Además del placer, la emoción y la temperatura, el dolor es una de las pocas formas en que el cuerpo humano se comunica con el cerebro. Si bien existen muchos tipos diferentes de dolor, la sensación incómoda, en primer lugar, actúa como una señal para el daño tisular. Cuando las células en un área en particular experimentan daño, liberan compuestos químicos que desencadenan la inflamación y hacen sonar la alarma del sistema nervioso de que algo anda mal.
Si todo sale según lo planeado, las señales de dolor cesan cuando se detiene el daño tisular. Sin embargo, no siempre funciona de esa manera. El dolor crónico ocurre cuando los nervios continúan enviando señales de socorro al cerebro y a la médula espinal, incluso si los estímulos dolorosos o el daño tisular se han detenido.
Aquí es donde entra en juego el CBD para el dolor. Abreviatura de cannabidiol, el CBD es un compuesto no intoxicante que se encuentra en la planta de cannabis. En la última década, un creciente cuerpo de evidencia ha encontrado que el compuesto de cannabis puede actuar como un fuerte antiinflamatorio , reduciendo los desencadenantes del dolor en el sitio de la lesión. Sin embargo, esa no es la único “súper poder” que existe detrás del CBD para el dolor. Esta molécula también puede desencadenar la liberación de neurotransmisores para sentirse bien , que no solo mejoran el estado de ánimo sino que pueden contrarrestar las señales de dolor negativas en el cerebro