La ley de ingresos por delitos (POCA, por sus siglas en inglés) es la principal legislación contra el lavado de dinero en Reino Unido.
En ella se establece que cualquier persona que perciba ingresos por actividades ilícitas puede ser procesada.
Para los inversionistas, estas leyes limitan su campo de acción cuando se trata de negociar sobre el cannabis con países productores como Canadá; nación donde, a diferencia de Reino Unido, la marihuana recreacional es legal.
En Reino Unido, la cannabis es legal solo para uso medicinal si es recetado como cannabidiol.
Con la ley POCA, las sanciones que un inversionista podría enfrentar son la incautación del producto de la inversión o los dividendos; hasta multas que, de acuerdo con los expertos, afectarían la inversión en cannabidiol y las marcas de cannabis medicinal.
En un informe publicado la semana pasada, la firma de investigación Prohibition Partner advirtió que los delitos bajo la ley POCA se redactaron de forma general y son poco claros.
Además, se debe tomar en cuenta que algunos buscan invertir en países donde ciertas conductas ilegales en Reino Unido sí se permiten.
Apoyos de peso
Por su parte, el Ministerio Interior dijo que apoya la aplicación de la legislación cuando se identifican posibles actividades criminales que violan la ley de Reino Unido.
Nick Davies, director ejecutivo de la firma de abogados Memery Crystal, declaró que la inquietud sobre la ley POCA retrasa la salidas a bolsa en Reino Unido; es decir, se están realizando diligencias mayores que las que harían para una compañía petrolera o minera en la misma jurisdicción.
La firma Memery Crystal trabaja con dos compañías que esperan ser las primeras empresas de cannabis en operar en una de las principales bolsas del Reino Unido.
La Agencia Nacional Contra el Crimen del Reino Unido dijo que consideró las solicitudes de excepciones a la ley a través de su proceso de Informes sobre Actividades Sospechosas.
Cannabis, un negocio que quiere ser legal
De acuerdo con un artículo publicado en El País semanal, la Convención única sobre estupefacientes de la ONU, en 1961, colocó a la marihuana en el mismo nivel de peligrosidad que la heroína.
Con el paso de las décadas, se han realizado diversos estudios para demostrar sus beneficios en determinadas dosis.
Asimismo, en alrededor de 25 países, el cannabis es legal para su uso medicinal, y en algunos otros se permite su uso lúdico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó a la ONU que removiera la cannabis del Schedule IV, la categoría más restrictiva desde 1961.
Sin embargo, es el UN Economic and Social Council (ECOSOC) el organismo encargado de tomar esas decisiones, y las ha pospuestos a fin de que los Estados tengan más tiempo para considerar las recomendaciones.
La Unión Europea por su parte, votó para desarrollar un estándar común para el cannabis medicinal en todo ese bloque.
Según Prohibition Reporter, se espera que sea el mercado más grande para el cannabis en los próximos cinco años.
Información del diario La razón señala que el negocio de cannabis está en crecimiento y cada vez llama más la atención de inversionistas; pues la marihuana se ha convertido en un producto de consumo muy común.
Aunque el mercado se concentra en Estados Unidos y Canadá, en Europa se está empezando a mover; se estima que, para 2028, se alcancen más de 145 millones de dólares en el mercado de la cannabis legal.
Finalmente, otros especialistas, como Emmanuelle Auriol, de la Toulouse School of Economics, aseguran que los tabúes sobre la marihuana se están desvaneciendo; la opinión pública está cambiando, y los inversionistas no lo ven más como una mancha para su reputación.