A veces cuando se opina sobre un tema y desde un punto de vista, éste último siempre esta basado en nuestra propia forma de entender el hecho o tema. Por eso, sabiendo que todos los temas o hechos, nunca son vistos por todo el mundo por igual, es normal que unos hablen de “todos a la cárcel” y otros hablen de “legalización”. Tampoco hace falta que diga que hablamos de marihuana.
He podido hablar con personas enquistadas en su postura sobre el tema cannabis, personas que desde que tienen uso de razón han tenido siempre la percepción que el asunto del consumo de marihuana era solo de malhechores, personas “drogadictas”, que infringen la ley y que su espacio en la sociedad debería ser la cárcel o el castigo. Estas formas de pensar, normalmente de cierta edad, son de las que han crecido con el buen vino o anís del pueblo (drogas legales) y la mujer en casa, cuidando a los niños y poniéndole la mesa. A estas personas les diría que si pudiésemos viajar en el tiempo y que ellos hablasen con las personas anteriores a su ilegalización, allá por 1937, veríamos lo que les contarían esas anteriores generaciones, ésas pensarían, que como se puede prohibir una planta que han cultivado durante cientos de años y ha sido su sustento de vida, -¿Qué los americanos dicen que es mala para qué…? -¿Qué yo en mi huerto no puedo plantar qué?- Dirían estos antepasados nuestros.
También lógicamente, he tenido muchísimas ocasiones de hablar con los “legalización” y tengo que admitir, que la edad en este grupo de opinión es mayoritariamente más joven, pero no jovencitos. El dato no es importante pero si significativo, los que no conocieron la dictadura española y los que se identifican mas con el siglo XXI que con haber nacido en el siglo XX, éstos no ven lógico que la sociedad moderna pueda endemoniar a una planta que nos dio la naturaleza, que no mata (como el alcohol), que ayuda a combatir tantas enfermedades, que podría crear industria que no contamina y porque no decirlo… que embriaga naturalmente en su utilidad lúdica. Planta que las generaciones actuales y venideras no ven como una amenaza a la raza humana, cuando se ilegalizó parecía que decían eso, planta que en su autocultivo está alejando a personas del narcotráfico callejero, con todo lo que supone eso y desde luego, éste colectivo pro-cannabis no cree que nadie deba ir a prisión por plantar o consumirla.
Jandri, es un Robin Hood moderno, un tipo genial, un bonachón, un personaje de esos que nunca dejaría tirado a un débil o enfermo, de esos que a veces piensan más en el otro que en uno mismo (error) y así es. Muchos enfermos que han encontrado en la marihuana una ayuda en la guerra con su enfermedad, tienen muy serios problemas para conseguir su medicina natural, esta sociedad basada aún en unas leyes anticuadas respecto al cannabis, no dejan muchas alternativas legales para aquellos enfermos que quieren conseguir o plantar su propia medicina. Es precisamente ahí donde entra nuestro Robin Hood XXI, éste valiente y noble amigo de estos enfermos, ha sido cortado de lleno en sus pretensiones de ayudar este colectivo, en su espacio de cadena entre los enfermos y las plantas, la autoridad competente le ha “cortado sus alas”, ya “no puede volar” sin ellas. –Imagínate que tu eres Robin Hood encima de un árbol, estirando tu flecha y apuntando, en ése instante notas en tus mayas verdes como te apretan fuertemente tus partes bajas, es imposible que aciertes en tu blanco-. Algo así le ha pasado al bueno de Jandri, lo mas triste es que muchas personas van a tener serios problemas para producirse su propia medicina y cuando la salud de uno esta en juego, no se entiende de leyes. No hay mas ley para uno que la de su derecho divino, el derecho a cuidar de uno mismo como se quiera o se crea conveniente.
Por eso, desde aquí todo mi apoyo al Robin Hood XXI, espero que todo se desenrede bien y que la justicia no castigue al que quiso ayudar a los enfermos sin ayuda. La ley debe de ser justa, la ley se creó para amparar a los débiles e impartir justicia, no para damnificar a los enfermos y castigar a los nobles de corazón.
En mi opinión, escuchemos también al colectivo que utiliza el cannabis para mitigar sus enfermedades, ayudémosles a hacer más sencilla su vida y tengamos en cuenta que mañana podemos ser nosotros los que tengamos que pedir nuestra plantita y tengamos posiblemente que buscar a un RoBin Hood XXI
Mac