Si eres de los que tiene la sensación de ver mejor bajo los efectos del cannabis, incluso en la oscuridad, te podremos decir que es normal.
Hace unos años un grupo de investigadores pudieron comprobar como unos pescadores de nuestra vecina Marruecos habían desarrollado el ritual de consumir hachís antes de salir a pescar por la noche en sus barcos. Según ellos lo hacían porque les permitía ver mejor en la oscuridad en alta mar. La sorpresa de los científicos que sometieron a esos pescadores a varias pruebas de visión fue mayúscula. No sólo estaban en lo cierto, sino que cuánto más fumaban, mejores resultados obtenían en dicha prueba.
Sin embargo, pese a estos resultados, no encontraron ninguna explicación posible. Años más tarde, un estudio publicado por la revista eLife reveló datos importantes al respecto. Edward Ruthazer, neurocientífico canadiense, profesor de la Universidad McGill y autor principal del estudio, descubrió en ensayos con renacuajos, que los cannabinoides que contiene el cannabis incrementaban la conexión entre el cerebro y el ojo. “Somos un laboratorio que estudia el desarrollo de los circuitos cerebrales y usamos renacuajos porque son transparentes, así podemos observar las células cerebrales de los animales intactos y ver cómo se remodelan con el tiempo y forman conexiones”
El profesor Ruthazer afirma que “se sabe que los cannabinoides son importantes en algunos aspectos del desarrollo cerebral. Nuestra intención fue la de observarlos en nuestro sistema para ver y registrar los cambios funcionales que producen en su conectividad cuando son introducidos”. También cuenta como el resultado que esperaban encontrar, era ver como la funcionalidad disminuía. Comprobar que el cannabis fortalecía la conexión entre el cerebro y el ojo fue toda una sorpresa. Concluyó entonces que el cannabis “hace que el ojo sea más sensible a los estímulos visuales”.
Respuesta a los estímulos visuales
En definitiva, las células del ojo tienen más posibilidades de responder a los estímulos visuales cuando están expuestas a los cannabinoides. Ésto se debe a que los cannababinoides activan el receptor de cannabinoides del cerebro (CB1R), lo que mejora la respuesta de las células del ojo que se encargan de alertar al cerebro para que detecte la luz existente. Aumentar los niveles de endocannabinoides presentes en los animales reproducía el efecto, a la vez que bloquear el receptor lo inhibía completamente.
Aunque son necesarias más investigaciones para confirmar realmente si los sistemas de los mamíferos reaccionan del mismo modo, es sin duda un paso muy importante a la hora de comprender cómo afecta el cannabis a la función cerebral. El profesor Ruthazer explica que “los cannabinoides son capaces de controlar la actividad de las células del cerebro a través de una amplia gama de mecanismos. Casi se podría decir que hay todo un crisol de caminos de señales neurológicas en nuestro interior”.