograda y totalmente obsoleta. ¿Qué es ultrajar a España? ¿ quien decide qué es ultraje y qué no? ¿ Donde está la línea que separa la libertad de expresión del ultraje? Ya solo los tintes populares y fascistas de la redacción del texto son capaces de provocar urticaria a cualquier persona partidaria del estado de derecho y defensora de los derechos civiles, morales, constitucionales y fundamentales de cualquier individuo.
Antes de estudiar, y dedicarme al Periodismo, cometí la osadía de licenciarme en Derecho. No es que no disfrutara de mi época universitaria rodeada de códigos civiles y penales pero, a medida que pasaba el tiempo, me daba más y más cuenta de que la justicia en sí, no existe. Es una falacia, una ilusión y depende de factores tan inverosímiles como del partido gobernante en ese momento. Por supuesto, ya sea por desencanto o hastío, colgué la toga y decidí dedicarme a algo más ético, como ser la voz de aquellos que no la tienen.
Es por ello que afirmo, con total conocimiento, que no todas las leyes tienen razón de ser y no todas las leyes están justificadas. Ésta es, sin lugar a dudas, una de ellas. Y ahora veremos porqué.
Motivos de sanción. Faltas muy graves.
Como bien hemos comentado antes, las sanciones pueden alcanzar la friolera de 600.000 euros. Estos casos serían los tipificados como “Faltas muy Graves”. Serían las siguientes:
(Entre 30.001 y 600.000 euros de sanción)
- Manifestaciones no comunicadas o prohibidas ante infraestructuras críticas.
- Fabricar, almacenar o usar armas o explosivos incumpliendo la normativa o careciendo de la autorización necesaria o excediendo los límites autorizados.
- Celebrar espectáculos públicos quebrantando la prohibición ordenada por la autoridad correspondiente por razones de seguridad pública.
- Proyectar haces de luz sobre los pilotos o conductores de medios de transporte que puedan deslumbrarles o distraer su atención y provocar accidentes.
Cuando se habla de “manifestaciones no comunicadas o prohibidas ante infraestructuras críticas”, se refieren a los actos de protesta. Tan simple como eso. Es decir, que a partir de este momento las concentraciones, por ejemplo, en aeropuertos en contra de las condiciones de AENA o el despliegue de manifestantes, podrá acarrear multas de hasta 600.000 euros.
Y no solo eso. La nueva ley, de hecho, permite que se castigue del mismo modo a quien organiza una protesta sin permiso que a quien difunde mensajes en las redes sociales sobre dicha protesta, aunque no haya ido siquiera. Twitter se ha convertido pues, en un arma maldita.
Obviamente, fabricar o usar explosivos me parece motivo de sanción. Mal iríamos si eso fuese legal o si alguien pudiese comprar una escopeta en el supermercado, así al tun tun. Lo de celebrar espectáculos “quebrantando la prohibición ordenada por la autoridad”, lo veo un poco más confuso y retorcido, así como lo de “iluminar” la cara de los conductores o pilotos (¿quién hace eso?). Pero bien, en estos casos, puedo llegar a entender que se aplique una multa.
Por otro lado, entre las faltas consideradas “graves”, voy a nombrar únicamente las que más han llamado mi atención. Son las siguientes:
Faltas graves
Entre 601 y 30.000 euros de multa
“Causar desórdenes en la calle u obstaculizarla con barricadas.”
De nuevo estamos frente a algo ambiguo. ¿Quién es el que considera que algo causa desorden? Por supuesto, una manifestación en contra del aborto, por ejemplo, causará cierto revuelo en las calles. Siempre hay alguien que se “emociona” más que los demás, pero no alcanzo a entender a qué se refieren con desorden. Por otro lado, ¿barricadas?. Sin comentarios.
“Impedir a cualquier autoridad el ejercicio legítimo de sus funciones en el cumplimiento de resoluciones administrativas o judiciales”
Señoras y señores, no lo adornemos. Aquí se refieren simple y llanamente a sancionar, por ejemplo, las concentraciones para impedir la ejecución de desahucios. Ni más ni menos.
Como bien decía , el mundo de la ley y el orden no entiende de moral y, con esta nueva ley, impedir que un grupo de policías deje en la calle a una mujer de 80 años o a una familia numerosa, es motivo de sanción. Así que, ya sabéis, gente con principios y valores, por favor, preparad las carteras porque esto va muy pero que muy en serio.
“Perturbar el desarrollo de una manifestación lícita”
De nuevo ambigüedad. ¿Qué significa eso? ¿Alterar el camino que seguía una manifestación? ¿Sacar un megáfono? ¿Hacer una pancarta excesivamente grande? Todo queda, de nuevo, en manos de la ley. Ella decidirá qué es y qué no es perturbar. Un ejemplo más de que, lo que realmente va a verse perturbado, son nuestros derechos civiles.
“El consumo o la tenencia ilícitos de drogas, aunque no estuvieran destinadas al tráfico, en lugares públicos, así como el abandono de los instrumentos empleados para ello.”
Y he aquí mi parte favorita. Esto significa que fumarse un porro en la calle o simplemente llevarlo en el bolsillo puedo suponer multas de 600 a 30.000 euros. Ah, y dejarse el papel al lado de una farola, entiendo que también. Estad atentos, amigos del lado oscuro.
“Plantar y cultivar drogas en lugares visibles al público”
Esto me confunde. En mi ciudad no puedo cambiar el color de la persiana que da a la calle para no romper la estética urbana. Tengo prohibido tender la ropa de cara al transeúnte y no puedo añadir ningún elemento que llame la atención por encima de los de los demás edificios. Entonces, colocar un par de plantas de marihuana en mi balcón ¿es ahora ilegal? Quiere decir que se considera mi casa, esto es, mi esfera privada, lejos del ojo público, ¿solo hasta que abra la puerta de mi terraza? ¿ Y si pongo una planta camuflada? ¿También se incluye en el grupo? Podemos empezar a colgar tomates de los cogollos para hacer invisible lo visible. ¿No es eso lo que quiere la ley?
Faltas leves
Sanciones de 100 a 600 euros
En este apartado se incluiría todo aquello merecedor de castigo, así como para darte un susto. Es decir, no te enfrentarás a multas de 600.000 euros pero una sanción de 600 te escarmentará al menos por un tiempo. Lo básico para no olvidar los tiempos de la Inquisición. Entre los puntos más destacados, estarían los siguientes:
“La celebración de manifestaciones sin comunicar a las autoridades, cuya responsabilidad corresponderá a los organizadores”
Estimados manifestantes, ya podéis ir pidiendo el Facebook a los polis de vuestro barrio, porque como se os ocurra organizar alguna sentada o manifestación pacifica sin avisarles, seréis duramente castigados.
“Las faltas de respeto y consideración cuyo destinatario sea un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el ejercicio de sus funciones de protección de la seguridad”
Con este punto, supongo que se refieren a que si un Mosso d’Esquadra consigue que pierdas un ojo por culpa de una pelota de goma disparada con su arma, mientras te manifiestas por tus derechos, ni se te ocurra alzar la voz o hacer ningún gesto. Te vas derechito al hospital y aquí paz y después gloria.
“Escalar edificios o monumentos sin autorización cuando haya riesgo de que se ocasionen daños”
Spiderman, tienes los días contados.
“El consumo de alcohol en lugares públicos cuando perturbe gravemente la tranquilidad ciudadana”
Aquí no queda claro si tomarte una cerveza al lado de un chiringuito en la playa está considerado lugar público o no. El verano acaba de empezar. Veremos cuantas multas caen.
Futuro incierto
Ironías apartes, y centrándonos en el proceso de proceso de legalización total del cannabis, está claro que los azotes que éste recibe son constantes. Esta nueva mordaza atada en la boca de aficionados , activistas y gente de la industria, no hace más que entorpecer cualquier paso que pueda darse hacia adelante. La clase política dominante trabaja para obstaculizarnos, haciendo que avanzar se haya convertido en misión imposible. Seamos pacientes.
Puede que esto no dure más que unos meses y, si de otro modo fuera, lucharemos por el cambio como hemos estado haciendo durante tanto tiempo porque, aunque también quieran arrebatarnos ese derecho, no lo van a tener nada fácil. Y es que, como suele decirse, protestar es un derecho. Reprimir es un delito.
Por Diana
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