Cuando el alcalde de Nueva York Bill de Blasio asumió el cargo en enero, los grupos minoritarios comunitarios y defensores de la justicia esperaban que su administración redujera considerablemente el número de jóvenes negros y latinos que son injustamente, y en algunos casos, de manera ilegal, detenidos y arrastrados a través del sistema judicial por la posesión de pequeñas cantidades de marihuana. Pero un nuevo análisis de los datos de detenciones del Estado por una organización no lucrativa llamada Marijuana Research Project y que estudia la política de la policía, sugiere que la administración de Blasio está en el camino de ser igual por los más de 28.600 arrestos por pequeñas cantidades de marihuana que se hicieron en la época de Michael Bloomberg en el2013. La administración tiene que revisar la política del Departamento de Policía para asegurarse de que estos arrestos son necesarios y porque fueron muchos.
La Legislatura del Estado trató de corregir el problema en 1977, cuando se prohibió a la policía arrestar a la gente por pequeñas cantidades de marihuana a menos que se mostrará al público la droga. El número de detenciones menores disminuyó inmediatamente después de aprobar la ley, pero aumentó considerablemente, de menos de 1.000 en 1990 a 50.000 en 2011. Las investigaciones han demostrado en repetidas ocasiones que los blancos y las minorías utilizan la marihuana con una frecuencia similar, pero más del 80 por ciento de los arrestados son negros o latinos. Y a pesar de que la mayoría de los casos son desestimados, los arrestos cobran un coste: Los jóvenes que se enredan aunque temporalmente en los tribunales pueden perder su trabajo y no poder alistarse al ejercito. A medida que el número de arrestos se dispara, los abogados defensores argumentaron de que los policías estaban cobrando ilegalmente a sospechosos de “posesión pública” después de revelarles la droga o de sacársela de su bolsillo durante las búsquedas constitucionalmente cuestionables. El comisionado de Policía Raymond Kelly tácitamente reconoció ese problema en el 2011, ordenando a los funcionarios a cumplir con la ley de 1977. El número de arrestos se redujo significativamente. Las 28.600 detenciones realizadas el año pasado puede parecer bajas en comparación con el número en el 2011.
Históricamente, la policía ha dado a entender que los arrestos por marihuana ayudan a sacar a los delincuentes de la calle. Pero la mayoría de estas detenciones de bajo nivel terminan en un “aplazamiento en la contemplación de despido”, lo que significa que los cargos desaparecen si la persona se mantiene fuera de problemas durante seis meses o un año(Estos casos desperdician recursos judiciales escasos y distraen a los fiscales de trabajar en delitos graves.) Por otra parte, un estudio del 2012 de Human Rights Watch encontró que sólo alrededor del 3 por ciento de las personas arrestadas por pequeñas cantidades de posesión de marihuana posteriormente no cometieron ni un delito violento.
Los nuevos datos del estado de la ciudad muestra una ligera disminución de los arrestos en el primer trimestre de este año, lo que en parte puede explicarse por las duras condiciones meteorológicas que mantuvieron a la gente en su casa. Pero los 2.657 arrestos en Marzo exceden el número de detenciones realizadas en Marzo del 2013. Además, como en años anteriores, había pocos arrestos en áreas ricas de blancos y los arrestados eran en su mayoría hombres jóvenes negros y latinos de municipios muy minoritarios. El equipo del Sr. de Blasio ha demostrado hasta ahora no tener ninguna preocupación por el problema de la detención de la marihuana. Pero las disparidades raciales extremas en las estadísticas de detenciones hacen más imprescindible que la ciudad vea más de cerca lo que está sucediendo aquí en Nueva York
Fuente Consejo Editorial New York Times