Pocas cosas producen tanto enfado a un cultivador como que sus semillas no germinen. Además del retraso que se produce por no germinar a la hora de empezar el cultivo, está la pérdida del dinero que hemos invertido en ellas. En ocasiones puede darse el caso que la culpa sea de las semillas, y que generalmente los bancos con buen hacer consiguen reponer. Pero en la gran mayoría de los casos, que una semilla no germine es culpa del cultivador y los fallos que se comenten durante la germinación y días posteriores a que éstas hayan germinado.
Todos los bancos de semillas realizan testeos de germinación. Pero puede darse el caso que determinado lote tenga algunos problemas o que alguna semilla de un paquete no germine. Siempre debemos pensar que la única manera de saber si una semilla germinará es germinándola. Y una vez germinada, lógicamente no se puede volver a meter en su cáscara para venderla.
Los errores comunes a la hora de germinar una semilla son no lavarse las manos al manipularlas, abusar del agua se use la técnica que se use, no proporcionar oscuridad a la semilla, condiciones de demasiado frío o demasiado calor y por supuesto la impaciencia. Existen varias técnica, todas ellas buenas y cada una con sus peculiaridades de las que os hablaremos en nuestro post de hoy.
EN SERVILLETAS HÚMEDAS
Es el sistema más empleado por los cultivadores. Además permite ver en cualquier momento el estado de las semillas. Lo ideal es usar un recipiente con tapa, ya que así las servilletas nunca llegarán a secarse por un descuido. Usando un simple plato, se corre el riesgo de que las servilletas se sequen produciendo en muy poco tiempo la muerte de las semillas.
Doble una servilleta las veces que sea necesario para ajustarla al tamaño del recipiente. Mójala hasta empaparla en su totalidad, pero sin encharcarla ni crear excedentes de agua. Coloca las semillas encima, separándolas entre sí 2-3 cm. Puedes después cubrirlas con otra servilleta húmeda, aunque al poner la tapa y situar el recipiente en un lugar oscuro no es necesario.
Sitúa el recipiente en un lugar templado, en torno a 20ºC, además de oscuro como hemos comentado. En unas 24-48 las semillas habrán germinado, aunque dependiendo de la genética y edad de las semillas pueden tardar más. No esperes mucho para pasarlas a tierra, cuanto más grande sea la raíz, más probabilidades habrá de que se rompa al manipularla.
GERMINAR EN JIFFYS DE TURBA, COCO O TACOS DE LANA DE ROCA
Los jiffys, sean de turba o fibra de coco, y tacos de lana de roca, son muy cómodos para germinar. Se pueden llegar a germinar muchísimas semillas ya que apenas ocupan espacio. Y a las semillas les ofrecen unas condiciones inmejorables tanto de humedad como de oscuridad.
Los jiffys únicamente es necesario hidratarlos para que se expandan aumentando su tamaño considerablemente. Los tacos de lana de roca, además de hidratarlos conviene aclararlos para eliminar cualquier residuo y suciedad que puedan traer, generados generalmente durante su proceso de fabricación.
Una vez hidratados, simplemente haz un pequeño orificio con un palillo e introduce la semilla en su interior con el pico hacia abajo y a una profundidad de 1-2 cm. Pasados 3-4 días, en ocasiones un poco antes o incluso más tarde, la pequeña plántula asomará. Será momento de enterrar el jiffy o taco de lana de roca en una maceta con sustrato.
DIRECTAMENTE EN EL SUSTRATO
Este sistema cuenta con la gran ventaja de que una vez la semilla haya germinado, la raíz comenzará a desarrollarse en su sustrato sin prácticamente restricciones. Personalmente me gusta hacerlo en macetas de no más de 1litro, ya que después será fácil corregir los posibles y típicos espigamientos de la semilla en su primera semana de vida.
En cuanto al sustrato, los más adecuados son los sustratos ligeros o “light”, con un bajo contenido en nutrientes. Los sustratos muy enriquecidos pueden llegar a causar sobrefertilizaciones en una pequeña plántula que apenas precisa nutrientes durante los primeros días.
Como con los jiffys, humedece la tierra sin llegar a encharcarla. Haz un pequeño orificio de 1-2 cm de profundidad e introduce la semilla con el pico hacia abajo. La pequeña plántula tardará unos 3-4 días en asomar a la superficie y dispondrás de varios días más dependiendo del tamaño de la maceta antes de realizar un trasplante.
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