Dado que en los últimos años en la ciudad Mataró se han creado clubes sociales de cannabis, el pleno consistorial ha acordado estudiar y trabajar para posibilitar la regulación de las actividades de estos establecimientos que utilizan la marihuana legalmente permitida. Actualmente estaba suspendido el otorgamiento de licencias a estas asociaciones o clubes.
La concejal de Via Pública, Núria Calpe, admitió la necesidad de crear una regulación para este tipo de establecimientos que, por otra parte funcionan con un vacío legal que ninguna administración ha regulado todavía. En esta ciudad catalana existen siete clubs los que ya están abiertos y ofrecen cannabis a sus asociados, aunque la demanda de licencias para estos clubes de cannabis podrían doblar la cifra y de ahí la necesidad de una regulación por parte del consistorio municipal.
Entre otras especificaciones, la ordenanza restringe la acción de estas asociaciones que, por ejemplo, no podrán vender bebidas alcohólicas en su interior o deberán mantener una distancia mínima entre estos locales y otros servicios municipales de la ciudad y para regular las condiciones que debe tener el ejercicio de esta actividad.
La ordenanza, consta de 14 artículos y una disposición transitoria y una final, regula la apertura de clubes sociales de cannabis y establece un régimen de distancias entre ellos y entre éstos y los centros educativos y de salud. Asimismo, garantiza que los locales reúnan las condiciones necesarias para evitar molestias a los vecinos, y las condiciones de seguridad, salubridad e higiene de sus usuarios.
La normativa también garantiza que la actividad se lleve a cabo por asociaciones de usuarios debidamente inscritas en los registros públicos. La asociación que promueva el club social debe estar inscrita en el Registro de Asociaciones del Departamento de Justicia de la Generalitat de Catalunya.
Entre otras condiciones, la ordenanza establece que para acceder a estos locales hay que ser consumidor habitual de cannabis –hecho de difícil comprobación- y prohíbe el consumo de otras drogas o bebidas alcohólicas, también queda prohibido el cultivo de cannabis en el local. Además, la asociación debe proporcionar información y asesoramiento profesionalizado en reducción de riesgos y daños derivados del consumo de esta sustancia. La normativa también incorpora el régimen sancionador y la tipología de infracciones que se clasifican en leves, graves y muy graves. La ordenanza también ha tenido en cuenta los criterios en materia de salud pública y la ley sobre el tabaquismo.