Activistas por la justicia social lamentan que después de décadas en las que las minorías fueron encarceladas por el uso y la venta de marihuana, la mayor parte de la riqueza proveniente de la naciente industria de cannabis legal se acumule en las manos de los mismos sectores privilegiados.
Hablar de la industria del cannabis, inclusive ahora que es más un negocio legal, se asocia todavía con tipos rastas de cabellos largos y hablar despacioso. La realidad es que en muchos sectores la marihuana ha superado esa imagen y está volando a alto nivel.
En los Estados Unidos, donde la legalización potencialmente seguirá extendiéndose por más estados, particularmente ahora que las encuestas muestran una mayoría de la población a favor, se habla de la “fiebre verde” en referencia al rápido desarrollo de la industria.
Pero las nuevas alturas son evidentes en otros sectores. El de la comida es particularmente notable.
Cocinar con marihuana ha superado la etapa de lo que se conoce como “comestibles”, que son los productos vendidos en los coffeeshops de Ámsterdam y los dispensarios legales en EE.UU. como brownies, galletas y palomitas de maíz. Como prueba están los muchos libros de recetas para preparar comidas con hojas, semillas y extractos de marihuana, que se encuentran en las librerías y en el internet.
Ahora la hierba ha llegado a las altas esferas de la gastronomía, y un buen número de los más distinguidos chefs del mundo, de Copenhague a Nueva York, exploran su potencial culinario, ofreciendo creaciones de cannabis en los menús de sus restaurantes famosos.
Caracterizada con un sabor a pistacho y aromas de nuez, de acuerdo con los conocedores, la marihuana se mezcla igual de bien con platos dulces y salados.
En el corazón de la campiña danesa, en uno de los mejores restaurantes de Escandinavia – el pintoresco castillo Slot Dragsholm – el chef Claus Henriksen, una estrella en ascenso en el firmamento gastronómico mundial, está haciendo noticia. En su menú, entre muchas otras finas delicias aparecen: queso de cabra fresco aromatizado con hojas de cannabis, salchichas de cerdo con crema y salsa de cannabis y un sorbete de cannabis en una cama de puré de manzana. Otros restaurantes de primera clase, incluyendo Noma, que ha sido elegido cuatro veces el mejor restaurante del mundo y el reconocido Restaurante de Roberta en Brooklyn, también incluyen discretamente en sus menús, platos en los que el cannabis enriquece el sabor de peces tropicales y postres variados.
TRANSACCIONES MILLONARIAS
En los Estados Unidos, entretanto, en las reuniones de alto nivel que la Asociación Nacional de la Industria de Cannabis, (NCIA), tiene con miembros del Gobierno y colegas empresarios, sus representantes, vestidos con corbata, camisas blancas impecables y trajes de la mejor calidad, discuten transacciones millonarias.
“Al igual que cualquier otro sector de negocios en el país, tenemos gran interés en garantizar que la política federal sea favorable a todos los propietarios de empresas relacionadas con la producción de marihuana y derivados, que son creadores de mucho empleo”, explicó Aaron Smith, el director ejecutivo de la NCIA durante una reciente reunión en Manhattan con políticos y directores de la industria.
El tema principal de discusión era el potencial de la industria de cannabis, particularmente cuando hay más estados considerando aprobar la legalización y las encuestas muestran que por primera vez la mayoría del público está de acuerdo.
El movimiento económico alrededor de las empresas relacionadas con la yerba se empieza a comparar con el de Silicon Valley en términos de inversionistas, fondos de inversión, capitales de riesgo dispuestos a verter enormes cantidades en el sector. El mercado legal de marihuana en Estados Unidos se calcula entre 20 y 50 mil millones de dólares con potencial de gran crecimiento a medida que más estados aprueben el uso recreacional.
Activistas por la justicia social lamentan que después de décadas en las que las minorías fueron encarceladas a tasas increíblemente desproporcionadas por el uso y la venta de marihuana, la mayor parte de la riqueza proveniente de la naciente industria de cannabis legal se acumule en las manos de los mismos sectores privilegiados de empresarios blancos ricos.
Y mientras los legisladores estadounidenses legalizan el cannabis en un puñado de estados y despenalizan en otros, los “potempresarios” emergen de las sombras para llevar tecnología a la industria creciente y los startups se multiplican a tal velocidad que se habla de una revolución en ciernes en la parte tecnológica. En el mercado se encuentran WeedMaps, que son los mapas de Google para rastrear los dispensarios de marihuana; Leafly, que es una plataforma para medir el ritmo y la opinión de la gente; Yelp, para comparar las varias cepas de la planta, y MassRoots, una red social para los entusiastas de la marihuana. La ‘fiebre verde’ generó 207 millones de dólares en ventas de marihuana recreativa en Colorado durante los primeros nueve meses del año, según el Departamento de Rentas del Estado. En ese período, la marihuana recreativa y médica combinadas recaudaron 52.5 millones de dólares en ingresos para el estado a través de impuestos, licencias y derechos. Por Cecilia Rodríguez