La importancia de la descarboxilación en el cannabis

Muchos consumidores desconocen en que consiste la descarboxilación de la marihuana. Otros ni siquiera habrán oído esta palabra en su vida. Y puede que hasta incluso resulte complicado repetirla sin trabarse la lengua.

La descarboxilación es la responsable de que el cannabis verde que no es psicoactivo (si, has leído bien: el cannabis verde NO ES PSICOACTIVO), adquiera su típica y famosa psicoactividad.

Qué es la descarboxilación

La descarboxilación es una reacción es una reacción de oxidación en la cual un grupo carboxilo es eliminado de una molécula, formando un grupo acetilo y liberando dióxido de carbono.

El cannabis verde e incluso con varias semanas de secado, contiene muchísimos cannabinoides. Pero se encuentran en su forma neutra.

Así el THC o el CBD, los dos principales cannabinoides, son realmente THCA y CBDA. De por sí el CBD y el CBDA no son psicoactivos. Pero sí lo es el THC.

Tanto THCA como CBDA no son capaces de atravesar la barrera hematoencefálica o del Sistema Nervioso Central. Y es por lo que los efectos psicoactivos de consumir en particular THCA, son nulos.

Para que la marihuana tenga potencia, tiene que verse sometida a la descarboxilación. Y si alguna vez has comida alguna comida cannábica y no te ha subido, la pregunta sería si se ha descaboxilado previamente el cannabis.

Pero quizá te preguntes entonces ¿por qué al fumar o vaporizar la hierba sí es psicoactiva? La respuesta es muy rápida y muy simple.

La descarboxilación de la marihuana es un proceso rápido y natural que se realiza de forma automática al calentar la hierba.

Cuando fumamos o vaporizamos, la propia temperatura de combustión o vaporización hace que se transforme de manera instantánea el THCA en THC.

Cuando se cocina con marihuana, sean unas galletas cannábicas o simplemente desmenuzando un cogollo en una pizza, se debe realizar siempre la descarboxilación.

También durante el secado y el posterior curado, los cogollos van degradando la clorofila, perdiendo el color verde y suavizando su sabor.

Cómo se hace la descarboxilación del cannabis

Descarboxilar marihuana es muy sencillo y tan sólo hay que tener en cuenta dos factores. Uno es el tiempo. Y el otro la temperatura del proceso.

A temperaturas más bajas, mejor se conservarán los terpenos y las flores también conservarán un mejor sabor. A temperaturas altas el tiempo de descaboxilación será menor.

Por lo general se recomienda una temperatura de entre 100 y 120 ⁰C durante 30-60 minutos. A partir de los 120ºC, el THC se degrada a CBN, por los que los efectos psicoactivos serán menores.

En cambio la temperatura de descarboxilación del CBD es de unos 140 ºC. Así que para variedades CBD y en las que el THC es un cannabinoide secundario, la temperatura ha de ser mayor.

Cuando se cocina con marihuana se puede descarboxilar la hierba de varios modos. Una de ellas es “hornear” la hierba. Es la más común para elaborar recetas frías y con cannabis triturado.

Es muy sencillo, simplemente extiende los cogollos en una fuente y métela en el horno de 30 a 60 minutos con una temperatura de 100-120 ºC.

Y recuerda, a menor temperatura se necesitará más tiempo para descarboxilar. Si optas por 100 ºC, mantén la hierba una hora en el horno.

Cada 15-20 minutos, abre y menea un poco los cogollos con la mano. Los notarás muy crujientes, pero lógicamente debe suceder esto.

Otra opción para la descarboxilación del cannabis es integrarlo en uno de los ingredientes de la receta que vayamos a hacer.

Los cannabinoides cabe destacar que no es hidrosoluble, es decir que no se disuelve en agua. Pero sí se disuelve en materiales grasos como leche, aceite, mantequilla, nata…

Simplemente se calienta cualquiera de ellos y se les añade la marihuana previamente triturada. Como la temperatura es muy importante, no sería mala idea tener a mano un termómetro de cocina.

Durante unos 30-60 minutos cocinaremos la marihuana en el ingrediente graso escogido a una temperatura de 100-120ºC.

Para terminar se cuela para retirar la materia vegetal y ya tenemos una leche, nata, mantequilla o aceite cannábico. Se puede usar en prácticamente cualquier receta según el que por el que hayas optado.

La leche cannábica por ejemplo es genial para usar en infusiones. El aceite de marihuana se puede añadir como aliño de ensaladas. Y la mantequilla y la nata son la mejor opción para hacer postres.

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¿Se debe siempre descarboxilar la marihuana?

Pues depende. Cabe mencionar que tanto el CBDA como el THCA y según algunos estudios, tienen propiedades terapéuticas muy importantes.

Ambos son un potente anti-inflamatorio. Tienen efectos antiproliferativos contra el crecimiento del cáncer y la metástasis. Son un neuro-protector. Un anti-espasmódico…

El THCA particularmente se ha demostrado que es un gran regulador del sistema inmune. El CBDA por su parte puede llegar a suprimir la enzima COX-2, que es un importante promotor de la metástasis del cáncer de mama.

Así que la hierba sin haberla sometido al proceso de descarboxilación, es también muy interesante desde el punto de vista medicinal. Y sin los efectos que produce en especial el THC.

Pero en el caso de querer apostar por cannabinoides sin descarboxilar, se debe evitar cualquier temperatura alta durante la elaboración de la receta.

La mejor opción es añadir cannabis seco y triturado por ejemplo a una ensalada. O hacer un zumo o batido de cannabis y fruta con marihuana recién cosechada.

Conclusión sobre la descarboxilación

Este proceso no debería importarle al que fume marihuana. La propia temperatura de la combustión se encargará de que el THCA se descarboxile y el THC entre en tus pulmones.

Pero en la cocina cannábica, incluyendo la elaboración de cosmética o extractos como una tintura, la descarboxilación es muy importantes y necesaria para conseguir unos efectos psicoactivos espectaculares.