Un ciudadano de Pensilvania, sospechoso de varios asaltos, ha admitido haber usado un cerebro humano que robó para crear la marihuana que consumía más potente.
El martes pasado Joshua Long, de 26 años, ha sido acusado formalmente de un delito menor por abusar de un cadáver y por conspirar para cometer el abuso.
Un familiar del sospechoso, la tía, descubrió en una bolsa de plástico oculta bajo el porche de una caravana (casa móvil) donde vivía un amigo de Long el cerebro de un cadáver, dijeron los investigadores.
Lo cuestionó y él confesó que era un órgano humano que él y su amigo usaban para empapar la marihuana en el formaldehido, el líquido que sirve como conservador de órganos.
Las autoridades confirmaron que el efecto de fumar la llamada “marihuana mojada” es muy intenso y peligroso, y puede causar alucinaciones.
Los sospechosos hasta le dieron un nombre al cerebro, le llamaban “Freddy”.
La policía supone que era un espécimen destinado a la enseñanza educativa.
“Estamos tratando de descubrir de dónde salió”, dijo el agente estatal Robert Hicks a la cadena Fox. Buscan información para devolverlo a donde pertenece.
Las autoridades también están investigando a Zoller y a Angela Micko, familiar de Long por su posible complicidad.