En el intrincado mundo de las instituciones que se identifican con siglas, la OMS y la ONU gozan de un prestigio sin igual. La primera, la Organización Mundial de la Salud, es una de las palabras más autorizadas en el mundo en cuanto a los temas médicos, la segunda, la Organización de las Naciones Unidas, reúne a casi todo el arco político del mundo. Allí se deciden guerras y ayudas humanitarias. También es, para muchos, una referencia ideológica acerca de lo que se puede hacer, y lo que no.
Ahora, y después de 60 años obrando en el sentido contrario, los expertos de la OMS aconsejaron a las Naciones Unidas retirar el cannabis de la lista de drogas más peligrosas. Si, tal como leíste: la marihuana ya no es para la OMS una sustancia endiablada. En consecuencia, el organismo de alcance internacional consideró que el cannabis debe retirarse de la lista de las drogas más peligrosas y fiscalizarse de una manera distinta.
Así lo solicitó el Director General de la OMS, Tedros Adhanom, en una misiva al Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, fechada el 24 de enero y a la que ha tenido acceso El HuffPost.
La recomendación supone un paso muy relevante para el cannabis y especialmente para las investigaciones sobre su uso terapéutico. Durante los últimos 60 años, la Comisión de Estupefacientes de la ONU (CND) ha clasificado al cannabis en la categoría más restrictiva, reservada a sustancias “muy peligrosas sin valor médico alguno o muy limitado”.
Los expertos en drogas de la OMS (ECDD, en sus siglas en inglés) recomiendan ahora retirar el cannabis de ese grupo (La Agenda IV de la Convención de Estupefacientes de 1961) y situarlo en uno menos restrictivo, la Agenda I.
El informe es el resultado de una reunión de la ECDD entre el 12 y el 16 de noviembre de 2018. Por primera vez, los expertos en drogas de la OMS llevaron a cabo una revisión completa del cannabis y las sustancias relacionadas desde que se establecieron las convenciones internacionales sobre drogas de 1961 y 1971.
Con retraso pero ya están aquí
Las recomendaciones, esperadas para diciembre, han llegado un poco más tarde. La Comisión de Estupefacientes de la ONU (CND) tenía previsto abordar la modificación del estatus del cannabis en su encuentro anual el próximo marzo, pero debido al retraso en el informe podría dejarlo para 2020 y así dar más tiempo a los estados miembro para que analicen las respectivas situaciones en sus comunidades.
Pero la OMS ha ido todavía más lejos. El informe que presentó a la ONU también avala el “potencial terapéutico” de la planta y sus derivados, sobre todo, en lo concerniente a los tratamientos contra el dolor, la epilepsia y la espasticidad asociadas con la esclerosis múltiple. Según las recomendaciones, el cannabis debe fiscalizarse a un nivel “que prevenga los daños causados por su consumo y, al mismo tiempo, no actúe como barrera para el acceso y la investigación (…) para su uso médico”.
El guiño también fue para el CBD: “El cannabidiol se encuentra en el cannabis y la resina de cannabis, pero no tiene propiedades psicoactivas y no tiene posibilidades de uso indebido ni de producir dependencia”, dice la OMS. “No tiene efectos adversos significativos. Se ha demostrado es eficaz en el tratamiento de ciertos trastornos de epilepsia resistentes al tratamiento y de aparición en la infancia”, agrega el informe.
Por Rama
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