El uso del cannabinoide natural CBD o cannabidiol es seguro, bien tolerado y no está asociado con ningún efecto adverso significativo para la salud pública, según los hallazgos de un informe preliminar compilado por el Comité de Expertos en Drogodependencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Los autores del informe declaran que el CBD “no está asociado con el potencial de abuso” y no induce dependencia física. “El CBD generalmente se tolera bien con un buen perfil de seguridad”, concluyen.
No obstante, reconocen que el CBD sigue estando clasificado como sustancia controlada por el programa I según la ley federal de EEUU., Una clasificación que lo define como poseedor de un “alto potencial de abuso”.
El informe de la OMS también comenta la eficacia terapéutica del CBD, descubriendo que la sustancia ha “demostrado ser un tratamiento eficaz para la epilepsia” y que existe “evidencia preliminar de que el CBD puede ser un tratamiento útil para otras afecciones médicas”, incluido Enfermedad de Alzheimer, cáncer, enfermedad de Parkinson y psicosis.
Si bien los autores reconocen que los aceites y extractos del uso no autorizado de CBD son relativamente comunes, afirman que “no hay evidencia de uso recreativo del CBD ni de ningún problema relacionado con la salud pública relacionado con el uso del CBD puro”.
La Organización Mundial de la Salud está en el proceso de considerar si ubicar el CBD dentro del código internacional de programación de medicamentos de la agencia. En septiembre, NORML presentó un testimonio por escrito a la Administración de Drogas y Alimentos de los EEUU. En oposición a la promulgación de nuevas restricciones internacionales con respecto al acceso al CBD. La FDA es una de las agencias que asesoran a la OMS en su revisión final.