Argentina.- 70 años de sostenido prohibicionismo por parte de los Estados Unidos hacia la marihuana han generado una premeditada ausencia de conocimiento sobre sus valores medicinales e industriales.
Edith Fernández y Martín Apaz.
En respuesta a la nota publicada enLa Vozdel Interior el pasado 4 de enero, firmada por Gabriela Richard, de Pro Salud, decimos que 70 años de sostenido prohibicionismo por parte de los Estados Unidos hacia la marihuana han generado una premeditada ausencia de conocimiento sobre sus valores medicinales e industriales.
La licenciada Richard, hija dilecta de la peor parte del prohibicionismo, aquella que domina el discurso de la academia, nos arroja al debate desde su más profundo desconocimiento, pretendiendo poner a esta Comunidad en el lugar de una minoría delictiva por ejercer clandestinamente su derecho a usar y cultivar esta planta milenaria.
Ciertamente nuestras acciones tienen la honesta intención de incidir en la opinión pública para generar un debate sobre la legalización de la cannabis , su uso, cultivo y normalización, lo que ampliará las igualdades sociales en Argentina. Lejos de nuestro ideario está fomentar su uso irresponsable o el de otras sustancias que puedan acarrear daños a usuarios, terceras personas o “desprevenidos ciudadanos comunes”, una categoría cada vez más difícil de hallar en nuestra sociedad.
Nuestra “minoría”, que se calcula en más de cuatro millones de personas, es victimizada por una ley penal, la 23.737, cuyo origen fue la llamada Guerra a las Drogas iniciada (y ya perdida) por Estados Unidos, que generó un promedio de 19 mil personas detenidas al año por posesión de marihuana para uso personal, sin otras imputaciones relativas a conductas criminales.
Dentro de nuestra minoría hay un subgrupo que crece: el de los usuarios medicinales. Cada vez más enfermos de sida, cáncer, glaucoma, reumatoideas deformantes, migrañas e insomnio usan la cannabis para mejorar su calidad de vida.
Cada enfermo interpreta para sí la base del Paradigma de Reducción de Riesgos y Daños: el derecho a contar con una alternativa cierta y efectiva a la farmacología tradicional desde indicadores del organismo como son la desaparición del dolor, un estado de bienestar general o la simple recuperación del apetito.
El prohibicionismo como política mundial también prohijó una red de ONG a las que el Estado les otorgó la “facultad rentada” de cuidar la salud pública en materia de drogas, tercerizado así esa responsabilidad y creando una “fuerza moral” que detenta y transmite innumerables falacias sobre la cannabis .
Así los usuarios que son detenidos con un cigarrillo de marihuana sólo tienen dos opciones: la cárcel o un tratamiento compulsivo en estas ONG. Lejos de evitar cualquier consumo, el miedo y el oscurantismo prohibicionista que sostienen organizaciones como Pro Salud son los principales aliados del narcotráfico.
Los empresarios de estas ONG saben que con un cambio en las políticas sobre drogas, sus subsidios desaparecerán, pues su “función social” carecería de sentido, salvo sostener un modelo que vulnera nuestros derechos, nos criminaliza y nos patologiza. El final del prohibicionismo se avizora y pone en crisis al sistema preexistente y a sus actores.
El mundo avanza hacia más libertades individuales. Varios países trabajan (o impusieron) normas legales a favor de la despenalización y normalización del cannabis medicinal.
En ese sentido, esta Comunidad Cannabica de Córdoba adscribe a la idea de que sin participación política no se obtienen las leyes que garantizan nuestros derechos. Por eso integrala Mesa Nacionalporla Igualdad.
Vemos con esperanzada sorpresa avances desde el Gobierno en las políticas de reducción de daños, como eyectar del Sedronar a José Granero, ex garante nacional del paradigma prohibicionista.
Parafraseando a la licenciada Richard en términos de derechos humanos, parece sensato observar el conjunto y sus partes y garantizar los derechos de las minorías.
*Licenciada en Psicología. Comunidad Cannabica Córdob.
*Secretario Mesa Nacional porla Igualdad.
Fuente LaVozOpinion
One Response
A propósito del pie de foto… me pregunto, si para legalizar el Alcohol fue necesario tantas manifestaciones, como se está haciendo por la Marihuana en el mundo desde hace años… claro, que la respuesta puede estar en que… los que están hoy contra la Marihuana…no son las mism@s… Ni aquellos activistas, ni aquellas damas de la liga anti alcohol…estos anticannabicos de ahora, tienen más poder…Me gusto mucho este articulo…saludos, y suerte Argentina…
Pd. …no hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo… Víctor Hugo.