Johan Kustonen usa hierbas medicinales en un parque de la ciudad finlandesa de Turku. Una dosis diaria de tres gramos previene su fuerte dolor.
Johan Kustonen , de 36 años, usa cannabis a medio día en el parque de la estación de Turku.
Sin embargo, muchos no lo saben ni lo ven, porque Kustonen absorbe vapor de cannabis de un vaporizador personal. A el no le importa, porque después de un uso prolongado, el cannabis ya no le es embriagador.
Y así no hay necesidad de que alguien llame a la policía, no es necesario. Kustonen usa el cannabis como su medicina legítima.
Todo comenzó cuando Kustonen se acercaba a los treinta años de edad, y el dolor de espalda congénito comenzó a dejarse sentir fuertemente.
“Una vez más, sufría de mi dolor de espalda. Y posteriormente estaba constantemente dolorido”, le dice al Turkulainen.
En los días malos, Kusto no se levantaba de la cama y el dolor que sufría le subía desde las piernas hasta los hombros.
Primero trató el dolor con el fármaco Burana, del cual gradualmente fue incrementando a medicamentos más potentes. En el momento en que el médico le sugirió el fuerte analgésico oxicodona, Kustonen se negó a esas píldoras.
“Mi tía murió hace cinco años con los efectos secundarios de la oxicodona”, dice el ciudadano turco.
Los medicamentos para el dolor le causaron diversos efectos secundarios, como mareos, náuseas y dolores de cabeza.
Finalmente, Kustonen pidió a los médicos experimentar con el cannabis medicinal.
“Probé con cannabis y descubrí que era más fácil. El dolor se fue en 10 minutos”
El doctor se lo negó con la cabeza. Sin embargo, Kustonen no se dio por vencido, sino que buscó a un médico que tuviera experiencias positivas con el cannabis medicinal. El tratamiento comenzó durante un período de prueba de tres meses.
“Las dos primeras semanas estuve un poco nervioso, pero luego todos los efectos narcóticos desaparecieron. Los únicos efectos que quedaron fueron los médicos. Pude dejar todos los otros medicamentos.”
Hoy, Kustonen usa 3 gramos de cannabis diarios. El producto proviene de los Países Bajos y recibe una receta de una farmacia de la ciudad finlandesa de Turku.
El cannabis medicinal no se quema de manera tradicional, sino que se usa con un vaporizador que vaporiza la flor mediante el calor. Es menos dañino que la combustión.
Kusto también tiene galletas horneadas que contienen aproximadamente un gramo de cannabis. Un invento que le da 12 horas sin dolor.
Kustonen dice que ahora puede vivir una vida normal. El consumo de cannabis medicinal no ha sido un impedimento para la conducción de su vehículo. Kusto tiene una autorización registrada que le permite conducir su automóvil bajo la influencia del cannabis medicinal.