Hasta el más ingenuo en cuestiones cannábicas relaciona casi en forma instantánea a la isla de Jamaica con la planta de marihuana, aunque esto podría cambiar.
Y si te gusta mucho la mota, de seguro has imaginado al pequeño país centroamericano como un verdadero jardín del Edén, repleto de bosques de cannabis y gordos cogollos.
Ese paraíso podría vivir sólo en tu memoria por culpa de diversos factores, los cuáles son analizados por el portal GQ.
El tema preocupa a los líderes de la industria en ese país, sobre todo por los factores que han detonado que el cannabis no se encuentre en ante un panorama positivo de crecimiento.
Y todo sucede en la región más poderosa del mundo en relación a la planta.
“Es una vergüenza cultural”, señala Triston Thompson, uno de los principales emblemas de la industria en Jamaica.
El hombre que comenta que no puede ser posible que un país como este atraviese un momento difícil si de marihuana se trata.
Muchas economías locales e internas dependen directamente de la producción, distribución y venta no sólo de cannabis sino de productos relacionados con la planta.
Aunque en Jamaica la marihuana no es del todo legal, sí se le reconoce a este paradisiaco destino por su calidad, diversidad y experimentación en general que se lleva a cabo gracias a la planta.
También por ser la cuna del movimiento rastafari, que en 2021 cumple 105 años, y que se está quedando sin su sustancia inspiradora: la marihuana.
Jamaica es sinónimo de marihuana y también rastafari, la cultura que desde los años 30’s gira en torno al movimiento social que rodea a la planta.
Entonces, ¿qué es lo que está afectando principalmente a la escasez de la planta?
Según GQ no hay dudas de que esto se debe a un crecimiento en el mercado ilegal y el consumo de la planta que se ha popularizado en esta región.
Es que todos los años y en todas las épocas, el país recibe a miles de visitantes de todo el mundo que acuden para conocer el movimiento.
Pero también, y fundamentalmente, para consumir cannabis del bueno y diferente dentro del mejor ambiente que existe en el planeta (en relación con la planta, claro).
CONSUMO DE MARIHUANA EN JAMAICA
Existe una gran influencia mediática en torno al consumo de marihuana que proviene de aquellos países que han legalizado, aunque esa no es la realidad en Jamaica.
En los últimos años, la discusión sobre el uso del cannabis y la aprobación en los principales países del mundo se encuentra tan avanzada que muchas cosas inimaginables ya son legales.
Por ejemplo, cultivar en casa, portar cierta cantidad de gramos o hasta consumir en espacios abiertos, cosas posibles en potencias como Estados Unidos y Canadá o en Uruguay o Países Bajos.
Sumado a esto, el uso de la planta de manera medicinal mediante el CBD (propiedad no psicoactiva de la planta) ha avanzado de manera rápida.
Su uso como tratamiento para enfermedades como el cáncer ya está permitido en muchos lugares del mundo.
Un mercado creciente en torno a la planta de marihuana, del cual Jamaica no tiene interés en participar.
Desde 2105, Jamaica permitió un ajuste en las normas que regulan a la planta que involucran su uso medicinal y el poder poseer dos onzas, o sea,
También tener en casa hasta cinco plantas en desarrollo.
Estos avances fueron tomados como gestos por parte del Gobierno , por lo que las múltiples iniciativas que buscan comercializar de manera legal han expandido el comercio.
Sin embargo, este cruce de ideales y comercial que se encarga de distribuirla a puestos legales ha encontrado un cruce importante de intereses.
Por un lado están las industrias emergentes ya existentes, por el otro, un sinfín de mercado ilegal que ha ocasionado que Jamaica se esté quedando sin marihuana.
Un problema similar al que atraviesa -y que está dejando atrás- Canadá desde su legalización.
JAMAICA, CLIMA, GOBIERNO Y MARIHUANA
Sumado al problema descrito, la aparición desastres naturales como el huracán de 2020 y las condiciones climáticas que se suscitaron (en particular intensas lluvias) han ocasionado pérdidas millonarias de los plantíos.
Kenrick Wallace, líder de la industria, ha declarado que tan solo en los últimos meses ha perdido decenas de miles de dólares debido a la poca producción que las condiciones climáticas le han permitido sembrar.
Del promedio de 700 libras que produce en un periodo como el medido, tan solo han podido lograr de manera adecuada producir 300 libras.
El resultado de esto fue una pérdida de casi el 60 por ciento. Su caso no es aislado.
Otra de las situaciones que agrava el problema es que la CLA (Cannabis Licensing Authority) ha declarado que la escasez es mentira y que la industria se encuentra en un gran momento.
Esto contradice a los productores de primera mano, quienes señalan que el principal problema es la distribución obligada a las casas de venta licenciadas.
Estas venden el producto de cinco a 10 veces más caro de lo que se vende informalmente en la calle.
La situación obliga al consumidor a acudir a prácticas ilegales antes de comprar en forma legal que debe ser abastecida y que no está redituando cómo la industria estaba acostumbrada en los años pasados.
Legalizar la marihuana y todas sus prácticas comienza a traer discusiones y problemas entre los productores de la industria.
Pero si un país como Jamaica comienza a tener problemas tan serios, los demás países deberían comenzar a replantearse cómo y de qué manera evitar colapsos en la industria de la marihuana.
Una industria que comienza a dejarle mucho a los emprendedores emergentes, pero a quitarle mucho más a los anteriores productores.
