Según una revisión realizada por Thomas M. Clark, presidente del Departamento de Biología de la Universidad de Indiana de South Bend, EE. UU., el consumo de cannabis está asociado a una reducción sustancial de las muertes prematuras en los Estados Unidos. Según su análisis el consumo de cannabis se asocia con una disminución de las tasas de obesidad, diabetes mellitus, mortalidad por lesiones cerebrales traumáticas, consumo de alcohol y medicamentos de prescripción, y muertes por accidente de tráfico y por sobredosis de opiáceos. Puesto que la revisión no fue sometida a análisis por otros científicos, los resultados y conclusiones tienen que ser verificados en investigaciones posteriores.
El autor del estudio afirma que el análisis “predice una estimación de entre 23.500 y 47.500 muertes prevenidas anualmente si la marihuana medicinal fuera legal en todo el país. Se demostraron otras causas potenciales más de reducción de la mortalidad debidas al consumo de cannabis, pero se excluyeron del análisis por falta de datos cuantitativos. Estas estimaciones subestiman sustancialmente el impacto real del consumo de cannabis en la muerte prematura”.