“Fuma tu hierba sin mezclar”: un alegato por puro placer

Los pacientes y los consumidores de cannabis que llegan a Europa desde el extranjero suelen sentirse totalmente perdidos. ¿La hierba y el hachís se consumen mezclados con tabaco?
En Canadá, EE.UU. y en muchas otras partes del mundo, esto resulta completamente impensable. Ni siquiera los fumadores de tabaco del otro lado del charco pensarían en inhalar una “mezcla”. Se pone gran cuidado en separar el consumo de cigarrillos del de porros. Mientras tanto, en Alemania y en los Países Bajos, muchos pacientes fuman el cannabis, recetado por sus médicos, en grandes porros con tabaco, que probablemente revolverían el estómago a los clientes de los dispensarios de marihuana norteamericanos.
La explicación a este fenómeno se encuentra en la forma diferente en que se ha desarrollado la historia de ambos mercados negros. En Europa, hasta la década de 1990, el mercado estaba dominado por el hachís, que sólo se fumaba puro y en pipa. Sin embargo, la forma preferida de consumo a día de hoy es el porro, en el que simplemente no se produce la combustión sin tabaco. Entretanto, en los EE.UU., la hierba dominaba el mercado, a partir de la que se desarrolló una cultura de porros pequeños y puros. Sin tabaco, un porro del tamaño habitual en Europa, en EE.UU. contendría fácilmente de 1,5 g a 2 g de hierba, más de lo que la mayoría de las personas pueden controlar. Un porro norteamericano medio contiene alrededor de 0,2 g a 0,5 g, lo que es casi tan fuerte como un porro Europeo, pero mucho más compacto y sin tabaco. Con el declive del mercado negro y el cambio al cultivo de interior, los europeos han conservado su mala costumbre de mezclar la hierba con el tabaco. Los estadounidenses, por su parte, prefieren vaporizar el hachís, del que cada vez es más fácil disponer en estos días, en lugar de liarse un porro.

A los europeos les chifla el tabaco

El hecho de que a los europeos les guste el tabaco es la razón por la que la mayoría de losestudios realizados en Europa se llevan a cabo en voluntarios que han fumado tabaco, además de cannabis en diferentes mezclas. Sin embargo, con el fin de determinar el peligro y riesgo potencial que el cannabis supone para las vías respiratorias, sería necesario poder referirse a estudios sobre el consumo de cannabis puro. En su mayor parte, estos estudios se llevan a cabo en los estados y provincias donde la “marihuana medicinal” es legal, en los EE.UU. o Canadá, gracias a la legislación liberal vigente en estos lugares. Las conclusiones de los últimos resultados de la investigación son unánimes: al contrario de lo que ocurre con el tabaquismo, no queda claro que fumar cannabis puro represente un riesgo de desarrollar cáncer. El estudio más reciente al respecto se publicó en la edición actual del “Journal of Cancer”, en la que se afirma que,

Se ha demostrado que el consumo regular de cannabis no causa mal funcionamiento de los pulmones de forma significativa. […] Se demuestra que el riesgo de enfermedad pulmonar relacionada con el consumo regular de cannabis es muy bajo, y es mucho menor que el riesgo asociado con el consumo de tabaco.”

Desde 2006, se han publicado, por lo menos, cuatro estudios que confirman el resultado de este estudio académico, que examinó los datos procedentes de más de 5.000 casos de estudio:
En 2013, “Effects of Marijuana Smoking on the Lung” (Los efectos de fumar marihuana en el pulmón) publicado por la American Thorax Society (Sociedad Torácica Americana), en realidad, clasificaba el humo del cannabis como beneficioso para las vías respiratorias, y no como un agente cancerígeno. Este estudio fue el último trabajo del neumólogo Prof. Donald Tashkin de EE.UU.
En una serie de estudios publicados a partir de 2006, el profesor et al. demostraron, en repetidas ocasiones, que el humo, en realidad, estimula las vías respiratorias superiores, y de ninguna manera puede considerarse como cancerígeno para los pulmones. Tashkin había sido uno de los principales neumólogos de los EE.UU. que, durante la era Reagan, se encargaban de producir resultados de investigación negativos sobre fumar cannabis, a fin de justificar científicamente la legalización, muchísimo más estricta, del cannabis seguida por los políticos del vaquero en la década de los 80. Tashkin realizó sus encargos, pero descubrió que el tema era tan interesante como para pasar los siguientes 30 años de su vida dedicado a investigarlo. Así pues, no puede haber ninguna duda sobre que, de entre los neumólogos del mundo, no hay ninguno que haya trabajado tan intensamente sobre el efecto del humo del cannabis en las vías respiratorias y en los pulmones como este profesor de California. Sin embargo, hasta 2006 no se atrevió a publicar, por primera vez, sus nuevas conclusiones. Su último estudio había examinado cuidadosamente a 1.200 fumadores de hierba, residentes en el condado de Los Angeles. Descubrió que no se puede establecer un aumento del riesgo de padecer cáncer de pulmón, ni siquiera en aquellos que habían fumado más de 20.000 porros en toda su vida. Desde entonces, ha reforzado periódicamente estos resultados con los resultados de nueve estudios más. En 2009, el anteriormente opositor al cannabis comentaba,

En el pasado, cuando los resultados de nuestra investigación dieron la impresión de que [el consumo de cannabis] había tenido efectos negativos en los pulmones y/o en su funcionamiento, estaba convencido de que la legalización aumentaría el consumo y tendría un impacto negativo en la salud pública. Advertí a todos en contra de fumar. Actualmente, estoy a favor de la legalización. El cannabis no debería estigmatizarse como una sustancia ilegal, el tabaco es mucho más peligroso, y en lo que respecta a la adicción, el alcohol es mucho más peligroso”.

Se producen muchos problemas con el consumo conjunto de cannabis y tabaco

Por desgracia, fumar una mezcla de cannabis y tabaco, en lugar de hierba pura, causa más problemas que únicamente efectos secundarios para la salud. También se relaciona con muchos otros problemas.
En el contexto del debate sobre la legalización, los consumidores de cannabis, incluso los que fuman puro, y los “expertos en el tema”, que vaporizan la hierba o la ingieren, tienen que lidiar con las consecuencias de una sustancia, que en principio tiene poco que ver con su afición. Fumar, incluso sin tabaco es la forma menos saludable de consumir cannabis, por lo que se están poniendo de moda, poco a poco, otras formas de consumo más sanas, como la vaporización o la ingesta oral. Durante el renacimiento del cáñamo en la década de 1970, casi nadie estaba al tanto de los riesgos de fumar nicotina, o de fumar en general. El porro con tabaco estaba socialmente aceptado, ya que, por aquel entonces, fumar no se consideraba un problema ni un peligro para la salud. En otras culturas, el cannabis ha formado parte de la vida cotidiana desde hace siglos, donde el consumo por vía oral o por inhalación de humo puro es popular.
Mezclar el cannabis con tabaco aumenta en gran medida el poder adictivo de su consumo. El autor de este artículo conoce a muchos consumidores recreativos de cannabis, cuyo consumo incidental les llevó a empezar a fumar cigarrillos, después de haber mezclado regularmente sus porros puntuales con tabaco. A menudo se oye a la gente decir: “Estaría bien sin fumar hierba, pero en su lugar fumaría muchos más cigarrillos.” Aquellos que evitan el tabaco también tienen mucho menos problema para tomarse un descanso de la hierba con regularidad. Por último, pero no menos importante, el efecto del consumo de cannabis puro es completamente diferente al efecto de una mezcla, como se suele decir por estos lares. Los que están familiarizados con la diferencia saben que una mezcla de nicotina/cannabis no sólo relaja y alivia los síntomas de los consumidores, sino que también hace que uno se sienta más cansado y aplanado en comparación a cuando se consume puro.

En realidad, ¿ ayuda el cannabis a luchar contra el cáncer pulmón?

En un estudio realizado por la Facultad de Medicina de Harvard, en Boston en 2007, se sugería que, en formas especialmente agresivas de cáncer que son resistentes a la quimioterapia, el ingrediente activo THC inhibe el crecimiento de las células cancerígenas en el pulmón e influye positivamente en la metástasis.

Las biopsias tumorales de animales tratados con THC han demostrado que el THC tiene propiedades sobre el crecimiento y la inhibición de los tumores. Nuestro estudio recomienda más investigación sobre los cannabinoides, como el THC, con el fin de utilizarlos como una nueva terapia alternativa para contener el crecimiento de la metástasis en ciertos tipos de cáncer de pulmón.”

Libertad de elección

Desde el triunfo del vaporizador, todo el que consume hierba con fines medicinales o recreativos sabe que no ha habido, durante mucho tiempo, una alternativa mejor y más saludable a fumar. Sin embargo, el porro no desaparecerá de la subcultura, en muchos lugares ilegal. Después de todo, las estadísticas no suelen ser la mayor motivación cuando se trata de la propia salud.
En una sociedad plural, fumar cigarrillos debería seguir siendo la elección de los individuos adultos. Después de todo, todos somos responsables de nuestras propias acciones. Pero tal vez, algunos de los que actualmente siguen mezclando podrían conseguir su dosis después de vaporizar o fumar un porro puro. Entonces, algunos de los fans de los grandes porros con tabaco comprobarían la diferencia por sí mismos. Por otra parte, el tabaco no impediría que los posibles fumadores puros disfrutasen de consumir las maravillosas flores en compañía.
Fumar cannabis puro no es solamente más saludable, sino que al dejar el tabaco fuera de la mezcla pueden surgir nuevas combinaciones. ¡Fuma tu hierba sin mezclar!

Por Micha

Fuente SensiSeeds