Cuando hablamos de cultivo orgánico de cannabis, son dos los abonos más usados en todo el mundo. El humus de lombriz para un crecimiento rápido y saludable, y guano de murciélago para una floración exuberante y unos cogollos con el mejor sabor. Además, son muy económicos y si hablamos de calidad, pocos abonos consiguen resultados superiores.
El guano, palabra procedente del quechua wánu (abono), es el resultado de la acumulación de excrementos de murciélagos, aves marinas y focas. Éstos se recogen en zonas áridas y de baja humedad, lo que evita que las lluvias en el caso de aves y focas, pueda lixiviar los nutrientes. Durante gran parte del siglo XIX el comerció de guano permitió el desarrollo de prácticas intensivas agrícolas, llevó a la colonización de islas remotas en todo el mundo y ha servido para crear espacios protegidos para estas aves productoras.
Mientras el guano de aves marina es más usado para fases de crecimiento por su gran contenido en nitrógeno, el guano de murciélago es ideal para floración por sus mayores cantidades en potasio y especialmente en fósforo, además de nitrógeno y micronutrientes esenciales. Ésto también depende en gran medida de la dieta del murciélago, el guano de murciélagos frugívoros presenta más fósforo que el guano de los insectívoros.
CARACTERÍSTICAS DEL GUANO DE MURCIÉLAGO
Contiene NPK de origen orgánico. Además contiene calcio, magnesio, azufre, hierro, cobre, manganeso, zinc, sodio y molibdeno, aminoácidos, ácidos húmicos, polisacáridos y una gran riqueza de microorganismos.
Protege el sistema radicular de las plantas y mejora la asimilación de nutrientes. Algunos compuestos humosos del guano pueden penetrar en las células radicales de las raíces de las plantas. Son una fuente importante de polifenoles que en los primeros momentos del desarrollo de las plantas facilitan la respiración celular y la absorción de nutrientes.
Posee una acción nematicida y fúngica, atacando las fases primarias de su desarrollo. Entre la gran cantidad de microorganismos beneficiosos que contiene el guano, los llamados biorremediadores limpian toxinas, por lo que son especiales para tratar suelos que están en transición de prácticas químicas a orgánicas.
Tiene acción fungicida. Su flora microbiana ataca a hongos y bacterias causantes de enfermedades de la raíz. Además aumenta la actividad de la catalaza en Bacillus mycoides, Aspergillus Níger, Penicillum glaucum, y entre otras, la actividad de la fenoloxidasa en Bacillus mycoides. y la fijación de nitrógeno del Clostridium pasterianum.
Incrementa el intercambio catiónico del suelo, lo que aumenta la disponibilidad de los nutrientes nacesarios. El guano de murciélago es un gran mejorador de suelos. Activa los procesos microbiológicos, mejorando su estructura, aireación y capacidad para retener humedad. Además actúa como regulador de la temperatura del suelo.
La mayoría de los nutrientes que contiene están en forma de quelato, lo que ofrece un largo efecto residual en el suelo. Los quelatos son compuestos naturales organo-minerales. Al guano le infieren una gran estabilidad estructural y elevado efecto residual. Sus nutrientes se liberan lentamente y los microorganismos que contienen aceleran su proceso de descomposición cuando las plantas los precisan.
COMO USAR EL GUANO DE MURCIÉLAGO
Como hemos comentado, es un abono de liberación lenta. Por ello lo ideal es usarlo en la mezcla de sustrato antes del último trasplante antes de la fase de floración. También se puede usar sobre el sustrato, los riegos posteriores ya se encargarán de hacerlo penetrar en el sustrato. Para 50 litros de sustratos, unos 250 gramos de guano sería una buena proporción.
Si se quiere un guano de efecto más rápido, el té de guano es una gran solución. Hacerlo es muy fácil, tan sólo necesitamos agua caliente, guano de murciélago, un recipiente y un poco de paciencia. También existe guano líquido para usar en el riego como cualquier otro abono.
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