Llamamos fotoperiodo a los procesos que regulan las funciones biológicas de las especies vegetales mediante la alternancia de días y noches según las estaciones del año y el ciclo solar .
Hablando más claro, son los cambios de iluminación que reciben las plantas y regulan su desarrollo y ciclos vitales, desde la germinación a su crecimiento, floración y cosecha.
El ciclo de las plantas, sean perennes o anuales como el cannabis, está regulado por las diferencias de luz entre en día y la noche.
En invierno, con los días más cortos del año, las noches más largas y las temperaturas en las mínimas anuales, semillas y plantas permanecen en estado latente.
Con la llegada de la primavera, cuando las horas de luz y sol marcan una diferencia mayor con las horas de noche, el desarrollo de las plantas se activa, las semillas germinan y las plantas comienzan a brotar y florecer.
Maduran sus frutos a lo largo del verano y principios del otoño hasta que de nuevo las horas de noche hagan que las plantas mueran o se desprendan de sus hojas si son caducas, y entren de nuevo en un estado de letargo hasta la llegada de la siguiente primavera.
Al igual que existen plantas que necesitan mucha luz, otras necesitan menos y otras que son neutras, o sea que sus períodos biológicos no son sensibles a las horas de luz y de oscuridad.
También algunos animales siguen el mismo mecanismo, inician su actividad sexual cuando estos factores son más propicios.
Con el aumento de la temperatura también aumenta la cantidad de alimento, lo que asegura una mejor supervivencia.
Lo que que trataremos en nuestro post de hoy, es el fotoperiodo en el cultivo de cannabis y importancia es su desarrollo.
Fotoperiodo para el cannabis en exterior
Como acabamos de contar y ya sabrás, las plantas de marihuana crecen cuando los días crecen y florecen cuando éstos decrecen.
El solsticio de verano es momento del año en que el Sol pasa por uno de los puntos más alejados del ecuador y en el que se da la máxima diferencia de duración entre el día y la noche.
A partir de ese día, los días comienzan a decrecer y las noches a crecer. Y las plantas poco a poco notan esta bajada paulatina de las horas de luz.
Las plantas producen una hormona llamada florigen, y comienzan a florecer a lo largo del mes de julio para que cuando llegue el otoño y con él el mal tiempo, la cosecha esté a salvo.
Pensemos que todas las variedades que cultivamos preceden de cepas originarias de países tan dispares como Colombia o Tailandia, sativas que por el buen clima que gozan en estos países pueden completar sus largas floraciones de 4 meses.
O Afganistán o el Norte de la India, genéticas índicas que tienen que completar rápidamente su floración ante la llegada del crudo invierno.
En cada zona, las variedades de marihuana se han ido adaptando con el paso de los siglos o las décadas a las propias condiciones.
Por muy buen trabajo que hayan hecho muchos grandes breeders haciéndolas más adaptables, siguen siendo inadecuadas para muchos climas.
Una sativa de floración larga es impensable cultivarla al aire libre en zonas donde en los otoños apenas se ve el sol y las lluvias son lo habitual día tras día.
En floración, el peor enemigo de las plantas de cannabis es también el fotoperiodo y más concretamente la contaminación lumínica.
Se entiende por contaminación lumínica a la interrupción del período de oscuridad. Esto puede hacer que las plantas no florezcan o si están floreciendo se cause el fenómeno conocido como revegetación.
Es decir que las horas de luz engañen a la planta, detiene la floración y comienza a crecer como si estuviese en fase vegetativa.
El causante de esta contaminación lumínica es principalmente el alumbrado nocturno y todo cultivador de exterior debe prevenirla antes de que la época de floración se acerque.
La regla que se suele usar es ponerse de noche al lado de las plantas e intentar leer un periódico. Si llegas a leerlo fácilmente es que quizá la contaminación lumínica sea un problema en tu cultivo.
Fotoperiodo para el cannabis en interior
En interior, el fotoperiodo los podemos modificar a nuestro antojo y con ellos regular los ciclos. Pasar de crecimiento a floración es tan sencillo como poner 12 horas continuadas de luz y otras 12 de oscuridad.
Normalmente tomamos como referencia un fotoperiodo de 18/6 (luz/oscuridad) para crecimiento y 12/12 para floración, si bien es cierto que en exterior las horas de luz nunca llegan a las 18 horas.
Se trata de ofrecer la mayor cantidad posible para un mayor crecimiento, pudiendo ser válidos otros fotoperiodos como 20/4, 16/8 o incluso 24 horas al día de luz sin período oscuro.
Últimamente se puso de moda el fotoperiodo de Reinhard Delp. Consiste en doce horas de luz, cinco horas y media de oscuridad, una hora de luz y otras cinco horas y media de oscuridad (12- 5,5 – 1 – 5,5).
En floración, con esas 12 horas de luz y 12 de oscuridad nos aproximamos más a las horas que el cannabis en exterior necesita para florecer, cuando comienza a notar que los días se acortan y se apura en completar su ciclo.
Algunas sativas florecen mejor con 14 horas de oscuridad y 10 de luz, reduciendo de paso la altura que suelen alcanzar en la fase de prefloración y primeras semanas de floración.
Incluso hay cultivadores que a este tipo de genéticas las pone 48 horas en total oscuridad para forzar su floración. O se cultivan con un fotoperiodo de floración para evitar un gran crecimiento.
La contaminación lumínica en interior es muy común. Filtraciones del exterior por las entradas de aire o cremalleras del armario puede ser causa de estrés en las plantas.
Igual que en exterior, lo mejor es prevenirla, metiéndonos dentro del armario de día y con él apagado, comprobando que no se cuele ningún rayo de luz.
Este estrés es uno de los causantes de que las plantas hembra produzcan los temidos platanitos que pueden echar al traste nuestra cosecha y llenarla de semillas.
Ahorrar con el fotoperiodo Reinhard Delp
En el constante intento de buscar ahorros energéticos en cultivos de marihuana en interior cada vez los equipos cuentan con un menor consumo. Cada vez contamos con accesorios más eficientes, tanto balastros, extractores como luminarias.
Aunque aún faltan unos años para poder decir que la iluminación led ha desbancado a las lámparas de alta presión, cada vez son más los cultivadores que apuestan por invertir en ahorro de luz que suponen estos equipos.
Hoy os proponemos otra forma de ahorrar y con el que no se necesitará nada más de lo que cada cultivador de interior habitúe a usar, simplemente modificando los fotoperiodos en una técnica llamada fotoperiodo 12/1 o fotoperiodo Reinhard Delp, nombre del cultivador que lo descubrió.
Esta técnica propone reducir coste eléctrico consiguiendo unos resultados similares. Lo primero que debemos comprender es el fotoperiodo de las plantas de marihuana, con más de 12 horas de luz crece, y con menos de 12 horas de luz florece.
El fotoperiodo más empleado en el cultivo interior es 18/6 en crecimiento y 12/12 en floración. Si bien en exterior nunca nos encontraremos con días de 18 horas de luz, esta cantidad permite un mayor desarrollo. Muchos cultivadores usan fotoperiodos 20/4, 16/8 o incluso prescindiendo de el fotoperiodo oscuro y dando luz continuada en esta fase.
En floración, 12 horas son las máximas que podemos dar, y a mayor cantidad de luz, más producción. Algunas sativas y como casos excepcionales, funcionan mejor con fotoperiodos de 11/13 o 10/14 (luz/oscuridad).
El fotoperiodo Reinhard Delp en cambio, mediante un fotoperiodo intermitente en crecimiento, permite con tan sólo 13 horas de luz conseguir un desarrollo espectacular. Resumiendo, se trata de dar 12 horas de luz continuada, 5 horas y media de oscuridad, 1 hora de luz y otras 5 horas y media de oscuridad (12- 5,5 – 1 – 5,5).
Por un lado las plantas con las 12 horas de luz crecerán con total normalidad, mientras que la hora extra en medio del fotoperiodo oscuro, consigue activar las células fotorreceptoras de la planta y evita que florezca. De primeras nos encontramos con un ahorro al día de 7 horas de luz, 210 horas mensuales.
La incertidumbre llega a los cultivadores que se preguntan si esta hora de luz interrumpiendo el fotoperiodo oscuro no llega a estresar a las plantas. Los cultivadores que usan el fotoperiodo 12+1 aseguran que no, aunque también suelen matizar que en este aspecto las variedades y semillas feminizadas son más sensibles a sufrir algún tipo de estrés que las plantas y semillas regulares.
Los propios cultivadores reconocen que el crecimiento es menor que con un fotoperiodo 18/6, pero en cambio las plantas muestran menos distancia inter-nodal, algo muy a tener en cuenta en el cultivo de sativas.
En la fase de floración, la técnica Reinhard Delp propone varias alternativas. O bien mantener un ciclo continuo de 10/14 (luz/oscuridad), o bien empezar con 11/13 e ir bajando media hora de luz cada dos semanas hasta la cosecha.
En variedades floraciones largas se puede llegar a terminar con un fotoperiodo 6/18. El ahorro puede rondar las 120 horas en variedades de floración de unas 8 semanas, mucho más en sativas de floraciones de 3-4 meses.
La producción, que depende lógicamente de la cantidad de horas de luz, es menor que con el típico fotoperiodo 12/12, pero cabe destacar varios detalles. Con el fotoperiodo Reinhard Delp las plantas comienzan la floración unos días antes y estiran menos.
También se puede comprobar como por lo general, las plantas terminan la floración entre una y dos semanas antes dependiendo de la variedad que con el típico 12/12.
En total, en un cultivo tradicional de 4 semanas de crecimiento y 8 semanas de floración, el ahorro mínimo es de unas 330 horas de luz, y no sólo en consumo eléctrico de la iluminación, sino en extracción y ventilación, por no hablar de que los equipos prolongan su vida.
¿Y entonces por qué no es más conocido o más empleado por los cultivadores? Quizá un poco por desconocimiento, porque desde luego quien lo usa después es difícil que la abandone. Como siempre, la última palabra la tiene el cultivador y sus propias conclusiones. 1