Los medios principales han escrito mucho últimamente sobre los comestibles de cannabis. Algunos lugares en el mundo han dado una oportunidad a la legalización total del cannabis, lo que implica que se puedan vender en tiendas diferentes artículos con cannabis a cualquier persona mayor de 18 años. Estos artículos se están haciendo cada vez más comunes por numerosas razones, motivo por el que están siendo vigilados en los últimos meses.
Fumar
En nuestro último fascículo “Fumar y vaporizar” explicamos por qué fumar cannabis puede suponer un problema para algunas personas. Especialmente cuando se utiliza como medicación a largo plazo o para enfermedades que afectan al sistema respiratorio, puede ser interesante considerar otras opciones disponibles.
Igualmente, fumar cannabis debería considerarse también como un método válido y rápido de medicación dependiendo del síntoma que está intentando aliviar el paciente. Por ejemplo, un paciente de asma debería evitar fumar cannabis cuando tiene serias dificultades para respirar si hay otras opciones disponibles. Cuando fumar es la única solución, el cannabis aún puede mejorar la capacidad pulmonar en algunos casos, pero no en todos: también podría empeorar el estado del paciente temporalmente (igual que fumar tabaco). La vaporización es una mejor opción pero, de nuevo, dependiendo de la gravedad del ataque de asma podría afectar negativamente al usuario ya que el vapor puede ser bastante duro y difícil de respirar para unos pulmones debilitados.
Hay muchos pacientes que son incapaces de consumir cannabis fumándolo o vaporizándolo. Para estas personas, o para fines recreativos, existe la solución de ingerir el cannabis como comestible, también llamado a veces por su palabra en inglés “medible” (comestible para fines médicos).
Comer
Para hacer un comestible primero se debe preparar el cannabis que se mezclará con el resto de ingredientes. La base más recomendable para los comestibles es una mezcla a base de aceite en la que se infusionan las flores de cannabis (o cualquier parte de la planta a utilizar). El resultado de esta preparación suele ser una mantequilla de cannabis (“cannabutter”, en inglés) aunque también existen otros muchos métodos. Una vez está lista la mantequilla de cannabis, esta se puede hornear, utilizar en una salsa, convertirla en una bebida, etc.
Hay muchas diferentes formas de comestibles en el mercado legal del cannabis: galletas, caramelos, snacks salados, etc. Estos productos son muy populares ya que no requieren el hábito de fumar y, en un contexto médico, se pueden administrar a prácticamente cualquier paciente (aunque en estas situaciones es preferible ingerir los cannabioides necesarios a través de cápsulas rellenas de aceites de cannabis muy puros para obtener mejores resultados).
Tanto si solo se está consumiendo un comestible adquirido en un dispensario o se hace desde cero, es necesario conocer algo el proceso.
Al adquirir un comestible es importante leer cuidadosamente la(s) etiqueta(s). En esta debería aparecer de algún modo la dosis que se ha utilizado, tanto en términos de gramos o cannabis infusionados, la cantidad de cannabinoides en miligramos o incluso el número de comidas que se pueden hacer con todo el artículo. Sin embargo, y especialmente si no es usted un experto, no podrá fiarse únicamente de estas indicaciones ya que ninguna es lo suficientemente precisa para ofrecerle una información 100% exacta. La mejor solución es siempre preguntar al comerciante que le ha vendido el producto sobre la cantidad que se debe servir.
Al realizar un producto desde cero, también es muy importante tener en cuenta la dosis.Consultar las mejores prácticas de diferentes fuentes le permitirá obtener una visión global sobre la cantidad que se considera “razonable” o simplemente “suficiente”, independientemente de la variedad de cannabis utilizada. Especialmente si fuma cannabis, no crea que la misma cantidad que pone en un porro resultará en el mismo nivel de intoxicación y en el mismo tipo de efectos.
En ambos casos la clave para tener una buena experiencia con los comestibles es tener paciencia. Tomar una pequeña cantidad y esperar que se manifiesten los efectos es un buen primer paso para evaluar la potencia del producto y ayudarle a decidir más tarde si desea ingerir más o no. Así es: cuando se come el cannabis el cuerpo no lo procesa de la misma forma que cuando se fuma o vaporiza. El THC contenido en el comestible lo procesará el estómago y lo metabolizará el hígado. El proceso es más lento que cuando se fuma o vaporiza dada la naturaleza inmediata de la ingesta de cannabinoides en estos últimos casos. Los comestibles llevan mucho más tiempo en afectar al usuario; ¡lea más al respecto a continuación!
¿Por qué pasar a comestibles?
-Más potente que fumar o vaporizar
Cuando se calienta el cannabis y se inhala en forma de vapor o humo, los cannabinoides se liberan con cada calada del porro/pipa/vaporizador a los pulmones, el corazón y el cerebro en cuestión de minutos (5 a 10 min). Cuando se ingiere el cannabis, es el organismo el que lo procesa, lo que puede llevar varias horas (30 min a 2 horas) y la liberación de cannabinoides se produce de forma ondular. Esto crea el sentimiento de un “subidón” superior que la gente asocia con los comestibles de cannabis, lo que lo convierte en parte en un método más eficiente y potente. No obstante, la cantidad de cannabinoides liberados es en realidad de una concentración mucho menor que cuando se inhala.
-Efectos de más larga duración
Los efectos accionados por la ingesta de cannabis pueden durar mucho más que aquellos ofrecidos por la inhalación, desde 2 a 12 horas dependiendo del producto, usuario y contexto. Para los pacientes que buscan un alivio inmediato a dolores agudos o ansiedad, el tiempo relativamente largo que tardan los comestibles en hacer efecto será un problema, pero para otros, por ejemplo en el caso de tensión muscular o dolor crónico, esto puede ser muy beneficioso dado el alargado periodo de intoxicación que producen.
-Diferentes comestibles para diferentes experiencias
Consumir cannabis en forma de comestible puede proporcionar una experiencia tan variada como al fumarlo o vaporizarlo. La variedad utilizada, el estado del consumidor antes del consumo, los fluidos y la comida ingeridos antes del consumo… todos estos son parámetros que pueden hacer que la experiencia con comestibles vaya en una dirección u otra. Pero también es posible elegir el comestible adecuado para la experiencia adecuada.
-Procesados a través del estómago: pasteles, galletas, pretzels, etc. Los efectos pueden tardar hasta 2 horas en aparecer, pero pueden durar luego 6 o más horas.
-Procesados a través de la saliva: caramelos, tinturas, etc. Los efectos pueden aparecer a los 30 minutos y durar de 2 a 3 horas.
-Otros: bebidas y todo lo que se derrita pero se pueda comer (caramelo, chocolate, etc.) La aparición y los efectos pueden variar ¡Consulte a su comerciante o dispensario de cannabis medicinal!
Por Sylent Jay