Los pacientes que toman cannabidiol (CBD) junto con clobazam (cuya marca más conocida es el Frisium) pueden experimentar un aumento en los niveles de este último. Médicos del Hospital General de Massachusetts, EE.UU., trataron a 13 niños con epilepsia refractaria con CBD y clobazam, y comprobaron niveles elevados de clobazam. Ambos medicamentos son degradados en el hígado por la enzima CYP2C19 y por tanto compiten por la función de esta proteína.
El incremento medio de los niveles de clobazam después de 4 semanas de tratamiento fue del 60%, con una gran variabilidad llegando a veces a elevarse mucho más. Nueve de los 13 sujetos tuvieron una disminución de las convulsiones superior al 50%, que corresponde a una tasa de respuesta del 70%. El aumento de los niveles clobazam y la disminuciones en la frecuencia de convulsiones ocurrieron a pesar de que en el transcurso del tratamiento con CBD las dosis de clobazam se redujeron en 10 (77%) de los 13 pacientes. Se detectaron efectos secundarios en 10 (77%) de los 13 sujetos, pero se aliviaron al reducir la dosis de clobazam. Los autores del estudio afirman que la monitorización de los niveles de clobazam “es necesaria para la atención clínica de los pacientes que toman de forma concomitante clobazam y CBD. No obstante el CBD es un tratamiento seguro y eficaz de la epilepsia refractaria en pacientes que reciben tratamiento con clobazam”.