En nuestro post de hoy vamos a contaros como germinar semillas de cannabis viejas .
El inicio de la primavera es la época preferida del cultivador de exterior. Pero en ocasiones el comienzo no es el esperado, especialmente cuando se intentan germinar semillas de cannabis viejas y éstas no quieren germinar.
Porque en cierto modo, todo cultivador de marihuana se convierte con el tiempo en un coleccionista de semillas. Cultivo a cultivo, año a año, va aumentando la colección genética.
A veces se compran más semillas de las que realmente se necesitan. Otras veces se suele aprovechar alguna buena oferta o edición limitada de algunos bancos. Y otras veces se reciben como regalo.
Así que no es de extrañar que al cabo de unos años, cualquier cultivador llegue a almacenar cientos o incluso miles de semillas. Y normalmente por falta de espacio de cultivo, van quedando en el fondo del cajón.
Cómo conservar las semillas correctamente
Cada año que pasa por una semilla y por muy bien conservadas que esté, ésta van perdiendo vigor. Y llegará un momento en que el ratio de germinación sea muy bajo o ni que ni siquiera lleguen a germinar ninguna de ellas.
Muchas veces germinar semillas de cannabis viejas es muy complicado porque han sido mal conservadas. En unas condiciones normales, no tendrán problemas en germinar en 2,3 o 4 años desde que se hayan comprado.
E incluso muchos más años, pero siempre y cuando hayan sido bien conservadas. Si desde el día en que las hemos recibido las hemos maltratado, puede que ni germinen al año siguiente. O ni tan siquiera pasados unos pocos meses.
Las semillas deben conservarse en un lugar oscuro, fresco y seco. Un buen lugar para conservar las semillas es en la nevera. Por ejemplo en la puerta de la misma, donde suele haber algunos estantes con cierre.
Pero también nos puede servir un cajón de alguna habitación que mantenga una temperatura fresca durante todo el año, como puede ser una bodega.
La temperatura de conservación ideal debería ser constante entre 6 y 8ºC. Y la humedad debería mantenerse estable entre el 20 y el 30%.
Pero hablamos de una conservación ideal. Siempre existen pequeños márgenes que se pueden considerar igualmente apropiados, pero teniendo en cuenta que la vida de la semilla se acortará.
Para conservar las semillas podremos optar por hacerlo en sus envases originales. O en algún pequeño recipiente que tenga un buen cierre hermético para impedir que se introduzca humedad en su interior.
Así, nos podrán durar muchísimos años sin que apenas pierdan poder de germinación. Pero siempre teniendo en cuenta que una semilla llega a ser perecedera y no podremos conservarla eternamente.
Lo que nunca se debe hacer es conservarla en un lugar sometido a cambios bruscos de temperaturas como pueda ser una habitación que en verano alcance mucho calor.
Consejo 1 para germinar semillas de cannabis viejas
El ácido giberélico o giberelina es una potente hormona presente en plantas. Se trata de una giberelina que su función es la de promover el crecimiento y la división celular.
Cuando se aplica en semillas, estimula sus células para controlar su desarrollo. Es un método muy empleado para aumentar los ratios de germinación de todo tipo de semillas. Y muy válido para germinar semillas de cannabis viejas.
Otras opciones son el agua oxigenada o el ácido fúlvico. En cualquiera de los 3 casos, las dosis serían mínimas, apenas 1 o 2 gotas por cada vaso de agua.
No por usar más cantidad los ratios de germinación llegan a ser más altos. Sucedería justo lo contrario, sería contraproducente.
Una vez preparada la mezcla en un vaso, preferiblemente con agua destilada o de mineralización muy débil, se dejan las semillas a remojo unas 12 horas. La temperatura debería rondar los 22 ºC.
Pasado ese tiempo, simplemente se pondrían a germinar con el sistema habitual que use cada cultivador. Sea directamente en el sustrato, en servilletas de papel húmedas, en algodón, en jiffys o en tacos de lana de roca.
Consejo 2 para germinar semillas de cannabis viejas
La escarificación es una técnica que se usa habitualmente para acortar el tiempo de germinación de una semilla. De hecho en las especies de semillas de cáscara muy dura es muy complicado germinarlas sin escarificarlas.
Se trata de realizar abrasiones en la pared exterior de la semilla, que se llama tegumento. El fin es el de permitir que el endospermo entre en contacto con el aire y el agua.
Para escarificar semillas de cannabis se pueden usar productos químicos o físicos. Y son estos últimos los que en este caso recomendamos por la simpleza.
Simplemente cogemos la semilla y la frotamos ligeramente en un trozo contra un papel de lija fino o una lima de uñas. Se debe hacer con mucho cuidado para no llegar a perforar del todo la cáscara.
La escarificación funciona acelerando los procesos naturales, ya que normalmente las capas de semillas sean permeables al agua y al aire.
De este modo además una semilla débil tendrá para probabilidades de forzar la apertura de la cáscara y entrar en contracto con el sustrato.
Consejo 3 para germinar semillas de cannabis viejas
Si todo lo anterior ha fallado y como última opción, intenta con una cuchilla separar las dos partes de la cáscara realizando un corte en su mitad.
Para ello usa una cuchilla o bisturí previamente desinfectado. Lo último que pretendemos es que cualquier patógeno afecte a una semilla que ya de por sí tiene dificultades para germinar.
La semilla quedará entonces al descubierto. Y usando el ácido giberélico que hemos mencionado antes, tendrá algunas remotas opciones de germinar.
En muchos casos no germinarán hagamos lo que hagamos, pero al menos lo habremos intentado todo. También así aprenderás que una semilla es un pequeño tesoro que debe tratarse como tal.
Conclusión
Germinar semillas de cannabis viejas llega a ser muchas veces complicado. Pero es el riesgo que se corre cuando se conservan por varios años. Aunque llega a ser muy satisfactorio cuando se consigue, además que en muchos casos se trata de alguna reliquia cannábica ya imposible de conseguir.
