850 han sido las semillas de marihuana empleadas en esta primera plantación legal, fruto de la colaboración entre el alcalde de la Florida, municipio en donde ha tenido lugar la plantación, y la Fundación Daya, dedicada a impulsar las medicinas alternativas.
La plantación se ha inaugurado de forma oficial con la germinación de las semillas de marihuana, que el propio alcalde ha guardado en una bolsa de plástico hermética, acompañadas de papel de cocina húmedo. Más tarde, las plantas se trasplantarán a maceteros, y las más prometedoras serán replantadas.
Se espera que la cosecha de como fruto 425 plantas en abril de 2015, que se utilizarán para elaborar un aceite de semillas de marihuana que se entregará de forma gratuita a unos 200 pacientes oncológicos previamente inscritos en el programa.
Además, los beneficiarios del programa serán sometidos a estudios, supervisados por el Instituto de Salud Pública, con el fin de conocer más sobre el uso médico de la marihuana.
Más concretamente, este estudio tiene como objetivo reducir el dolor de los pacientes oncológicos, mejorar su apetito, reducir las náuseas derivadas del tratamiento y, en general, mejorar la calidad de vida de pacientes con cáncer.
Para ello, los pacientes recibirán una dosis diaria de marihuana en gotas, y se llevará a cabo un seguimiento que durará entre seis y doce meses.
Las semillas de marihuana utilizadas provienen de Holanda y corresponden a las variedades Durga Mata II, Wappa, Icecream y Pandora.
El lugar exacto en donde tendrá lugar el cultivo se mantiene en secreto a petición del alcalde de la localidad, pero lo que sí ha trascendido es que cuenta con fuertes medidas de seguridad tales como una valla electrificada, un alambrado de púas, cámaras de vigilancia y la presencia de guardias de seguridad. Se trata de un terreno de 450 metros cuadrados, de los cuales se dedicarán 280 metros cuadrados en exclusiva para la plantación.
Paralelamente, el pasado 31 de octubre, más de 130 médicos chilenos suscribieron la petición de reformar la actual política de drogas, incluyendo una regulación del uso médico de la marihuana.
Se trata de la primera plantación legal de semillas de marihuana de América Latina, algo que llama la atención teniendo en cuenta que se trata de un país en donde el cultivo y el tráfico de marihuana están fuertemente perseguidos, con penas de entre un año y medio y quince años de privación de libertad, asimilándose esta sustancia a nivel legal a drogas duras como la heroína.
A pesar de lo anterior, el Congreso chileno está analizando una propuesta para despenalizar el autocultivo de marihuana.
