La isla canadiense de Vancouver tendrá a nuevos vecinos ilustres, se trata de Harry y Megan que vivirán en una lujosa villa que estará rodeada por cultivos de cannabis.
La lujosa villa situada en isla de Vancouver, donde Harry y Meghan tienen decidido instalarse, podría próximamente estar rodeada de plantaciones de cannabis . Así lo reveló el Daily Mail hace unas semanas y dando la noticia la vuelta al mundo.
En Canadá el cannabis es legal y la industria productora de cannabis canadiense sería una de la más o la más importante del mundo. Por lo tanto, la isla de la Columbia Británica también es una región de producción de cannabis, además de que el consumo de adultos es legal.
Desde que se legalizó el cannabis en Canadá en Octubre de 2018, grandes espacios de cultivo se están utilizando y programando para esta producción. También se están creando enormes instalaciones en forma de invernaderos especializados para tal fin. Los nuevos empresarios de esta industria quieren transformar grandes extensiones de terreno para producir cannabis.
Parece ser, que la lujosa villa elegida por la pareja “real” estaría situada entre grandes extensiones elegidas para poner en marcha estos cultivos, revelaba el Daily Mail.
Desde Inglaterra a Canadá
El Príncipe Harry y su esposa Meghan Markle ya están preparados para cambiar su vida de la realeza por otra que también a tenor del precio de la villa , $18 millones, también será alta.
La mansión estaría rodeada de “potenciales granjas de cannabis” dice la prensa. De hecho, en el mismo y al final del camino de la villa, una antigua planta avícola se estaría arrendando a productores de cannabis.
Además, en los estatutos sobre cannabis del consejo local, permite que los que tengan tierras en la “Reserva de Tierras Agrícolas (ALR)” también podrían abrir salones y comercios para vender su cannabis cultivado. Para todos los demás ciudadanos del mismo Distrito de Saanich, estaría estrictamente prohibido en la ley “los salones de cannabis, la venta al por menor, la distribución y la producción de cannabis recreativa”.
Con su nueva vivienda, Megan y Harry, podrían estar rodeados de vecinos profesionales de esta nueva industria legal canadiense y en apogeo.
Vivir en una villa canadiense valorada en 18 millones de dólares y rodeados por cultivos, comercios y salones de cannabis, no parece ser una mala alternativa a un palacio real británico, para algunos. Por supuesto, siempre que no se odie el cannabis y su olor. Aunque, recordemos que The Sun publicó que en la primera boda de Meghan Markle se habría repartido porros a los invitados.
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