La Ley. Si bien en muchas provincias argentinas el cannabis se está haciendo lugar, las leyes federales siguen siendo duras.
Tal es así, que el autocultivo sigue siendo penado con hasta 15 años de cárcel, lo mismo que un homicidio.
En consecuencia, el Gobierno Feeral reconoce a los pacientes cannábicos, pero impide a sus familiares cultivar la planta.
En una entrevista concedida al programa radial Crimen y Razón, el abogado que más conoce la ley, explica porque es hora de despenalizar.
Se trata de Joe Stefanolo, uno de los teléfonos más a mano que tienen los cultivadores de cannabis en Argentina, también conocido en otros círculos.
El letrado es también muy conocido en el mundo del Rock argentino, donde, con un look muy particular, se mueve como pez en el agua.
Albino, su nombre real no usa celulares y, si necesitas de sus servicios, tenes que dejar un mensaje en su contestadora.
Él siempre responde.
TRES DÉCADAS
Para Joe, como le dicen, la ley 23.737 es un completo fracaso.
Sancionada en 1989, la norma no modificó la redacción de los delitos de tráfico y mantuvo el castigo de la tenencia para consumo personal.
Sí, si te pillan con un porro por la calle puedes enfrentar cargos que pueden llevarte entre un mes y dos años a prisión.
A 30 años de la sanción de la Ley de Drogas, Stefanolo, cree que se trata de un rotundo fracaso.
El legendario defensor vinculado con el mundo del rock, advirtió que, a esta altura, se debería pensar en un despenalización de los consumos de estupefacientes.
Stefanolo sabe, de todas formas, que aquello que propone tiene la resistencia de un sector que él respeta mucho: los curas villeros de Argentina.
Se trata de un grupo de religiosos no tan alineados al Vaticano, aunque sí con estrechos vínculos con el Papa Francisco, con mucha llegada a la opinión pública.
Se han ganado el respeto por un permanente y sacrificado trabajo en asentamientos y villas de emergencia, allí donde la ayuda del Estado no siempre llega.
“Ellos creen que puede ser la puerta para una especie de viva la pepa, que va crecer el consumo, pero esto no es así”, indica el abogado.
Toma como ejemplo la experiencia de otros países, donde la liberalización del consumo no generó una disparada.
Todo lo contrario, ayudó a que la persecución penal se oriente a perseguir a los narcos y no a los consumidores.
El caso emblemático en la región es Uruguay, que ya arrebató 25 millones de dólares al narcotráfico, según dijeron sus autoridades.
El letrado aporta otro dato en favor de la legalización.
Una postura que coincide con la de los defensores oficiales, quienes advierten sobre la enorme cantidad de causas generadas por tenencia de menor cuantía.
MUJERES
Hay un problema directamente derivado de la ley 23.737.
Es el de las mujeres en prisión, una cuestión que se agrava en el Norte del país, donde se extiende una frontera caliente con Bolivia.
Allí, centenares de mujeres están encarceladas por haber actuado como mulas del crimen organizado.
La fama de Stefanolo está bien ganada. Fue el abogado de una famosa causa vinculada con el consumo de estupefacientes.
El llamado caso Bazterrica, que llegó hasta la Corte Suprema de Justicia.
Es el que, en cierta forma, hace de marco legal para el debate despenalizador.
Gustavo Bazterrica fue guitarrista de Luis Alberto Spinetta y de Los Abuelos de la Nada (la banda de Andrés Calamaro) y en 1981, fue preso por tenencia de drogas.
Lo detuvieron con 3,5 gramos de marihuana y fue condenado por tenencia de estupefacientes.
La pena fue impuesta por violación a la anterior ley de drogas, que databa de principios de los 70, antes de la dictadura militar (1976-1983).
El caso llegó hasta la Corte Suprema mediante un recurso extraordinario con el patrocinio de Stefanolo y logró su absolución en 1986.
Ese día también quedó sentada una jurisprudencia: se trató del primer fallo que consideró que el consumo de estupefacientes no debe tener una sanción penal.
Como va a serlo, si corresponde a la esfera privada de las personas.
CLIENTES
El presente marco legal genera un sinfín de causas abiertas por absurdas cantidades de marihuana o plantas en cultivo.
Stefanolo ha atendido un sinfín de esos casos.
El letrado cuenta que muchos chicos y jóvenes creen que la tenencia de drogas no puede dar pie a una causa penal.
También explica que la actual ley sigue vigente y que también castiga la tenencia.
No obstante, se puede suspender la acción penal si el acusado accede a realizar un tratamiento, como si eso se tratase de una compensación.
La propia norma expone una cruda contradicción: los consumos problemáticos se deberían tratar en un hospital no en una cárcel.
“Es como que le quieras hacerla una causa a una persona que tiene cáncer”, explica Albino.
El abogado advierte sobre el peligro del consumo no sólo de drogas sino también del alcohol.
Consultado sobre el aniversario de la Ley de Drogas, responde tranquilo “Cómo dice el tango 20 años no es nada. 30 años tampoco es nada”.
Y antes de despedirse pide que se reanude la discusión por una nueva ley que contemple el consumo como una cuestión privada.