Si te vas a introducir en el mundo de la vaporización del cannabis, en este artículo de hoy te daremos algunos consejos que te ayudarán en tu nueva aventura. No te lo pierdas y continúa leyendo.
Qué es la vaporización del cannabis
A muchos consumidores de cannabis les sigue costando dar el paso y sustituir los porros liados por el cannabis vaporizado.
Las ventajas de vaporizar son enormes respecto a fumar. Pero sin duda la más importante es el cuidado de nuestra salud.
Cuando se enciende un porro, en nuestro organismo no entran solo cannabinoides, flavonoides y terpenos del cannabis. Estamos inhalando muchos elementos tóxicos producidos por la combustión.
Y además, a no ser que se fume un porro en uno o dos minutos, será un gran porcentaje de la hierba la que se pierda en el aire.
En la vaporización del cannabis, en cambio, en nuestro organismo entrarán únicamente cannabinoides, flavonoides y terpenos. Nada más. Pero para ello necesitaremos un vaporizador.
Los vaporizadores calientan la hierba por debajo del punto de combustión. Por lo que únicamente inhalaremos el vapor con todas las sustancias activas del cannabis, sin ningún elemento tóxico relacionado con la combustión.
Además, para conseguir los mismos efectos es necesaria menos cantidad de hierba, ya que no se desperdiciará nada entre caladas o inhalaciones.
Cierto es que si miramos nuestro bolsillo, será siempre más económico el papel de liar. Pero hoy en día existen vaporizadores muy económicos, aunque consigan un vapor de no tan buena calidad como los modelos más TOP.
No obstante, aún siendo de gama baja, será una alternativa más saludable que meterse humo tóxico en los pulmones. Al final, en este sentido, cuidar la salud es más importante que el desembolso.
La elección del vaporizador
Los vaporizadores, dejando de lado su precio, podemos dividirlos en grupos. Por un lado, los portátiles, que son los modelos más pequeños y se pueden llevar allá a donde vayamos en cualquier bolsillo.
Y, por otro lado, los de sobremesa. Estos modelos suelen tener un tamaño que no permite mucho más que moverlo de habitación en habitación. Son pensados para usarlo en casa.
Además, por el tipo de calentamiento pueden ser de conducción, de convección o mixtos. Los primeros calientan la hierba por contacto directo, mientras que los segundos lo hacen por un flujo de aire caliente.
Generalmente, los vaporizadores de convección son vaporizadores de sobremesa, ya que es necesario una tecnología muy complicada para adaptar en un pequeño vaporizador de bolsillo.
Algunos modelos portátiles como el Crafty o Mighty de Storz&Bickel, hermanos pequeños del famoso Volcano, emplean una combinación conducción/convección, pero no es lo habitual.
¿Y qué es mejor?¿Conducción o convección? Con solo probar la calidad del vapor de unos y otros, la balanza se inclina hacia el lado de los de calentamiento con convección, más escasos y caros.
Aunque hoy en día los que usan calentamiento por conducción ofrecen un vapor de muy alta calidad, ninguno se puede comparar con el vapor del Volcano que ya mencionamos, por ejemplo.
Teniendo estos grupos claros y con las decenas de modelos de vaporizadores que nos ofrece el mercado, busca lo que más se adapte a tus necesidades, a tu bolsillo y al uso que le quieras dar.
Ten en cuenta siempre si vas a usarlo solo con hierba, únicamente con extractos, o con ambos. Si lo vas a usar solamente en casa, o si tienes pensado usarlo más fuera de ella.
Si vas a usarlo regularmente o como único sistema de consumo, mi consejo es que inviertas en un buen vaporizador. Cada vez que lo uses y disfrutes la experiencia, te olvidarás de lo pagado.
Temperatura de vaporización del cannabis
Muy importante al vaporizar, es seleccionar la temperatura a la que se quiere vaporizar la hierba. Existen modelos con temperatura regulable grado a grado, con saltos de varios grados y con varias temperaturas preestablecidas.
Cualquiera es buena opción, pues generalmente se usa un rango de temperatura común para la vaporización del cannabis que se establece entre los 180º y 210º.
Al final, poca diferencia hay entre vaporizar a una temperatura preestablecida de 200ºC o regulable de 203ºC. ¿Si se nota? Pues si, ligeramente. Ya que mencionamos al Volcano, sería igual de magnífico si contase con tres o cuatro temperaturas preestablecidas.
No todos los cannabinoides se vaporizan a una misma temperatura. Por ejemplo, el THC, el principal cannabinoide psicoactivo del cannabis, se comienza a vaporizar a los 157ºC.
El CBD, el cannabinoide más medicinal y que no es psicoactivo, se vaporiza entre 160 y 180ºC. El Delta-8-THC, un cannabionoide similar al THC, pero menos psicoactivo, se vaporiza entre 175 – 178°C.
El CBN, cannabinoide resultado de la degradación del THC se vaporiza a 185ºC. Y el CBC y el THCV, este último de efectos más intensos que el THC, pero de muy poca duración, se vaporizan a 220ºC.
Por ello, una temperatura que permita vaporizar una gran cantidad de cannabinoides es de aproximadamente 185ºC. Por encima de 210ºC, ya se corre el riego de que la hierba se queme.
Sin embargo, de otro modo será necesario para llegar a vaporizar CBC y THCV. En esto entrará lo que cada consumidor busque de la hierba.
Si pretende obtener unos efectos no muy potentes, debe evitar llegar al punto de vaporización del THC. Si lo que se quiere es un subidón rápido y unos efectos muy intensos, lo mejor es optar por una temperatura superior a los 185-190ºC.
One Response
Si q van tarde la floración este año