Entre los más de 110 cannabinoides terapéuticos que se encuentran en la marihuana, los importantes son son THC y CBD . La influencia del aceite solo de CBD que no causa euforia alta, es tan grande que 13 estados han aprobado leyes de marihuana medicinal limitadas dirigidas sólo a los extractos de la CBD.
Variedades o productos como los de la “telaraña de Carlota”, una vez más popular por el grado farmacéutico del CBD (cannabidiol) se extracto en Colorado está disponible en forma de cápsulas, aceite y en forma de tintura, están siendo utilizados por los pacientes en varios estados donde son legales. En lugar de los activistas con sus megáfonos, las voces más fuertes y más persuasivas para la legalización del cannabis medicinal, al menos de forma imitada, son las de los padres de niños muy enfermos.
Los niños con epilepsia intratable, especialmente aquellos que han probado todos los tratamientos farmacéuticos convencionales y casi sin ningún beneficio, están utilizando el aceite de CBD para controlar las convulsiones con una eficacia increíble. Por desgracia, el CBD no es un fin que todo lo cura. No funciona en todos los casos.
Charlotte Figi y Benton Mackenzie
Charlotte Figi, una residente de Colorado con nueve años de edad, se ha convertido en el cartel de la marihuana médica pediátrica. Ella inspiró la creación de una familia de productos Charlotte ricos en CBD (nombrado en su honor por, CW Botanicals) para reducir sus ataques epilépticos. El uso de aceite de CBD ha reducido la actividad convulsiva de la Srta Figi en un 99,7 por ciento (antes del tratamiento con CBD, sufría entre 400 y 1.000 ataques por semana).
Benton Mackenzie , un hombre de Iowa, sufría de angiosarcoma agresivo, una forma altamente invasiva de cáncer. Él utilizó cepas de alto CBD de cannabis para el tratamiento de su enfermedad – algunas de las cuales, al igual que San Valentín X, proporcionan un 25 a 1 en relación CBD al THC .Durante dos años, Mackenzie fue capaz de mantener su angiosarcoma en la Etapa 1, con el uso de cannabis alto en CBD.
Después de ser arrestado por el cultivo y encarcelado, donde fue, obviamente, privado de su medicina cannabis, cáncer de Mackenzie progresó de la Etapa 1 a la Etapa 4 en sólo seis semanas . Aunque altamente anecdótico, este caso produjo la clara evidencia convincente de la potencia del cannabinoide CBD para prevenir el crecimiento del tumor y posiblemente eliminar las células cancerosas.
El beneficio médico de ciertos cannabinoides, como el CBD, se han ilustrado claramente tanto anecdóticamente como a través de la investigación médica. La buena noticia es que los productos reales del extracto, como la cepa telaraña de Carlota, finalmente están disponibles y son legales en muchos estados de EEUU.
Más allá de los extractos: Los cannabinoides sintéticos
Mientras que los cannabinoides son normalmente aislados a través de extractos, también han sido sintetizados por las compañías farmacéuticas. De hecho, la FDA ha aprobado tanto el Marinol (dronabinol) como el Cesamet (nabilona), dos formas de THC sintético.
Desafortunadamente, estos productos artificiales a menudo sus resultados se han comentado negativos en comentarios de pacientes con esclerosis múltiple, epilepsia y cáncer. Esto indica que puede haber otros productos químicos y elementos disponibles en los extractos de aceite de CBD que simplemente no están presentes en versiones sintéticas de estos cannabinoides. (Ya se entiende que ciertos terpenos de cannabis desempeñan un papel en la regulación de la cantidad de los cannabinoides que llegan al cerebro.)
Dustin Sulak, médico osteopático y defensor de la medicina integrativa en Maine, sucintamente han resumido la actitud de la clase médica hacia los cannabinoides y hacia toda la planta de cannabis como medicina:
“Muchos médicos se estremecen con la idea de recomendar una sustancia botánica, y francamente se mortifican por la idea de fumar un medicamento. Nuestro sistema médico es más cómodo con sustancias individuales y aisladas que puedan ser tragadas o inyectadas “.
Sulak continuó:
“Desafortunadamente, este modelo limita significativamente el potencial terapéutico de los cannabinoides.”
Al considerar el cannabis medicinal, no hay que limitar la cuestión únicamente a la planta de cannabis entera que se fuma, se vapea o vaporiza, o es utilizada para crear comestibles.
En el caso de los niños, puede haber un medicamento derivado del cannabis, que no proporcione alta eufórica o psicoactividad, que sea fácil de administrar, y que proporcione un alivio significativo a algunos pacientes y donde la ciencia médica y la naturaleza trabajen en conjunto proporcionando eficacia a veces notable podría ser una opción.
