Paraguay es uno de los mayores productores de cannabis en Sudamérica y es uno de los diez países con mayor cantidad de plantaciones en el mundo. Ahora bien… ¿Qué puede plantearse para dar un corte definitivo a la actividad ilegal? ¿La legalización es una moción válida?
“Un consorcio de traficantes cariocas y paulistas domina el 70% de las áreas de plantío de marihuana en Capitán Bado y Pedro Juan Caballero (…) El millonario negocio tiene al frente al narcotraficante Marcelo Da Silva Leandro o Marcelino Niterói”, afirma en su blog de O Globo el reconocido periodista brasileño Ricardo Noblat.
Y es que recientes operativos realizados en favelas de Río de Janeiro develaron que en el Departamento de Amambay, la plantación de marihuana con financiamiento brasileño es una constante.
De hecho, según una investigación del mismo medio de comunicación, el 80% de la marihuana incautada en Río proviene de Paraguay y el restante 20% de Bolivia.
La afirmación y las cifras parecen no sorprender a nadie y no llegan a ruborizar a las autoridades.
“Paraguay es el mayor productor de la región sudamericana; de hecho es el único productor. Hay cultivos de marihuana en Chile y Bolivia, pero no llegan a tener el porcentaje de la droga paraguaya”, afirma Mercedes Castiñeira de la Senad.
“Los brasileños son los mayores financistas y los mayores consumidores. El resto de lo que queda va para Chile, Argentina porque acá se consume poco. Entre el 90 al 95% de la marihuana paraguaya es para mercados externos”, agregó la directora de Comunicaciones del organismo antidrogas.
Este 2010, la Senad destruyó 1.013 hectáreas de plantaciones e incautó más de 129.500 kilos de la misma droga. Sin embargo, la institución reconoce que la lucha antidrogas debe soportar recortes presupuestarios y por ende debe afrontar la falta de recursos. El déficit, que en ocasiones obliga a postergar operativos, solo beneficia a los narcotraficantes.
Según el Informe Mundial de Drogas 2010 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por su sigla en inglés), Paraguay produce unas 6 mil hectáreas de marihuana al año, lo que hacen unos 18.000 kilos de la droga. Entonces… ¿qué puede hacer nuestro país si su lucha antidrogas no da los resultados esperados y las pruebas de la prosperidad del narcotráfico están a la vista?
Varios políticos de la región -los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso de Brasil y César Gaviria de Colombia-, actores culturales –como Mario Vargas Llosa- hablan de una salida: la legalización de la marihuana.
Si bien “la alternativa” tiene poca resonancia local y todavía posee cierta resistencia cultural, sus defensores apuntan a que sólo la legalización llegará al núcleo de la actividad irregular y quebrará las redes del narcotráfico.
En Paraguay, el diputado Elvis Balbuena prepara un proyecto con el que pretende romper paradigmas. “Estamos preparando un proyecto, y el fin último es debilitar a los cárteles que son promocionados a través de la ganancia del narcotráfico (…) Abriéndole más a luz pública perderán fuerza los cárteles”, expresó el legislador.
Reconoció la presencia de los narcotraficantes brasileños en nuestro país y responsabilizó a las instituciones oficiales por el avance del negocio irregular: “La droga en Paraguay tiene espacio donde el Estado no tiene presencia. Esa es una región donde las instituciones públicas han perdido fuerza. En el norte del país, la mafia y los cárteles brasileños han avanzado fuertemente”.
Balbuena aclaró que el proyecto permitirá al ciudadano/consumidor tener un cultivo personal en su propia casa “sin tener que recurrir a los mafiosos de barrios bajos”.
“La marihuana como planta no mató a nadie; al contrario, hace rico a unos cuantos gracias a la prohibición. Eso crea una rosca de poderosos que actúan al margen de la ley”, aseveró.
La lucha antidroga ha sido la misma durante años; sin embargo, el narcotráfico sigue consolidándose como una permanente jaqueca para los Gobiernos de turno, porque pese a los esfuerzos, despliegues y recursos, los resultados no parecen ser los esperados. El perjuicio a los financistas ha sido mínimo y -muy por el contrario- la producción de la marihuana se incrementa. Los números hablan por sí solos: se realizan cuatro cosechas de marihuana al año cuandoantes solo había dos. En 2010 se incautaron 129 mil kilos de la droga, mientras que en el año anterior se requisaron 85 mil kilos; y por si todo fuera poco, este año se sacaron de circulación 4 mil kilos de semillas cuando en el 2009 se encontró exactamente la mitad.
Nada ha bastado. Paraguay “exporta” marihuana y “atrae inversionistas” de Brasil.
Si el sistema de combate contra la plantación y el tráfico de esta sustancia ilegal no da frutos, y en contrapartida, el negocio prospera; entonces… hay algo por plantear.
¿Es la legalización una alternativa válida? La marihuana… ¿puede ser legal?
Fuente Abc
One Response
legalizacion ya!!!!!!…. la legalizacion asusta mas a los narcos que a los politicos…