Este jueves se abrieron las puertas al uso de cannabis con bajo contenido en THC en alimentos y en Italia. Así se publicaba en Decreto en el Boletín del Gobierno y establecía las restricciones sobre la incorporación de THC en los ingredientes alimentarios.
Los italianos ahora sabrán claramente y en qué cantidades podrán incluir el cannabis en una gama de productos alimenticios como galletas, sarro salado, pan, harina, aceite y una gama de productos cuyo consumo está aumentando.
Con este decreto que establece los límites para el tetrahidrocannabinol (THC) en los alimentos, la Confederación de Productos Agrícolas de Coldiretti explica que “se dan respuestas a cientos de empresas agrícolas que han invertido en este tipo de cultivo”
Marcando el límite de THC para productos de alimentación
El Decreto en el Diario Oficial establece los límites máximos de tetrahidrocannabinol (Thc) en los alimentos. De esta forma da respuestas a los cientos de granjas que invirtieron en el cultivo de este tipo de plantas. En Italia se pasó de cultivar 400 hectáreas en 2013 a 4.000 en 2018.
Coldiretti subraya que el decreto del Ministerio de Salud de Italia establece el límite máximo de THC para las semillas de cannabis sativa, la harina obtenida de las semillas y los suplementos que contienen alimentos derivados son dos miligramos por kilo. Mientras que para el aceite obtenido de las semillas es de cinco miligramos por kilo.
La publicación aclara un sector que había experimentado un verdadero auge. Desde galletas hasta pan, desde harina hasta aceite, pero también se usa para producir ricotta, tofu y una sabrosa bebida vegana, así como cerveza. El cannabis también produce aceites usados para cosméticos, resinas y tejidos naturales que son excelentes tanto para la ropa, ya que refresca en verano y calienta en invierno.
El retorno de un cultivo
Este cultivo de cáñamo o cannnabis con bajo contenido en THC, en la década de 1940 era más que popular en Italia. De hecho, con 100 mil hectáreas fueron el segundo mayor productor de cáñamo en el mundo por detrás de la Unión Soviética.
Ahora queda regular el sector que implica la comercialización de derivados de cannabis sativa en cumplimiento de los principios constitucionales y convencionales. El cultivo y la venta de plantas, flores y semillas con un bajo contenido de principio psicotrópico (THC) se estima, concluye Coldiretti, una facturación potencial estimada en más de 40 millones de euros . Además de crear empleo debido a la participación de cientos de granjas de este cultivo.