Carrera marihuana.- Canadá será el primer país del G7 que legalice totalmente la marihuana. Detrás, el estado de California que es la sexta economía del mundo, también la ha legalizado hace unas semanas. El ministro de Salud de Israel,Yaakov Litzman, apoya las exportaciones de cannabis desde su país hacia las demás naciones, claro, si los beneficios van directamente a su Ministerio de Salud.
En Holanda, el partido conservador del Gobierno y que ha propiciado la actual y “rocambolesca” escena de los coffee shops, acaba de aceptar proponer el cultivo regulado de cannabis para estos establecimientos. Por lo tanto, un increíble giro en esta cuestión.
En el Reino Unido, voces muy importantes del espectro político están apoyando y apostando porque en la islas británicas se regule y legalice la marihuana, observando como están actuando varios de sus socios del G7. El ex vice primer ministro Nick Clegg dijo hace unas semanas “Los políticos británicos deben abrir los ojos ante lo que está ocurriendo en el resto del mundo. La prohibición del cannabis está siendo barrida por la opinión popular, que aboga por la regulación legal responsable”
Alemania quiere que el seguro publico pague la marihuana medicinal a sus ciudadanos, y en Berlin, sus autoridades proponen una semi legalización.
La actual sociedad del mundo occidental ya no ve la cuestión cannabis como se veía hace unos años, es más, está abriendo los ojos en este tema. Esa sociedad moderna del siglo XXI no comulga con la prohibición del siglo XX que no ha servido para lo que se creó. Otra mirada más inteligente después de años de experimento fallido, podría crear múltiples beneficios para esa misma sociedad. No es una tontería, ya se han visto y experimentado en estados norteamericanos donde su éxito ha sido más que rotundo.
Regular el consumo, producción y distribución del cannabis en el estado de Colorado o Washington, por poner ejemplos reales, ha supuesto miles de puestos de trabajo, cientos de millones en impuestos, millones ahorrados en problemas de justicia, más información en la prevención de consumo, merma de millonarios ingresos del mercado negro, creación de empresas con todo lo que conlleva, aligeramiento de temas judiciales, menos consumo entre la población juvenil, menos consumo de medicamentos opioides, creación de escuelas, ayudas a desfavorecidos, control de la venta, menos toxicidad en los productos y así sin parar, podríamos seguir relatando beneficios para sus ciudadanos de la legalización total.
Todas las naciones del mundo están viendo lo que ya ha ocurrido en Colorado y Washington, los “ratones de este laboratorio”.Otra cuestión, es que el aspecto medicinal del cannabis ha ayudado ha que esta planta sea vista por la ciudadanía con otros ojos. Sin dudad, la ayuda terapéutica que esta proporcionando el consumo de cannabis o de sus cannabinoides a miles de personas, ha sido el otro gran artífice para este significativo cambio de rumbo de la opinión mundial.
El consumo de marihuana o cannabis tan arraigado en la población actual debe ser regulado y la sociedad debe beneficiarse de esa regulación. Cuando un producto esta regulado en el mercado, evidentemente esta sujeto a los controles de calidad y a las imposiciones fiscales que repercuten en todos.
Regular el mercado recreativo
El mercado recreativo debe regularse, la venta o comercio de marihuana debe estar regulada. Cuando consumimos un producto nos gusta tener la seguridad de que ese producto que vamos a consumir ha pasado un mínimo control de calidad. Nos gusta tener a ciencia cierta la seguridad de que el producto que vamos a consumir es cien por cien seguro.
Solo con una regulación de la planta, desde que nace hasta que llega a su punto de venta, sería la única forma de tener una plena seguridad de que el producto es apto para nuestro consumo. El mercado negro, que existe porque hay consumidores y no establecimientos para su venta, está suministrando cannabis si un pequeño control.
Los que hemos comprado alguna vez sabemos que prácticamente no compras dos veces la misma calidad, de hecho, a veces muchas personas no tiene la seguridad de una mínima calidad o potencia. También, no se sabe si los productos utilizados para cultivar ese producto son los correctos para la planta o nuestra salud y el consumidor no tiene un estándar que sirva de referencia no quedándole más remedio que aceptar lo que le proporcionan.
El precio abonado por la compra del cannabis en muchísimas ocasiones difiere en demasía de un proveedor a otro y con el solo argumento o palabra de éste último de que “es mejor calidad” la suya. Una correcta regulación del cannabis crearía establecimientos o dispensarios donde el cliente podría exigir una aceptable calidad, un precio establecido por mercado y un local donde poder informarse correctamente del producto a consumir, además de un espacio donde plantear las quejas.
Si se controla la producción o cultivo, el transporte, su comercio y el producto paga sus impuestos como otro más, entonces estaríamos ante un producto del cual se puede informar abiertamente sobre sus posibles consecuencias o efectos secundarios no deseados por su consumo. También la información, proporcionaría otras formas de consumo para el usuario que podrían minimizar sus efectos, como podría ser su ingestión en vez de fumar, por ejemplo.
No hace falta decir que un producto de consumo recreativo tan arraigado en la sociedad como el cannabis, el solo hecho de poderse legalmente comprar, incrementaría sustancialmente las arcas de los impuestos.
Recordemos que solo el tabaco y el alcohol están en este grupo de sustancias lúdicas que tributan y todos ya sabemos los millones en impuestos que proporcionan sólo estos dos productos. Sumemos la marihuana o sus productos a este grupo que paga muchos impuestos y veamos como también beneficiaría a la sociedad está regulación.
Ésa misma regulación traería otro gran beneficio para los ciudadanos, sencillamente restemos todo ese dinero que acabaría en el fisco a un mercado negro con todo lo que significa eso.
Una buena regulación también ayudaría a tener más control sobre los establecimientos y alejaría a los más jóvenes de estos locales al poder controlar su acceso. También, al no ser una sustancia prohibida “por los mayores” se evitaría el encanto de los más jóvenes por “lo prohibido”.
La regulación de su producción y comercio podría crear tres tipos o formas de abastecimiento para los usuarios:
-Establecimientos o dispensarios donde los usuarios podrían acceder al producto con una mínimas garantías de calidad y variedad de productos e información de consumo. En este caso nos fijaríamos en los dispensarios canadienses o estadounidenses y también en los coffee shops holandeses.
-La creación de asociaciones o clubes de cannabis como en España y otros países, también sería un buen resultado de esa regulación. Si hay usuarios que prefieren consumir en un espacio privado y organizado por ellos mismos y, cumpliendo con unas normas establecidas, pues perfecto. Unas normas de cumplimiento obligado y pactadas por todos es una perfecta solución para que ciudadanos y clubes tengan garantizado un control en todos los aspectos, un suministro de calidad garantizado y un respeto a lo establecido.
-Una perfecta regulación como ya hemos visto en ciertos estados norteamericanos, lleva implícito que las personas usuarias puedan auto cultivar en sus domicilios y así tener su abastecimiento garantizado y no tener que depender de otras fuentes de suministro.
Una correcta regulación solo puede traer beneficios a la sociedad, para las instituciones porque proporciona a sus ciudadanos unas normas de cumplimento que además traería unos beneficios económicos. Para los ciudadanos, ese beneficio se traduciría en un alejamiento del mercado negro, un abastecimiento de calidad o propio y una repercusión de esos beneficios económicos en ellos mismos.
Regular un mercado de cannabis medicinal
Clínica canadiense de marihuanaEl cannabis es una planta que se ha utilizado durante miles de años por su beneficios medicinales, pero una prohibición que dura tantos años ha propiciado que la investigación con la planta haya sido mínima y que no haya estado documentada por la ciencia moderna como debiera. De hecho en la actualidad, un tipo de dolencia podría tener diferentes consejos médicos según la zona del mundo donde uno se encuentre. Por ejemplo en California podrían recetarte cannabis para unas ciertas dolencias y en Moscú, por lo mismo, te podrían recetar un opioide.
Eso es debido a que años de ilegalidad de la planta y su prohibición no ha permitido muchos estudios más exhaustivos que pudiesen poner e informar al colectivo médico con garantía contrarrestada por esa misma investigación. Si estamos hablando de una planta que podría ser llamada como “milagrosa” por la gran cantidad de ayuda terapéutica que puede proporcionar, una perfecta regulación en este campo médico o de investigación, daría enormes beneficios a los ciudadanos.
Solo diré y con información ya contrastada, que en los estados norteamericanos que es legal la marihuana medicinal, han bajado las muertes por medicamentos opioides recetados y por suicidios. El acceso legal en si a la marihuana medicinal ya es un beneficio para la sociedad, solo por tener una alternativa natural, segura y dirigida por un facultativo médico, su regulación debería ser una máxima para las instituciones.
La regulación del cannabis medicinal no tiene parangón en ningún producto, por lo tanto debemos basarnos en los ejemplos que ya existen a lo largo del mundo. Estados Unidos, Canadá e Israel son tres claros ejemplos de que la marihuana medicinal es una bendición de la naturaleza y que su regulación solo a traído grandes beneficios para la salud de los ciudadanos y ha creado un nuevo nicho de mercado en este ámbito.
Las clínicas o centros médicos y los doctores más enfermeras especializados son un colectivo controlado y donde la seguridad en el tratamiento lo proporciona el control de la calidad del producto y la información recibida por sus profesionales. Solo una correcta regulación en este campo proporcionaría la creación de facultativos bien preparados, instalaciones especiales y un control exhaustivo de la calidad del cannabis.
El aspecto medicinal de la planta es por ahora el que conlleva más aceptación por parte de las distintas naciones que han visto en este campo, una mayor facilidad y posibilidad de aprobación por parte de ellos. De hecho, en la actualidad existe una carrera de los distintos países en todo el mundo por ser uno de los primeros en regular este campo y en comenzar con esta industria médica.
Muchos países que se han dado cuenta de este giro con el cannabis en su aspecto medicinal, no quieren quedarse atrás y basta leer las noticias diarias para darse cuenta que un gran grupo de gobiernos están comenzando a legislar, otros están ya valorando claramente la medida y otros comienzan con reuniones de expertos para no ser los últimos de la clase.
La gran tarta del cannabis, quien se quedará el último
Todos estos movimientos a nivel mundial que rodean al estatus legal o ilegal del cannabis, están propiciando re-vuelos institucionales donde nadie quiere ser el último. Unos gobiernos optan por ser los primeros y comienzan a regular o legalizar, otros siguen anclados en las medidas disuasorias probicionistas que durante tantos años no han funcionado y otros observan cuales son los réditos o beneficios de los más adelantados.
El gran movimiento legalizador que esta planeando en la actualidad sobre los países occidentales, es que este último grupo de países que esta a la expectativa de los resultados de las distintas regulaciones se han cerciorado que éstas han funcionado. Y es éste grupo de “países observadores”, los que están preparándose en la casilla de salida.
La gran carrera de la legalización no comenzó que los primeros estados o países que legalizaron la marihuana, la verdadera regulación o legalización del cannabis llegará cuando “el gran grupo o pelotón” de naciones observadoras comience con el primer paso. Éste primer paso o primera piedra ya ha comenzado.
Los primeros movimientos hacia este nuevo estatus legal del cannabis ya lo estamos viendo y parece ser que será gracias a su aspecto medicinal. Ya nadie puede seguir con los ojos tapados, la investigaciones sobre las ventajas terapéuticas del cannabis y sus cannabinoides son una evidencia científica ya.
A ninguna persona o gobierno se le escapa que los problemas por consumo de cannabis son infinitamente pequeños en comparación con otras sustancias que la sociedad si acepta y tiene legalizadas. Su origen natural y los enormes beneficios relacionados con el ser humano durante tantos años es una muestra de que siempre estuvo al lado de la civilización y que lo seguirá estando.
Los países han comenzado con su estudio y regulación de su variante médico. Es el primer paso para esas naciones que hasta ahora solo querían observar como actuaban los más adelantados de la clase. Lógicamente al ver esos factibles resultados nadie quiere ser la diana del no creyente.
Otro aspecto que también nos está diciendo que la carrera de naciones por la legalización ya esta en marcha, aunque sea la medicinal, es porque tampoco tiene que ver el color político, es decir la derecha o izquierda.
Si los liberales de Canadá han legalizado la marihuana para el uso adulto lúdico, Uruguay con su “izquierdista Mujica” se adelantó con la medida legalizadora. Estados norteamericanos y republicanos como Alaska, también legalizaron la marihuana y en su misma nación pero en la otra orilla de la política, el demócrata estado de Washington también la legalizó.
Al norte de Europa los parlamentarios británicos de todas las facciones abogan por legalizar el cannabis y al sur de África, Sudáfrica, también sus correligionarios abogan por esta medida en su nación. México no se va quedar quieto mientras al otro lado de su frontera como California se legaliza, y voces en las mas altas esferas de su Gobierno están estudiando la apertura.
Los tres grandes mercados mundiales para el uso del cannabis, bien sea recreativo o medicinal, podrían ser:
El grupo de países que tiene su hermanamiento en la habla inglesa o anglosajona y con Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Canadá o próximamente Reino Unido (a tenor de los últimos movimientos) al timón.
La vieja Europa, sería el otro gran grupo mundial donde encontraríamos a otro gran mercado del cannabis en sus dos aspectos , el médico y el lúdico.
El mundo latino americano es el otro gran grupo de naciones que esta observando y siguiendo los pasos o seguirá esta corriente legalizadora del cannabis. Colombia, Chile, Argentina, México, el Caribe, Uruguay y más son ya el ejemplo por estos lares.
También África, por ahora no está en los tres grandes grupos anteriores pero está en el camino. Países del magreb como Marruecos son posiblemente los mayores productores de cannabis del mundo y podemos bajar al centro del continente o al Sur para ver como la dagga(cannabis) es muy venerada además de tener a grandes políticos que abogan por su legalización en sus respectivas naciones.
En Asía, la mujer del primer ministro japonés agita la existencia de otra visión con el cannabis medicinal y envía a las instituciones a que tengan una mirada retrospectiva de su historia en donde encontrarán a esta planta y sus enormes beneficios junto a sus antepasados.
Podríamos alargarnos observando la gran carrera de los países con el cannabis, pero para empezar la carrera lo primero que hay que hacer es convencerse de estar en la meta de salida, y éso, a tenor de los claros movimientos, ya esta sucediendo.
Comienza la carrera y, tonto el último, porque tendrá menos industria asociada teniendo que importar productos, tecnología, saber hacer y posiblemente, sus ciudadanos menos beneficios de toda índole. Por Mac