Se ha dicho ya mucho acerca de los efectos que el cannabidiol tiene en personas con epilepsia refractaria.
Incluso, algunos países reticentes a la existencia de la marihuana, como Argentina, han dado el brazo a torcer y legislaron sobre esta patología.
Es así como la epilepsia refractaria es, hasta el día de hoy, la única enfermedad que puede ser tratada legalmente con cannabis.
Pero poco se dice de qué pasa cuando esos tratamientos a base de CBD son sostenidos en el tiempo.
Un gran ejemplo de ello es la mexicana Graciela Elizalde Benavides que hoy tiene 13 años.
A los ocho, Grace, como le dicen, comenzó a usar cannabis para tratar sus problemas de epilepsia.
Esta semana cumplió cinco años de tratamiento ininterrumpidos y contó a la agencia Reforma como se siente con ello.
Cabe recordar que al comenzar el tratamiento de cannabidiol, la joven sufría casi 400 crisis de epilepsia al día.
Hace 13 años que nació en Monterrey, Nuevo León (este).
Desde pequeña, los doctores le diagnosticaron una forma rara y grave de epilepsia infantil (epilepsia refractaria).
Un cuadro cada vez más conocido entre médicos y científicos que se llama Síndrome de Lennox-Gastaut (LGS).
No todo fue un camino de rosas para Grace.
Incluso su familia debió crear la Fundación Por Gracia para luchar por una regulación del consumo medicinal de CBD en México.
“Es un aceite, se le administra vía oral, la dosis es de acuerdo al peso, en el caso de Grace ella está tomando RSHO- Oil Max que es cannabidiol puro”.
“Ella toma un mililitro en la mañana y uno en la noche, más sus anticonvulsivos, se toma dos”, dijo en entrevista Mayela Benavides, madre de Grace.
Conseguir el acceso de la entonces niña al cannabidiol su madre lo recuerda como un camino de litigios.
Hasta que, por fin, lograron obtener un amparo para importar y consumir cannabis medicinal.
“Actualmente la regulación sobre cannabis sigue detenida en México y lo que siempre hemos buscado es invitar a las autoridades a que ya tomen cartas en el asunto”.
“Es un tema de suma importancia para las familias que urgen el acceso al cannabidiol y otro tipo de cannabinoides que son eficaces para otros padecimientos”, instó Benavides.
La madre de Grace instó a los legisladores a informarse sobre los medicamentos derivados del cannabis.
A ellos les aseguró que no son psicotrópicos, sino aceites de cáñamo rico en cannabidiol.
Raúl Elizalde, padre de la niña, también llamó a los parlamentarios mexicanos a terminar con la confusión entre la marihuana y el cáñamo y aterrizar una ley clara en la materia.
Hoy, el hombre es Co-CEO de HempMeds y presidente de esa compañía en México y América Latina.
“La ley debe tener tres cuestiones muy importantes y que tienen que estar separadas una de la otra”.
“Una es que debe existir el mercado recreativo y en este tiene que predomina el respeto a los derechos humanos de los consumidores”.
“Y tiene que existir un mercado muy regulado, pero que ayude a que no se estigmaticen a los usuarios”, expuso Elizalde.
“Por otra parte, agregó, debe existir un mercado medicinal donde las personas puedan encontrar productos de calidad”.
“También botánicos y con una regulación especial en donde los medicamentos pueden ser registrados de una manera eficaz”.
“En tercer lugar y no por eso menos importante, es el tema del cáñamo”.
“Debe existir una clara diferencia entre la marihuana y el cáñamo para poder realmente potencializar este gran mercado que existe en Estados Unidos”.
“Que en México se pueda convertir en una manufactura y que sea un exportador de productos de cáñamo a EEUU y poder competir y atraer inversiones”, pidió Elizalde.
Benavides estableció que Grace redujo con el tratamiento cannabidiol las crisis epilépticas hasta en un 80 por ciento.
“A pesar de que la enfermedad no está controlada en su totalidad, con las crisis, el hecho de que se haya reducido en un 80 por ciento para nosotros es una baja impresionante”.
“Las crisis son de menor intensidad y de menor frecuencia” con el cannabis ”.
“Ella puede estar libremente sentada en el piso sin protección como colchones y almohadas porque ya no le dan tan fuerte”.
“Antes había que estar protegiendo el área donde estaba para que no se golpeara”.
“Ella además como que hasta que las controla físicamente luego luego pone las manos y cuando sabe que va a dar una crisis”, comentó su padre.
Una vez pasadas las crisis, added, la menor puede regresar aa actividades como terapias, jugar o comer.
“Va mucho mejor en el colegio, ha avanzado mucho en audiciones y en cuestión visual”.
“Responde más a su nombre, ella reacciona a través de la mirada para responder a su nombre”.
La madre de Grace es parte de una fundación para apoyar a otros casos como los de su hija.
La mujer indica que existen en México 1.800 registros de pacientes que ya están tomando cannabidiol importado, y con buenos resultados.
Sin embargo, llamó a las autoridades a resolver el tema de la ley.
También el reglamento sobre esta sustancia para evitar mayores costos la familias que necesitan cannabidiol.
En 2015, tras el amparo, se vendió la importación, portación y consumo de CBD.
En 2016, se autorizaron dos permisos de importación con condiciones similares para el RSHO-Real Scientific Hemp Oil. Epilepsia refractaria.