Fue abrumadora la mayoría en el Senado puertorriqueño que decidió aprobar la ley de cannabis medicinal en 2017.
Sin embargo, la industria no se desarrolla en esa isla como sí lo hace en Estados Unidos.
En momentos en que la industria del cannabis medicinal comienza a abrirse paso en la península de Florida, la empresa boricua CannaWorks Institute ha capitalizado esa coyuntura para convertirse en la primera y única entidad bilingüe dedicada a educar a médicos, agricultores y despachadores del medicamento en este estado.
En Puerto Rico, esta empresa opera desde el 2015, mismo año en que el entonces gobernador Alejandro García Padilla firmó la orden ejecutiva que abrió la brecha para lo que es hoy una industria en pleno crecimiento y que ha permitido el florecimiento de 80 dispensarios y una masa crítica de pacientes que ya supera las 85.000 personas debidamente registradas, publica El Nuevo Día.
También en Florida, CannaWorks abrió operaciones este año y su función es educar a profesionales de la salud, educadores, pacientes e incluso adiestrar personas para trabajar en una industria que reclama empleados preparados y debidamente certificados para atender pacientes y manejar los medicamentos manufacturados de esta planta.
“Esto es una escuela con más de 25 cursos y 18 profesores especializados en cannabis medicinal, y somos la única en español en un estado donde más del 25% de la población de hispanohablante”, dijo Noemí Pérez, quien dirige el proyecto de expansión de CannaWorks Institute en la zona este de Estados Unidos.
Según explicó, en Florida aún existe una gran desinformación respecto al cannabis medicinal, pues algunos sectores aun demonizan la planta que ahora muchos abrazan como una opción a medicamentos tradicionales.
Parte de esa falta de información es la idea que usar cannabis medicinal supone fumar un cigarrillo enrollado e ilegal, o pensar que quien la despecha lo hace desde lugares escondidos.
La realidad es que se trata de una industria que produce medicamentos a base de esta planta utilizando métodos de producción como los de las farmacéuticas, con los mismos controles de calidad y sanidad, explicó Pérez.
Vacío educativo
Ese vacío educativo es el motor principal de CannaWorks Institute y por ello cada mes tienen talleres, seminarios y adiestramientos, y en sus eventos pacientes que cualifiquen pueden obtener su credencial para tener acceso a estos medicamentos.
El próximo taller será el 29 de junio en el hotel Wyndham de la Internacional Drive en Orlando. Los interesados pueden obtener más información aquí: https://cannaworksus.com/.
“Esta industria ha carecido de un lugar donde puedan adiestrarse médicos, profesionales y despachadores de dispensarios. Hemos aprovechado este ‘boom’ del cannabis y eso nos ha ayudado a posicionarnos como líderes en este mercado”, afirmó Pérez en la entrevista.
La credencial para pacientes es la que se requiere para adquirir cannabis medicinal que contenga un 3% o más del componente sicotrópico (THC) de la marihuana.
Los productos con menos de un 3% de ese componente son los que se suelen conseguir sin receta en centros comerciales, tiendas de productos naturales y son los derivados del cáñamo o “hemp”, aclaró.
Capacitados
En Puerto Rico, todas las personas que trabajen en esta industria tienen que estar adiestradas y certificadas, pero en Florida no es un requisito.
Sin embargo, Pérez señaló que el ritmo de crecimiento en el estado provocó que los dueños de dispensarios procuren contratar a las personas mejor preparadas.
Incluso, esto ha obligado a los dueños de dispensarios a reclutar trabajadores experimentados en Puerto Rico.
No obstante, Pérez añadió que, eventualmente, Florida caminará por la misma ruta que la Isla ha recorrido y adoptará estos requisitos.
“Puerto Rico está más adelantado que Florida en esta industria”, dijo al destacar, sin embargo, que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha acogido con apertura iniciativas para el desarrollo de esta industria aun cuando es de ideología conservadora.