La Asamblea General de Encod que tuvo lugar desde el 24 al 26 de junio 2011 en Praga (República Checa) produjo una rica y profunda análisis de las capacidades y perspectivas del movimiento de ciudadanos europeos para poner fin a la guerra de las drogas. Más de 20 socios de 10 países compartieron sus experiencias en los contextos locales, nacionales e internacionales, y diseñaron una estrategia común para los próximos 12 meses.
La pregunta central en la agenda fue: “cómo podemos nosotros como coalición de ciudadanos hacer el uso más eficaz de nuestros limitados recursos para desafiar la prohibición de drogas?” Aunque el clima de la política de drogas en los diferentes estados europeos es extremadamente diverso y difícil de comparar, la posición desde la que actúan los socios de Encod para influenciar este clima es la misma. La prohibición de drogas no es solamente un fracaso, es una política criminal que deliberadamente perjudica a interesas públicos tales como la salud, la paz, la cohesión social y el respeto a derechos humanos. Debido al hecho de que el establecimiento político en el mundo occidental depende de la prohibición como pilar básico de esta estructura de poder, se necesita una reforma genuina de esta estructura para abolirla. Esta reforma sólo puede ser iniciada por un movilmiento de ciudadanos. Mientras tanto, gobiernos y fuerzas económicas poderosas harán esfuerzos para neutralizar su fuerza.
Un ejemplo de cómo las iniciativas de ciudadanos pueden dirigir el debate sobre la política de drogas es la formación de los Cannabis Social Clubs, asociaciones que proveen en el uso personal de cannabis de sus socios. En España y, a un nivel más reducido, Bélgica, los Cannabis Social Clubs son una historia de éxito. Han probado que es bien posible regular el mercado de cannabis para adultos en una forma transparente, protegiendo el derecho de los consumidores de obtener un producto limpio sin tener que recurrir al mercado ilegal. Sin embargo, debido a la falta de un marco legal claro que define los márgenes en los que estos Clubes pueden operar, algunas personas cuyo único objetivo es generar beneficios legales están utilizando el concepto para instalar clubes falsos. Parece que intereses poderosos financieros están detrás de una estrategia para explorar varias formas para administrar un Cannabis Social Club en España, con el propósito de establecer empresas privadas de gran escala que eliminarán el concepto de los clubes de pequeña escala.
Por otro lado, el gobierno holandés ha descubierto al concepto de club. En su afán de limitar el acceso a los coffeeshops a residentes holandeses, ha propuesto un plan para convertir los coffeeshops con dueños privados en clubes cerrados abiertos sólo a socios. El municipio de Utrecht ha comenzado un procedimiento para establecer un experimento científico con un Cannabis Social Club, que funcionaría al lado de los 14 existentes coffeeshops. Así que mientras en España unos empresarios están trando de convertir a los Cannabis Social Clubs dse asociaciones en empresas privadas, las autoridades hacen exactamente lo contrario. Ambos esfuerzos tratan de ganar control sobre el mercado de cannabis, sin necesariamente defender a los intereses del consumidor.
En los próximos meses, un grupo de trabajo compuesto por socios de Encod analizará la posibilidad para crear un código de conducta europeo para los Cannabis Social Clubs, que estaría basado en la intención original de la iniciativa: facilitar a personas adultas la creación de un circuito cerrado y sin fines de lucro entre la producción, la distribución y el consumo de cannabis. La idea sería formular una definición de los Cannabis Social Clubs que suscriben a este código de conducta a fines de hacer una clara separación entre clubes reales y falsos. Así, los actuales y futuros Cannabis Social Clubs pueden convencer a la opinión pública y a las autoridades locales y nacionales para que dejen de ser escépticos con respecto a la propuesta de los CSC a primera vista
Por Joep Oomen
Fuente y articulo completo Encod
2 Responses
Me parece un excelente concepto el de los clubes sociales, libre de lucro, actuando como si fuese una religión, no va en contra de la ley. Pero las personas que no consumen marihuana están muy convencidas de que es algo malo.
Me gustaría que los clubes hicieran algo para cambiar ese punto de vista saboteado por los intereses económicos, e intentar hacer saber que la prohibición e intolerancia son también discriminación hacia las costumbres o hábitos de una persona que tiene el derecho universal de la libertad.
Hacer saber que como la discriminación hacia las diferentes razas, hacia las mujeres, hacia los homosexuales, hacia los discapacitados, los que sufren de enfermedades.
Como todo esto!
La discriminación hacia los hábitos y las costumbres tiene que acabar.
Tienen todos mis buenos deseos
El respeto al derecho ajeno es la paz
Benito Juárez
me justaria acerme socio para poder fumar mi yois ¿ por que? estos meses son mortales an echo mas de 40 registro y lo que quedan y me justaria de corazon keme alludeis ami y a muchas personas ke siempre tienen problemas con la autoridad llevo 13 años segidos fumando hierva buena y siempre con miedo yo no ago na malo a nadie un saludo grande aver si achuchando entre todo y kitemos terrorismo mafias violencia robos